372 REPERTORIO AMERICANO Contesto con un sí sostenido a la encuesta planteada sobre la intromisión de los poetas en política Por JOAQUIN GUTIERREZ Envio del autor. San José de Costa Rica. Setiembre de 1938 política se hace con cualquier actividad humana.
Hagan política los poetas, que tienen en sus manos una arma agudísima para hacerla; pero no hagan política consciente, que caerían en panfletismo, bueno para otra cosa, pero no para poesía, háganla subconciente y mezclen con el paisaje la nota del mal salario con tanta propiedad como el chillido de un violín en las sonatas de Juan Ramón. Hagan y mézclenla con el dolor de los campesinos o los obreros. El Dolor producirá poesía de primer orden y harán al tiempo, política revolucionaria, la única positiva de las políticas.
el verso colores magníficos, pero ahora 10 cuajan en el purito río. poesía popular) y por allí anda la cosa. Si García Lorca se hubiera dedicado a no hacer política. concepto de política más arrevesado que tiene el proponente. no se hubiera dedicado a nada, porque Tablero (1938)
Ensayos se titula una revista mensual que nos llega de Montevideo. Es el de octubre de 1937, año II, NO 16. No la conocíamos; es muy estimable. Correspondemos al cambio. Señas: Zabala, 1376. Montevideo. Uruguay.
El Nº que tenemos a la vista se ocupa de García Lorca. En esta forma: Un recuerdo de Federico García Lorca, por Eduardo BlancoAmor; Pesadilla del destino o García Lorca juguete de la amistad, por José Mora Guarnido; El teatro de García Lorca, por Luisa Luisi; Federico García Lorca, por Roberto Ibáñez.
hay otra manera de moralizar en que se sien.
te que el que habla maneja una masa densa de posibilidades; tiene que luchar contra la resistencia de algo, que son las dificultades de la acción ya concebida e intuída.
Cuando se ha vivido mucho se adquiere una especie de instinto que permite inguir esas dos clases de moralizadores. Fuera de dicho instinto, no hay criterio intelectual, lógico; por más que suelen delatar a los espíritus del pri.
mer tipo la excesiva facilidad con que resuel.
ven generalmente los problemas morales, y su afición demasiado exclusiva a los ideales muy sublimados y abstractos.
Seguiremos sacando párrafos (enseñanzas. del doctor Vaz Ferreira en este librito: Fermentario.
Tendríamos que comenzar por definir politica, que para el proponente puede ser una cosa, otra para el jurado. el público lector)
y por otra para el concursante. Llegamos, en fin, a Peor es nada, habiendo hecho todos política; de la mia Inclusive habría que definir poeta, como individuo que hace versos como individuo que hace poesía, que no son sinónimas, y el que tal dijera merecería caer en manos de un frenólogo y quedar de facto fuera de concurso.
Sin embargo, siendo discutir por discutir, como hacer arte por el arte, no llevo el fin de discutir; pero siendo exponer un sistema ideológico cualquiera, ya tiene el fin de que lo conozcan y eso sí me atrae. Lo otro sería caer en los monólogos paralelos que decía San Agustin, y estotro no!
Aunque sí recuerdo aquello que ponían en boca de Jerónimo Coignard, cuando decía (cito de memoria. que a los ladrillos de las verdades había que untarles la angamasa de los sofismas, para poder construir cualquier edificio mental. y tratar de hacer construcción estilo primitivo, con pedrones retebien ajustados, no sería pedantería, pero si aburrición. Ya estoy como la zorra que decía: están verdes. Dice el proponente, con el modo de sacar una camisa almidonada de un charco, que alejando a los poetas de la política se libra la poesía de carcelazos. Olvida que lo que nos interesa es la poesía, no el poeta, y lo que va a la cárcel es el poeta, no la poesía.
Lo dice convencidísimo de que está dando la panacea; yo le pregunto si Cervantes escribió esa poesía vivísima del Quijote en la cárcel y si se hubiera quedado en casa remendando calcetines no hubiera llegado a escribir ni la Ilustre Fregona. qué se escribe con la inteligencia y no con el ejemplo!
Yo le pregunto también, si el poeta muerto en España, García Lorca, no fue por ventura el menos metido en política de todos, pero les estorbó que en su poesía hubiera una reavivación popular de lo popular, y murió por el delito de haber hecho cultura. Les dió a sus versos el respaldo de su muerte; ya quisiéramos todos perder el puesto siquiera, y colocarle esa condecoración en el pecho a un romance culpable.
El verso malo, no merece ni un mal carcelazo, el verso bueno, el verso propiamente, mejor aún, la poesía, irá a la cárcel métase o no se meta, si se cumplieran los deseos de los tiranuelos, pero como no se cumplen, entra por una reja y Se sale por otra, oronda siempre y sin perder ni siquiera el peinado. De tantas formas se puede popularizar un buen verso, que se necesitaría una tiranía extraordinaria, que les arrancara los ojos y la lengua a todos los habitantes del país para poder amarrar su eco. así como el Trágala recorreteó, lo hace también el nervio de Alberti, Neruda o Guillén. además, la poesía no se hace porque sí, se produce como un precipitado del ambiente emocional y les toca servir de probetas a los que han dado en llamar vates y otros insultos. Si se produce de tal forma, al matar al poeta no hacen sino quebrar la probeta. Esta podía haber sido de cristal de Bohemia (García Lorca) y tomaba Seguimos con el librito Fermentario del doctor Carlos Vaz Ferreira, Montevieo, 1938.
Los jóvenes han de buscarlo. Pone a pensar. Qué remoción y promoción mental la que ocasiona la lectura de los escritos del doctor Vaz Ferreira! Son muy saludables. Qué bueno sería que lo leyéramos más y más, y así ver derrumbarse tanto prejuicio y tontería que tenemos en la cabeza.
Cojamos, por ejemplo, el trozo Moralizadores, para Moral Viva: Me refiero en mi Moral para Intelectuales a la relación entre la manera de moralizar y la conducta, comparando dos tipos de hombres a globos de los cuales unos subieran sin barquilla y otros con ella. El globo que sube sin bar.
quilla digo alli subirá muy alto, sin que eso tenga valor ninguno, porque deja el peso en el suelo. Lo que tiene valor es subir todo lo que se pueda, levantando la carga; que la moral se eleve todo lo alto posible, levantando la conducta.
Pero es grueso. Habría que poder explicar lo mismo refiriéndonos, no ya a actos, sino a posibilidades. Es algo por cierto más sutil para entenderlo de una verdad psicológica pro.
funda. Ya en la manera de moralizar de ciertos hombres, se reconoce que sus propósitos, sus frases y sus discursos, lo que talvez ellos mismos creen sus sentimientos, no se relacionan con posibilidades de actos. En tanto que Nuestro fraternal amigo Roberto Brenes Me.
sén nos, señala en la siguiente carta de Evanston, Illinois, una tarea. ver si la podremos cumplir, a ver si seremos fieles al generoso espíritu que la ha dictado. Publicarla, ya es contraer con él un compromiso. Pero es verdad que él y otros tendrían que yudarnos.
Dice así: Setiembre de 1938.
Mi querido Jota, Aquí encontrará un primer informe acerca del Primer Congreso de la Ense.
ñanza de la Literatura Iberoamericana a que fué usted invitado.
En México tuve ocasión de volver a pensar en un proyecto de trabajo para us.
ted, porque creo que no hay más de tres o cuatro personas en América que lo pue.
dan hacer como usted: una historia de la literatura contemporánea de América o un conjunto de siluetas de los contemporáneos como los ha conocido usted a través de su correspondencia. Un estudio simpá.
tico, sin más amarguras que las del dolor o la conmiseración o la pérdida definiti.
va de un hombre o de un ideal. Piense que hay más de cien cursos de Literatura Iberoamericana en los Estados Unidos y que muchos de nosotros pondríamos en manos de nuestros estudiantes esas páginas de usted, fragmentos de cartas o de artículos biográficos, citas de pasajes bellos o reveladores de un temperamento o de una angustia. Usted tiene sus papeles en orden; comience enseguida. Tome la fecha de 1900 para empezar: recuerde las controversias, los debates literarios, las apa.
riciones cometarias, las poetisas de Améariel Quincenurio antológico de Letras, Artes, Ciencias y Misceláneas.
Director: FROYLAN TURCIOS Ap. 1622, San José, Costa Rica, América Central Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica