Omar Dengo

REPERTORIO AMERICANO 381 El mito. Viene de la página 376)
OMAR ENCO Checoeslovaquia en las fauces del monstruo (Caricatura de Omar Dengo hijo)
reconocemos en Sancho Panza la materia pri.
mordia! como fundamento para la vida más liberada de su fando de injusticias. Desde todos los ángulos que se le mire, Sancho Panza huele a posibilidades de pueblo. Esa es su más elocuente razón vital. Hasta cuando contraria a su señor Alonso Quijano el Bueno, con sus ingenuas bellacadas de rústico, con sus descomedidos regüeldos y con sus discernimientos que no suelen levantarse mucho de la tieTra que lo sostine, Sancho Panza también está dando las razones de la tierra, que el hombre tiene que hacer más habitable y justa, porque de ella se sustenta. Pero ese bachiller Sansón Carrasco, jaranero y parlanchín, acomodaticio y leguleyo, listo para pasar el rato y pasarse también de listo, amigo del cura, del rico Camacho que posee tierras, fanegas de trigo, ovejas y cabras y que respeta a la Santa Hermandad, porque la Santa Hermandad es la guardadora de un orden que le conviene a él, al cura, a Camacho y al Jefe de la Hermandad, a ese bachiller Sansón Carrasco, yo estoy por decirle, después de que van a cumplirse cuatro siglos en que paseó su regocijo disfrazado por la llanura manchega: iSocarrón bachiller, de las peregrinas bachillerías, tú engañaste y te burlaste de Alonso Quijano, porque el buen hombre estaba loco, pero ¿por qué no empleaste la misma burla y engaño con los duques, con el Obispo, con Camacho, posible aliado del señor feudal, y con el jefe de la Santa Hermandad. Te comprendo, tú no podías hacer eso porque a pesar de tu aire atolondrado de futuro serio licenciado, no ibas a virar, como merece, tu mundo patas arriba, el mundo del anti pueblo, del cual nosotros fuimos colonia y contra la que luchó Marti, a fin de modificar nuestra subconciencia colonial.
Por eso se han venido reproduciendo entre nosotros, a pesar de nuestra independencia política, las injusticias de origen de aquel antipueblo.
Hoy, su legítimo heredero en América, todavía no comprende la lucha dramática que sostienen las posibilidades de nuestro pueblo, tampoco puede comprender la lucha mucho más dramática aún, que sostiene el pueblo español contra los causantes de nuestras taras coloniales. es que a éste y aquél les es necesario el desorden de un orden en el que han venido sosteniendo todas sus arbitraridades y privilegios, sobre el trabajo y el dolor del pueblo.
Ellos han engañado y burlado el mejor ideal de justicia del pueblo, como el bachiller Sansón Carrasco al Caballero de la Triste Figura, esta triste figura que no era, precisamente, la conducta humana, social y política de Marti ni el alma de Don Quijote, sino el mito ante el cual los agentes del anti pueblo pusieron de hinojos, para, según la definición de un espíritu dilecto, hacerle voto y reverencia, en tanto que el verdadero Martí siempre estuvo a sus espaldas.
grador, la forma política y social. Pero, ahora, no queda tiempo más que para forjar los primeros eslabones, principios que luego van a darle unidad a la conciencia dispersa y fragmentaria del pueblo.
Los que vinieron a la vida, dotados de esa aptitud, de ese poder y de esa visión previsora y que, sin embargo, no pueden prever detalles ulteriores, cumplen su trayección histórica con haberse dado a la tarea normativa y funciona!
de forjar los elementos primarios de una comunidad política, social y económica. Como forjadores sin presencia, pueden desaparecer al comienzo de su obra, o pueden sobrevivir a las primeras etapas de ella. De uno y otro modo no podrán cargar con la responsabilidad de los que después reclaman el derecho de continuarla, solamente para el usufructo regresivo de invocar un nombre, eludiendo la responsabilidad de la conducta ejemplar. Por eso, cuando los forjadores del pueblo vienen a ser mitos sin el calor de humanidad en lo político y lo social, puede decirse que estos forjadores corren el riesgo de ser traicionados en su finalidad renovadora; de aquí que hoy es más urgente que nunca replantear, en nosotros, los imperativos, la finalidad y la responsabilidad de la conducta, al invocar el nombre de José Martí.
Convertir en un mito a Martí, no es más qlle vivir, paradójicamente, a la emblemática sombra de su nombre. Hacerlo sensible en la función política y social de la conducta, es continuarlo y afirmarlo en la obra. Para ser consciente con la eficacia de esta obra, una pedagogía de la conducta martiana nos es más necesaria que el mito de Martí.
Humanizar a Martí, dentro de las realidades de nuestra hora crucial, es hacer frecuente, en la conducta ciudadana, la vibración entrañable de su cercanía vivificante. Convertirlo en mito es alejarlo de nuestra atmósfera humana, en lo político y en lo social. Bello sol, entonces, que nos alumbra en la remota distancia del espacio y el tiempo, pero que no nos da calor ni fortaleza.
AHORRAR es condición sine qua non de una vida disciplinada DISCIPLINA es la más firme base del buen érito LA SECCION DE AHORROS DEL Todo clima físico, espiritual y moral, está determinado por la influencia relativa de la fuente originaria de la energía, que puede ser luz, calor o vibración de la egregia personalidad histórica. Ninguna estrella remota fecunda nuestra tierra como el Sol en cuya luz y calor nos imbuímos todos los días. He aquí que un mito viene a ser la tenue irradiación que nos llega desde la innumerable distancia de un astro muerto.
Martí, para la necesidad de orientación y ejemplo de la conducta popular, más que mito frío, tiene que ser corriente que fecundice la conciencia social. De ello tiene que estar urgida esta necesidad de la conducta política de la juventud, pues ella representa la célula más activa y renovadora del cuenpo sociológico.
Ahora que también se quiere crear, entre nosotros, el mito de la juventud, diremos que juventud no es sólo movimiento biológico, sino una actitud moral, mental y espiritual que sintonice lo proficuo del pasado y el futuro a su hora histórica, porque ella, en su presente, tamtambién es el pasado y el futuro.
Sabemos que la exaltación de la palabra es aliada de la juventud, para que ésta no se haga vieja, podemos decirle: Martí fue una juventud en perfecta función de conducta, pues él había reiterado que la palabra, cuando no es una vía ejemplar para todas las buenas causas del hombre, es una mentirosa y ligera casquivana. De modo que, para la juventud que se oriente en el nombre de Marti, palabra y conducta no serán nunca embriaguez del vino nuevo, sino cordial de la mente y el corazón, ya que el espíritu de Martí era una perenne juventud.
Toda juventud que tienda a superar nuestras realidades de pueblo en formación, ha de llevar las aspiraciones de su ideario social y politico, al plan de la conducta. Entonces esta juventud hará nacer la conciencia integradora de Martí, porque es preciso que Martí deje de ser una imagen, para la invocación y la rogativa, sino una posibilidad modificadora de etapas no rebasadas gradualmente, en el camino poco transitado que va de la colonia a la República.
Por eso, de hoy para mañana, todo problema de integración nacional que no se plantee con la ejemplaridad de la conducta, es algo desvi.
talizado y siempre al margen de la verdadera correlación entre el ideal y el hecho.
Desde mucho tiempo, Hispano América se dedicó a escamotear el hecho por medio de la retórica, porque nunca llegó a plasmarse dentro de las realidades sociales y políticas de nuestros pueblos una pedagogía de la conducBanco Anglo Costarricense El milo martiano Para Fernando Campoam Hay épocas, pudiéramos decir, de avivamiento necesario, para que el hombre, cargado con la responsabilidad y la visión de su ineludible objetivo revolucionario, se comunique espontáneamente a la masa, porque él, en su actualidad, es un fervor en función dinámica. El calor de su propia combustión ha de irradiar sobre esta masa, que vendrá a tomar, en reposo inte(el más antiguo del país)
está a la orden para que Ud.
realice ese sano propósito: AHORRAR Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica