Imperialism

REPERTORIO AMERICANO 245 Poesías de Galiana Aragonés Envio de Concha Flores. Alicone, España, mayo 16 de 1938.
Entonces. Concha Flores Entonces.
Cuando ya no queden en la piel de Iberia piedras milenarias, se levantarán apretadas falanges, falanginas y falangetas, de todos los (osarios de la nada, y será un clamor de puños huesos en alto del futuro.
Entonces.
Cuando las madres abran sobre la arcilla ríos como montañas, por el (amado ausente, un grito de endosfera irá del arco iris al Dios de los turistas. Rielan campos de sangre, y tú, sin el recuerdo. Quién dijo que le ha visto cruzar por los jardines del olvido. Quién dice que le vió andar por las tinieblas del destino. Quién soñó que una bala segó su vida en flor, con el martirio?
Decidle que es mentira; que fué un clamor con sueños de jacintos; y que un día. una noche mejor, un pensamiento negro, adormecido, dijo que Federico había muerto.
y aún vibran sus latidos. sin embargo.
tengo una duda en mi intenso frio: La Furia habrá vencido al Ruiseñor, con su lengua de sapo y con sus alaridos. El murmullo y el beso de sus labios habrán minado de oro sus oídos!
Un grito descolgado, agonizante, habrá dicho: Ese ha sido el que ha cantado el éxito gitane. Fusiladle! Es semilla su voz, y viento proletario su gemido. Federico, en una noche triste, cuando la eternidad gritaba su vacío, y el Darro y el Genil se desbordaban sollozando delirios, abrió su llaga al viento, y, besando a Granada, nos entregó su espíritu.
Entonces.
Los jinetes del Tiempo correrán como nunca.
Llevarán en sus alas crepúsculos y rosas, y una estrella en la frente. y un suspiro muy hondo, y el dolor del triunfo.
Un sabor de heliotropos, de viñedos y almendras, tejerán una patria con sonrisas de niños; una patria gigante, con hoces y martillos. la muerte de Lina Odena Federico García Lorca Por alamedas y fuentes, que cruzan Sierra Nevada, va cabalgando en el aire limpio, de la madrugada, Lina Odena, flor de mayo, camino de mi Granada. No ves que ya no me queda sangre, ni nervios, ni entrañas. No ves que me están bordando mi sudario en su ventana? Tristes marchan al cortejo doncellas y generalas, campesinos y mineros, con jinetes de Alpujarras. que te juraron, al verte pálida y muerta en la caja.
Ojos del viento te ven el correaje de nācar, tu traje de comandante y tu camisa bordada, y lágrimas de rocio refrescaban tu garganta.
El sátiro imperialista hace de Don Juan con una adolescente Anfonio Machado El sátiro se cierne sobre tu negro pelo y pretende en su danza, burlar la enredadera, que tienes silenciosa, en tu hermosa quimera de luz, amor, montaña, aurora y terciopelo.
El sátiro provoca incendiar el anhelo de tu cascada, en una inmensa hoguera; que el ciprés sea el símbolo en esta primavera y que el verde sea negro, en el surco del suelo.
El sátiro está alerta, tiene espacio en los ojos, vigila las tinieblas, La Pálida es su amada, desea en su vesania los corazones rojos de los niños de España con sonrisa delgada, y lucha en su impotencia hasta caer de hinojos, por no llegar al Orto. Mientras tú, cama. rada. Granada tendrá suspiros propios de recién casada.
Refrescaban tu garganta limpia, de enamorada, y crujían los milagros que peina el alba en las ramas, mientras que tú, Lina Odena, Caminabas a Granada.
Fusilamiento de Federico Etelvino Vega Qué frio tengo, qué frío, ai ver que ha muerto Federico el Grande en su huerto labrado con olivos.
Con la LIBRERIA HACHETTE, Maipú 49, Buenos Aires, Rep. Argentina Dir. Tel. Aglibrairi. Tele. 38. Mayo 1010.
y 0255, consigue Ud. este semanario.
Canciones de violines dicen que te cortejaban. y que tus suspiros eran antigüedades romanas. de Guadix a Santa Fe, hasta bañarse en Alhama.
Las espinas de mi sangre se clavaban en el rio verde, con juncos amarillos: y un horizonte de imágenes gitanas gritaban. Federicol Con la CENTRAL DE PUBLICACIONES Avenida Juárez, Apartado 2430. México, México. Tels. Eric. 59 75 y 208 38 Méx. 94 30, consigu eUd. este semanario.
Gitanas del Sacro Monte que huyeron todas descalzas, te ven con ojos de angustia tu cara de desposada.
y se asustan, pues no sabes tu muerte con fecha exacta.
Con BERMA Libros. La Habana, Cuba. Tel, 2660 consigue Ud, este semanario, Tu muerte, Lina, tu muerte, cuando veías Granada. entre el Darro y el Genil sollozabas por España. gritando a los cuatro vientos: Milicianos, libertadla. Qué frio tengo, qué frio!
He vuelto a ver a Federico entre cuatro suspiros; mujeres enlutadas cruzaban los caminos de La Alhambra, en un llanto triste, grande, infinito.
Qué frío tengo, madre; mis ojos incendiados están aquí buscando espacios doloridos, para ver, en un alto, crisantemos y lirios; y un desposorio en lágrimas celestes: se han casado Granada y Federico.
Pero le han visto.
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en la LIBRERIA CHILENA Bajos del Raventós Que la risa de la Alhambra mi sonrisa, cantes, Galiana. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica