REPERTORIO AMERICANO 11 Trofeos de.
y al Ensueño, no es la emoción lírica la que podremos encontrar en este poeta que quiso (Viene de la página 9)
ser impersonal; pero sí hallaremos la emoción plástica tal como ésta fluye de la pintura y la había de ser imposible para quien reunía ya cimiento, el Oriente y los Trópicos, la Naturaestatuaria.
tantos elementos esenciales.
leza y el Ensueño.
Los Trofeos, ciento dieciocho sonetos publiCon estas palabras Piñeyro no hace más que Muchos de estos cuadros, especialmente los cados en forma de libro en 1893, junto con los estimular el intimo y secreto afán de gloria que de la edad antigua, acusan la imitación de los Conquistadores del oro y tres adaptaciones de abrigaba el joven Heredia, para quien era im viejos moldes clásicos junto con una labor pafragmentos del romancero del Cid, representan perativa consigna mantener en la historia el ciente de adaptación y calco de formas o imáuna labor de treinta años. Su aparición, largalustre de su apellido. De regreso a Francia, genes de poetas de todos los tiempos. Sin emmente esperada, pues algunos sonetos del voHeredia ingresó en la Universidad de París y bargo, la personalidad poética de Heredia surge lumen figuraban desde hacía tiempo en antose inició en las disciplinas del derecho, que inconfundible y única a través de ese procedi logias, se anticipó gracias al propósito de Heluego abandonó. Cursó, además, el programa miento de artífice del mosaico. Nunca mejor redia de presentar su candidatura para ocupar completo de ese admirable instituto de arqueolo que en este caso cabría afirmar que el estilo un sillón en la Academia Francesa. En tal emgía y paleografía que se llama Ecole de Char es la originalidad. Eugéne Langevin admiraba peño triunfó un año después, sin gran esfuertres, y cuyo objeto fundamental es formar ar en Heredia el arte de hacer original la imitazo, frente a otros candidatos entre los que fichiveros y bibliotecarios. Los estudios que He ción. La originalidad de Heredia no está en guraban Emile Zola y Paul Verlaine. Para aspiredia realizó en esta escuela contribuyeron a las ideas, ni siquiera, muchas veces en las imárar a esa distinción que ambicionaba, llenó tamfijar su orientación literaria: toda la labor de genes; está en su arte peculiar de combinar bién la formalidad de obtener su carta de ciuHeredia acusa la paciencia del paleógrafo y la las palabras para producir un efecto determidadanía francesa. Francés. no lo era espiridevoción del arqueólogo; y además, al hábito nado; está en su sistema propio, musical y plástualmente desde la infancia. adquirido en el manejo del material histórico tico a la vez, de provocar la emoción estética. Al acogerme en vuestra compañía dijo debe atribuirse su preferencia por aquellos mo La musicalidad de las palabras como armonioso en su memorable discurso de recepción hativos de inspiración que la poesía puede des marco a la plasticidad del concepto; he ahí una béis consagrado mi adopción por Francia. Siementrañar de la historia del mundo.
síntesis de su manera. Obra de escultor o de pre supe querer a Francia. Era la patria de mi Visitaba Heredia los cenáculos parnasianos: pintor son, por lo general, sus sonetos, donde inteligencia y de mi corazón. La he amado desallí, siguiendo la huella de Leconte de Lisle, la línea y el color prevalecen, Si se exceptúan de la cuna. Su lengua fue la primera cuyo cande Théopile Gautier, de Baudelaire, de Ban algunos sonetos consagrados a la Naturaleza to conoci en la voz maternal. Es al amor de ville, y en fraternal consorcio con Sully Prudese noble idioma, el más bello que, después de homme, Leon Dierx, Francois Coppée, Armand Homero haya nacido en labios hur a lo Silvestre, Catulle Mendes y toda la lira juvenil que debo sentarme entre vosotros. Gracias a de aquel tiempo, adquirió singular renombre Los hechos honrosos vosotros, señores, y nunca sabré agradecerlo como cultivador esmerado de la forma poétideniasiado, soy dos veoes francés. no es sólo ca. Nadie como él para hacer poesía impersoComo esta defensa (la de Sexto al poeta a quien honra vuestra elección: el honal, conforme al dogma del viejo maestro de Roscio Amerino) le hizo tanto nor refluye sobre nuestra hermana Latina, Eslos Poemas Bárbaros, o para seguir el consejo honor en su mocedad, la recordaba paña, y va más lejos aún, llega hasta el Nuevo de Thóphile Gautier: esculpe, lima, cincela.
en la vejez a su hijo con mucha Mundo, que se disputaron nuestros antepasaSolazábase Heredia en la lectura de los viecomplacencia, recomendándole como dos comunes, más allá del Océano que baña jos cronistas del Nuevo Mundo, y acaso si al el camino más corto para llegar a la isla deslumbrante y lejana donde nací.
guna vez pensó cimentar su fama, más que en la gloria y a los honores de su pa.
Nunca olvidó Heredia su isla natal, deslumel verso, en una obra, de largo aliento, en pro tria, el defender la inocencia perse brante y lejana. La recordó en los tres sonesa: la historia de la conquista de América, en guida, sobre todo cuando la opre. tos. únicos versos escritos por él en castellacuyas páginas viviría perpetuamente la gloria sión venía de los poderosos, como no que consagró al centenario de su primo ancestral. No llegó a acometer tal empresa, peyo hice muchas veces, dice en su herniano y homónimo: el cantor del Niagara.
To sí tradujo en francés de la época de Montratado De Officis, y particular La recordó también en su soneto Brisa marina, taigne y en estilo que éste no sabría desdeñar, mente en la defensa de Roscio, evocación nostálgica del trópico antillano: la Historia verdadera de la conquista de la Nuecontra un hombre tan poderoso va España, escrita por Bernal Díaz del Casticomo Sila.
El cortijo y el páramo, irvierno ha despojado dlo a fines del siglo xvi. La traducción de Hede sus flores, y todo ha muerto. En grisea roca Tedia representa diez años de laborar, es admi(En el tomo de la Vida y donde, sin fin, la onda del Atlántico choca, rable por su claridad y su elegancia.
Discursos de Marco Tulio Ci del último pistillo pende el pétalo ajado.
No había de confinarse, sin embargo, en el cerón. Biblioteca Clásica.
campo de la erudición histórica quien poseía Madrid. 1917. Pero no sé qué aroma tan sutil, exhalado tan refinado talento poético. La fórmula adedel mar, me trae la brisa; y de embriaguez cuada para el temperamento de Heredia no era sofoca otra que hermanar con la poesía su afición Estos arzobispos.
mi corazón su efluvio, que algo extraño en mi a los estudios históricos. Adquirió la idea de evoca.
escribir, siquiera en parte, ya no la historia, sino ¿De dónde viene el soplo cálido y perfumado?
la epopeya de la conquista de América tema Estos arzobispos que andan por la América que siempre le sedujo, por encentrarse ligado del siglo XVIII respirando renacentismo, ha¡Ah, si! lo reconozco. Viene de tres mil millas, a sus tradiciones de familia y forjó una arblando en términos liberales, son el vivo ejemdel mundo en cuyo serio las azules Antillas moniosa columna de pareados alejandrinos que plo de las tremendas contradicciones que conbajo el ardor cimbréanse del astro de Occidente.
instituló Los conquistadores del oro y que preturban a los hombres cuando está ocurriendo sentó como prólogo de un vasto poema épico: algún tránsito brusco en la historia. El mundo desde el peñón kimrico, que bate ola coléLa derrota de Atahualpa.
viejo, que es el suyo: el que les está nutrien rica, Nunca terminó el poema. Concibió otra fordo, el que sostiene sus iglesias, el que enaspiro, en esa ráfaga de aiie natal y ardiente, ma de epopeya sobre tema más vasto: la his gorda sus curas, les toma de las faldas con la flor que abrióse un día en el jardin de toria de la humanidad en sonetos. Así nacieron una resolución desesperada. al propio tiem América.
Los Trofeos, epopeya fragmentaria, donde cada po una corriente tumultuosa y brillante de soneto, es un cuadro histórico y cada cuadro ideas nuevas les sume en ambiciosos impetus Tan delicado simbolismo e no es aplicable a es un trofeo del pasado. Esta concepción épica de liberación. Son ellos, claro está, insinceros. la sensibilidad poética de Heredia que, al igual en forma fragmentaria no era nueva: entre No pertenecen resueltamente, ni pueden perte. que esa flor innominada, brotó en el jardín de otros, aspiraron a realizarla Víctor Hugo en la necer, ni al pasado ni al presente. Viven en América para ir a derramar su aroma en tieLeyenda de los siglos, y Leconte de Lisle en sus equilibrio inestable y tienen que acudir con rras de Francia. diversas series de Poemas Bárbaros idea aná frecuencia a la traición para conceder a lo ¡Digno heredero de sus antepasados, los conloga, aunque en molde diferente son una su tradicional lo que ya le han obsequiado a lo quistadores que en su blasón estamparon una cesión de cuadros que presentan, a modo de revolucionario.
palmera de oro, este poeta que fue del Nuevo calidoscopio fascinante, las etapas culminantes hacia el Viejo Mundo a la conquista de un de la historia del mundo: Grecia y Sicilia, Ro(De Germán Arciniegas, en ramo de laurel!
ma y los Bárbaros, la Edad Media y el Renalibro Los Comunetos. Bogotá. 1938. Londres, 1938.
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