REPERTORIO AMERICANO 201 Fisonomía poética de Gibrán Colaboración Santiago de Chile, 15 11 39 Max Jiménez Pocas figuras literarias despiertan mayores fascinaciones que la de Gibran Jalil Gibran, el poeta libanés, nacido el de enero de 1883, en Bcharri.
Desde hace tiempo me he venido preocupando, con creciente interés, del filosófico autor de El loco. En efecto, en mi libro: Cinco poetas (Santiago, Ed. Barros Borgoño, 1937) el primero de los ensayos de interpretación poética, que lo integran, está dedicado a Jalil Gibran.
Mi dedicación por el bardo de El profeta, me hizo componer una antología de él, para que su conocimiento fuese más amplio en el mundo bispanoamericano amante de la belleza literaria. El editor Nascimento, de Santiago de Chile, ha publicado, con la elegancia que sabe poner en sus trabajos, el volumen titulado: Poemas escogidos. Este libro, aunque puesto en circulación en 1938, lleva la fecha de 1937.
El texto está ilustrado por el artista chileno Luis Meléndez, quien supo captar el profundo sentido simbólico del cantor libanés.
Mi antología es limitada, pues sólo posee poemas de tres de sus libros, de la segunda etapa creadora del poeta. El autor ha dejado, entre otras, las siguientes obras líricas: Lágrima y sonrisa, Mensaje a la música, Las cenizas de las edades, El sepulturero, Las alas rotas, Las almas rebeldes, Las doncellas del prado, todas escritas en idioma arábigo.
Con El loco, publicado en 1918, inició su segunda jornada poética, Los libros que la componen están escritos en inglés. Son los más importantes, según los juicios de la crítica literaria norteamericana: El precursor, El profeta, Jesús, Hijo del Hombre, Los dioses de la tierra y El der viche. Dejó dos libros póstumos: El Jardín del profeta y La muerte del profeta.
El cambio en el idioma empleado por el poeta fué motivo de censuras. Sin embargo, pareja novación le permitió hacerse conocido en el mundo occidental, dándole un campo cosmopolita.
Gibran Jalil Gibran a más de poeta filosófico y simbolista, fué un notabilísimo pintor por lo atrevido de la originalidad, por el sentido lírico, enigmático y sugerente de los clementos plásticos de su técnica. Sus exposiciones llamaron, con justicia, la atención de los medios artísticos más exigentes y refinados de EE. UU. de Francia e Inglaterra.
En el año 1938 se ha publicado, en Montevideo, un libro titulado: Voces de Oriente, traducción y notas biográficas, de Laila Neffa.
La joven autora de esta obra, realizada con acierto, de trozos escogidos de la Literatura Arabe, hará un gran servicio, si traduce en forma metódica la producción de Gibran Jalil Gibran, de su primera época, estos es, la escrita en lengua arábiga. Espero ser oido en esta demanda.
Los lectores de habla española del poeta del Líbano, son cada día más numerosos. De manera que Laila Neffa puede hacer una labor de verdadera difusión; porque es casi desconoci.
da la primera etapa de la poesía de Gibran.
La actividad del artista libanés fué intensa.
Por modo que a los 48 años de edad pasó por la misteriosa puerta que la vida abre a la muerte. El 10 de abril de 1931 dejó de ser, en un sanatorio neoyorkino, una de las fisonomías más selectas del lirismo del siglo XX y el mejor y más hondo poeta del Cercano Oriente.
جبران Gibrán Jalil Gibran poemas del Gibrán Sacados del libro: Poemas escogidos de Gibrán Jalil Gibran. Prólogo y selección de Norberto Pinilla. Editorial Nascimento. Santiago de Chile. 1937. Selección de El santo En mi juventud visité una vez a un santo También yo soy un asesino, y en mis en una selva silenciosa situada detrás de las oídos resuena la sangre de muchos hombres, remontañas.
plicó el santo.
Mientras conversábamos acerca de la natu el bandolero dijo: raleza de la virtud, vino hasta nosotros cojean. Yo he cometido crímenes incontables.
do y rendido de cansancio un bandolero. el santo contestó: Apenas se halló en presencia del santo se arro. Yo también he cometido un sinnúmero de dilló ante él y dijo: crímenes. Oh santo, yo necesito consuelo, mis pe Entonces el bandolero se irguió, contempló cados me oprimen grandemente!
al santo con mirada extraña y nos dejó retiY el santo replicó: rándose a grandes zancaldas, cerró abajo.
También me oprimen mis pecados.
Yo me volví hacia el santo y le pregunté: El bandolero dijo. Por qué se ha acusado usted de cri Pero yo soy un ladrón y un saqueador. menes que no ha cometido. No comprende el santo replicó: que ese hombre ha cesado de creer en usted? el santo respondió Yo también soy un ladrón y un saquea Es verdad, él no creerá más en mí, pero dor.
se ha ido muy confortado. el bandolero dijo: En ese momento oímos que a la distancia Pero yo soy un asesino, y la sangre de cantaba el bandolero, y el eco de su canción muchos hombres clama en mis oídos.
llenaba de alegría el valle.
NORBERTO PINILLA Notas del Pedimos a Laila Neffa que atienda a nuestro colaborador Pinilla. Con ello sirde a las letras americo hispanas y alcanzaria renombre merecido.
Lector: Le ofrecemos tres de los libros antecitados por el Sr. Pinilla: El loco (a 00 e!
ejemplar. Poemas escogidos de Gibrán (a 00. y Cinco poetas (a 00. Calcule el dólar a 00.
Sabios y semisabios Cuatro ranas sentáronse sobre un leño que flotaba en la orilla de un río. De pronto, el leño fué alcanzado por la corriente y deslizado aguas abajo. Las ranas quedaron gozosas y absortas, pues jamás habían navegado hasta entonces.
Al fin habló la primera y dijo. En realidad, este es un leño maravilloso.
Se mueve como si tuviera vida. Nunca se ha conocido un leño igual.
Luego habló la segunda y dijo. No, mi amiga, el leño es idéntico a los demás leños y no se mueve. Es el río que camina hacia el mar, el que nos lleva a nosotras y al leño. la tercera habló, y dijo. No son ni el leño ni el río los que se mueven. El movimiento está en nuestro pensamiento. Porque fuera del pensamiento nada se mueve. las tres ranas empezaron a disputar acerca de qué era lo que en realidad se movía. La discusión se agrió y subió de tono sin que llegaran a ponerse de acuerdo.
Entonces se volvieron a la cuarta rana, que hasta ese momento había escuchado atentamente, pero conservando su calma, y le pidieron su opinión. la cuarta rana dijo. Cada una de ustedes tiene razón, y ninguna está en error. El movimiento está en el leño, en el agua y también en nuestro pensamiento. las tres ranas se pusieron furiosas, porque ninguna quería admitir que no tuviera toda la razón y que no estuvieran las otras en total error. al cabo, sucedió algo singular: Las tres ranas se unieron y arrojaron a la cuarta del leño, al río. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica