CapitalismJoaquín Gutiérrez

REPERTORIO AMERICANO 367 Noticia de libros (Indice y registro de las publicaciones que se reciben de los autores y de las Casas editoras)
José Ortega y Gasset en De Sur. Buenos Aires, setiembre de 1939 Los «Cuadernos del Noticiario Colombiano Los está sacando en esta capital, con lo que da un gran ejemplo a sus colegas, el Dr. Publio Mendoza Neira, Ministro de Colombia Centro América. Un Ministro preocupado, y tan atento al curso de las letras (las nuevas, de preferencia) en su patria: las sirve, las honra, las difunde; para que sean conocidas como lo merecen Colombia se dilata como Patria espiritual, esto es, como estado de cultura Cuadernos del Noticiario Colombiano se titulan. El Noticiario es el órgano informativo de la Legación de Colombia en Centro América; mensuario muy bien hecho, con gusto y habilidad; muy interesante, por cierto.
De los Cuadernos de Noticiario Colombiano, en ediciones elegantísimas, digámoslo de paso, dejamos aparte los de poesía y fic.
ción (páginas sutiles, en fino y nuevo estilo. El poema Cándida inerte, de Arturo Camacho Ramírez. Es el Cuaderno o Antígona, Flor de Fábula, de Darío Achury Valenzuela. Es es o y Cinco grandes poetas de Colombia (Valencia, Maya, Barba Jacob, de Greiff y Pardo García. És el o buscarlos, poetas jóvenes de por acá. sigamos con el Cuaderno 4: José Hilario López, por Darío Samper, y el o 6: El General Tomás Cipriano de Mosquera, por Antonio García.
Estupendos ambos por las cuestiones sociales de que tratan y propagan. Muchas ideas en ambos: se aprende. Que circulen estos Cuadernos, en Costa Rica, en Centro América, en nuestra América una. Enseñanzas colombianas son, comunes a todas estas patrias indohispanas. Si andan, las ideas crecen, triun.
fan. Con tanto desenfado y elegancia que piensa Darío Samper: qué bien narra Antonio García, pintoresco, con cierto agradable buen humor.
Dejamos ambos folletos cruzados de señales: hay en ellos qué recoger en este semana.
rio, en su sección de salidas, pensamiento vivo, ideas e ideales dinámicos.
Qué hombrazo José Hilario López, ex Pre.
sidente de Colombia (homagno, lo llamaría en justicia José Marti. Ojalá que el señor Samper se haga sobre este procer, y viador de libertad, el libro compieto, la biografia, que tiene pensado.
Cuadros de costumbres, por José Mi. Groot Cuadros de costumbres, por Rafael E Santander, Juan Ortiz y José Caicedo Rojas Una ronda de don Ventura Ahumada por Eugenio Díaz.
Las tres tazas, por Vergara y Vergara.
Un domingo en casa, por Ricardo Silva.
Una docena de pañuelos y otros cuadros, por José David Guarin.
La niña Agueda, por Manuel Pombo.
Memoria de un colegial, por Luciano Rivera y Garrido.
Mi compadre Facundo y otros cuadros, por Emiro Kastos.
Un sábado en mi parroquia y otros cuadros, por Fermín de Pimentel y Vargas.
Números 31 a 40. Sección 2: HISTORIA y LEYENDAS: Historia de la Nueva Granada, por José MI. Restrepo.
Memorias de un abanderado, por José María Espinosa La batalla del Santuario, por Joaquín Posada Gutiérrez.
De la vida de antaño, por Cordovez Moure.
Boyacá, por Cayo Leonidas Peñuela.
El Dorado, por Eduardo Posada.
Mosquera y otros estudios, por Raimundo Rivas.
Leyendas, por varios autores.
Leyendas por Enrique Otero Costa.
Los Mochuelos, por Enrique de Narváez.
Números 41 a 50. Sección a: CIENCIAS EDUCACIÓN: Viajes al corazón de Barnuevo, por Francisco José de Caldas.
La Medicina en Antoquia, por Ml. Uribe Angel.
Escritos, por Miguel Samper.
Cuadros de la Naturaleza, por Joaquín Antonio Uribe, Memoria sobre las Antigüedades Neograndinas, por Ezequiel Uricoechea.
Estudios, por Salvador Camacho Roldán.
Botánica indigena, por Florentino Vezga.
La Expedición Botánica, por Florentino Vezga.
La sociedad contemporanea y otros escritos, por Luis López de Mesa.
Sobre el problema de la Educación Nacional, por Agustín Nieto Caballero. Se fijan, señores. Se imaginan este milagro: millares de tomitos de bolsillo como estos, que caminan. crean. y recrean, en manos de lectores curiosos. curiosidad, apetito de enterarse. en aldeas y ciudades colombianas. Qué otro Gobierno de esta America criolla hace lo mismo con sus escritores. Hasta cuándo. Hasta que la mayoría de los Gobiernos hispanoamericancs no salga del estado mental semicolonial en que se gestan. viven y fructifican. Cuántos de estos go.
bernantes, noción escasa es la que tienen de la Patria como estado de cultura, dilatada en el tiempo, retrovisión y proyección. Siguen, para ellos, con el mando, que no gobierno, de factorías; de factorias al servicio del capitalismo extranjero. Es difícil concebir un de sastre y contraste igual. Con razón se habla de nuestra América como de un Continente sin brújula. Sordo a la voz de sus conductores espirituales; los ignora. si no hay auditorio, no hay fe, ni progreso perdurable: del que acrisola el tiempo, del que fortifica y dignifica a los pueblos porque se asienta en el Espíritu.
Los Gobiernos que ahora llaman de cemento, no bastan, Ortega y Gasset ha vuelto a Buenos Aires (1. Lo que habría que preguntarse ahora es si ha estado jamás realmente ausente de aquí. Había dejado amigos, en esta ciudad, para quienes su recuerdo era una presencia.
No. Este tercer viaje de Ortega no es obra de la casualidad. No es sólo la casualidad quien elige nuestros amigos y sobre todo no es la casualidad quien nos los conserva.
Conocí a Ortega durante su primera estadía entre nosotros. Era también la primera vez que me encontraba frente a un pensador y a un escritor de esa rara calidad.
Yo no había publicado nada en esa época, claro está, y sólo era una muchacha tímida, semejante al Orlando de Virginia Woolf que, no creyendo en las divinidades comunes, transfiere a los grandes escritores su parte de credulidad.
Ortega y Gasset tuvo la bondad de citar, poco tiempo después, algunas líneas de una de mis cartas en su «Espectador. Ese testimonio de amistad y estima que se me dirigía desde un mundo mágico y remoto (el mundo con el que yo soñaba como con el único apetecible) es de esas cosas que no se olvidan. No he olvidado.
Al desearle la bienvenida a Ortega, al escribir estas líneas en la redacción de SUR, rodeada por un montón de revistas (ya hemos llegado con esta al número 60) en que mal que bien les he dado a los demás y a mí misma ocasión de decir lo que pensamos y sentimos, recuerdo lo mucho que ha influído ese gesto inicial de Ortega en lo poco que he podido hacer en mi vida. Lo recuerdo, y quiero agradecérselo una vez más en nombre de aquella muchacha ignorante y deslumbrada a quien él daba crédito, y en nombre de esta revista.
No, no es por una mera casualidad que Ortega vuelve a este país. Encuentra hoy en él algo de lo que sembró. Este país tiene defectos grandes pero, a imagen y semejanza de su tierra, no es ingrato.
Ortega y Gasset no está aquí de visita, entre extraños. Está en su casa, entre amigos. En este momento en que parece tan cruelmente natural el dudar de todo, que no dude de esto. Victoria Ocampo. 1) Invitado por la Asociación Amigos del Arte para dar un ciclo de conferencias que habrá de titularse Seis lecciones sobre el hombre y la gente.
La «Selección Samper Ortega de Literatura Colombiana Ya dimos cuenta en la anterior edición de este notable esfuerzo de difusión del pensamiento colombiano. Lo está haciendo el Ministerio de Relaciones Exteriores, República de Colombia.
Ya hemos señalado los 10 primeros tomitos. Sección 1ra. PROSA LITERARIA de esta Biblioteca mínima, por el tamaño, pero de peso por las ideas.
Sigamos con los números; 11 a 20. Sección 2da. CUENTO y NOVELA. Varias cuentistas colombianas. la diestra de Dios Padre, salve, Regina, por Tomás Carrasquilla.
Inocencia, por Francisco de Rendón.
Tránsito, por Luis Segundo de Silvestre.
Cuentos, por José a y Evaristo Rivas Groot.
Reminiscencias tudescas, por Santiago Pé.
rez Triana.
Tres cuentistas jóvenes. García Herreros, Osorio Lizarazo y Arias Suárez. La obsesión, por Daniel Samper Ortega.
Cuentistas antioqueños Otros cuentistas.
21 a 30. Sección 3ra. CUADROS DE COSTUMBRES: MIGUEL OLIVARES (ENCUADERNADOR)
COMPRO VENDO tomos completos y números sueltos del REPERTORIO AMERICANO DIRIGIRSE AL APARTADO 1428 SAN JOSE, COSTA RICA Ud. consigue este semanario en la Habana con la señorita Matilde Martinez Márquez Señas: Apartado 2007. Teléfono Fo. 2539 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica