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REPERTORIO AMERICANO 119 mexicanos que siendo revolucionarios se aislaron, se encastillaron, se encerraron en las fronteras de su patria amadísima. He leído unas cartas de Emiliano Zapata, que alguna vez cité en el prólogo de un libro colombiano sobre México. Zapata fué de los pocos revolucionarios mexicanos con una visión continental o, cuando menos, centroamericana. Zapata se dio cuenta de que la revolución agrarista debía extenderse por el sur. Envió un agente a Cuba para ver las posibilidades de lucha liberadora en la Isla entonces adormecida. Soño en una patria mexicana mas grande que México.
Pero el sueño de Zapata ha sido olvidado por muchos líderes mexicanos sordos a su realidad. No faltan entre ellos quienes se preocupen mas de Checoeslovaquia, de España o de Georgia, que de la América suya que está más abajo del río Suchiate. Por eso, no se trata de extender la Revolución mexicana como un ideal nacionalista azteca. No. Los mexicanos no sienten ese ideal expansivo. Hay que enseñárselos. La extensión de la revolución mexicana a Indoamérica debe hacerse a pesar de los patriotas y revolucionarios de México que no han seguido los ideales de Zapata. es el aprismo, el que librando a los mexicanos de todo pudor expansionista enseña a los pueblos hermanos el camino de México.
Sólo así haremos obra de justicia, de democracia, de nacionalismo económico y efectiva y nueva cultura nuestra. La unión mexicano centroamericana debe ser por eso un gran ideal. Cuando pasé por Centroamérica admiré mucho a los unionistas. Conocí a Masferrer, aquel que dijo un día desde las páginas de Repertorio ¡Nosotros también somos apristas! y le or decir: El aprismo es el unionismo centroamericano y el acercamiento defi.
nitivo hacia la hermandad con México. esto es. Por eso es que el artículo de la escritora Rostand me ha sugerido estas ideas.
Al fin he leído una página revolucionaria original, verdaderamente indoamericana, que no nos pide genuflexiones a los teorizantes europeos sino que nos señala un camino cierto y propio.
Hay que empreader de nuevo la cruzada. Hay que hacer nuestra la revolución mexicana, que es lo que el aprismo invoca. La patria mexicana más grande que México con su revolución, con su nacionalización de tierras e industrias, con su antiimperialismo y con su renovación democrática y cultural. para ello, luchar con las palabras y con la acción por la unión indoamericana. México y Centroamérica unidas serían el primer paso. La Internacionalización de los canales de Panamá y Nicaragua serían consecuencia inmediata. estos ideales que nos parecen lejanos podrían realizarse todos si empleáramos la mitad de la energía que perdemos en imitar simiescamente los vaivenes politicos sociales europeos y nos preocupáramos seria realistamente de nuestros graves y fascinantes problemas. Qué desear?
Que las palabras de la escritora Aura Rostand no queden en las ilustres páginas de Repertorio. Que se hagan vida, acción, lucha y carne de carne centroamericana. Así lo pide un aprista que le abraza!
HAYA DE LA TORRE La Iglesia curialesca en la España franquista El clericalismo, vencedor de la Masonería, van sin medias. como expresa el bando del actuaba no solapada, sino abiertamente en el Gobernador de Burgos, publicado en 19 de jurégimen nacionalista.
lio último, y que puede leerse en la prensa loAbsortos, preocupados en la difícil misión cal de esa fecha.
guerrera, los verdaderos dueños de España (los Y, finalmente. ella. en horrendo sarcasnio mandos extranjeros que tutelan a Franco. en de evangelización, ha organizado en las cár la zona interna, dominada por el terror, im celes y penales ile su zone, esas misas y comupera el clericalismo, en virtud de una fórmula riones, colectivas obligalcrias, para los misencilla: el ejército domina al pueblo, y el cle llares de reclusos que la pasión y el fanatismo to domina al ejército en sus altos mandos. han encertado entre sus muros. Con la ayuda de Dios y de su represen Tuve que asistir en Burgos a una de estas tante Franco, ganaremos la guerra. tal es el ceremonias, en el Penal, y no la olvidaré mienlema que campea en la zona nacionalista. tras vida. En presencia del Obispo, de todo el La Iglesia asiste, presidiendo, a todas las ma clero influyente, y de las autoridades, dos mil nifestaciones bélicas; bendice las armas y los seiscientos presos, en formación, encuadrados trofeos; organiza constantes Te Deums, y ro por los fusiles vigilantes, oyeron la misa. y gativas, no por la paz, sino por el triunfo y recibieron, todos. todos! la Sagrada Comupor el exterminio del contrario.
nión. Se llegó hasta el extremo de enseñar La Iglesia, que pudo ser la única y verda a los presos unos motetes. que entonaban dera mediadora en esta conflicto entre el ejér medrosa y lúgubremente. cito y el pueblo, es solamente la inspiradora Aquel canto fúnebre, no se borta de mi consibila de aquél, y llevada de un instinto san ciencia. Dos mil seiscientos hombres curtidos, guinario atavico de defensa, se ha colocado rapados ignominiosamente, vestidos pobremenhostilmente frente al pueblo.
te en su mayoría, muchos de ellos con su trágiElla. no la Iglesia de Cristo, sino la cu co final ya decretado, recibieron todos. todos!
rialesca organizada en España, con su papa (las autoridades lo decían con orgullo) la coNegro, el Cardenal Segura. es la que asiste munión.
y reconforta a los reos, víctimas de la repre Las elegantes señoras invitadas, las autorisión.
dades, todos, en fervor fanático elogiaban este Ella, infiltrada en los mandos y organiza acto de acendrado arrepentimiento y religiosiciones, sojuzgadora de la mujer, su gran padad.
lanca social, ha confeccionado esas trágicas lis Yo, que por mi cargo asistia angustiado, tas de ateos, liberalotes y masones. que han horrorizado, a aquella comunión coactiva, enmuerto sacrificados por sus ideas.
tre los muros que el terror domina, pensaba, Ella, ha levantado en Bilbao y Cádiz esos que esta imposición religiosa al vencido, al que grotescos autos de fe, empujando a una mu sufre prisión, precisamente por su idea, es el chedumbre inculta a la destrucción vesánica del sacrilegio más espantoso, la ofensa más satápensamiento y de la cultura; y ha organizado nica, que puede hacer el falso catolicismo, a e inspirado esas cruzadas de hipócrita luju Aquel que levantó su Cruz como lábaro sanria, sobre la moral y decencia en el vestic to, contra la violencia y el crimen.
que en titulares vergonzosos de la prensa. De Antonio Ruiz Vilaplana, Secretario incitan a la ofensa y a la acción directa, a la Judicial de Burgos, en su libro Doy fe.
masa contra las mujeres de vestir poco recaUn año de actuación en la España naciotado. llegando a injuriar a las mujeres que nalista. París. 1937. Pi y Margall. Colgadle el sambenito. No haya con él blandura ni piedad. Me dicen su delito. Escribir en España la verdad.
Quevedo Sabes unir en tu verso contundente y vengador la picada del mosquito al zarpazo del león.
En la Grecia de Pericles, lejos del mundo español, buscaremos tus iguales, pero no tu superior.
Bismarck (en 1898)
Merced a tus seniles reumatismos de la poltrona viajas a tu lecho, salvaje autor de horribles cataclismos, scyón de la justicia y el derecho. Qué importan ya tu rabia y tu despecho cuando la sombra de tu sable empuñas y a sombras hieres en mitad del pecho? nadie aterras hoy, por más que gruñas, decrépito león sin dientes y sin uñas.
Darwin Hasta el disco de la Luna llegará tu monumento, si en él juntamos las piedras arrojadas por los necios, Clemencin Todos decimos abriendo y leyendo los Comentarios del buen Clemencin. Pobre Cervantes, no supo su lengua. Pobre Cervantes, no supo escribir. Mas si al Quijote volvemos los ojos, sin el comento menudo y sutil, todos pufamos de risa diciendo. Qué gran pedante el señor Clemencin. De Manuel Prada en su libro Grafitos. París. 1937. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica