76 REPERTORIO AMERICANO Para Eduardo Mallea doda la devorante fuerza de este continente tiende con desesperación a la voz (p. 15 y 16. El escritor, en la citada proposición, pinta con acierto el drama sudamericano. La devorante fuerza del continente ha presionado en tal forma al hombre inmerso en el mar terrestre y no atina a ver su alma. La literatura más valiosa de América española tiene por personaje de fondo y casi por personaje epónimo el paisaje devorante del continente.
Pero por fortuna ya hay algunos signos en la novelística (forma epopéyica, por lo tanto, primitivismo estético) sudamericana del hailaz.
go del hombre: novelas mejicanas, ecuatorianas, argentinas, chilenas y uruguayas comienzan a ser menos vegetales para ser más humanas.
El mismo Eduardo Maljea, aunque no conozco más que el opúsculo que comento y su pulido relato subjetivista titulado: Nocturno europeo, es un escritor del nuevo tipo. sea: hombre que busca y encuentra la voz y la expresión de esta América rural e inocente.
La dictadura espiritual de Europa tiene que terminar algún día en Sudamérica. Así lo exigen el decoro y la dignidad de los hombres y los pueblos del continente de Sarmiento y Lastarria.
La gallardía conceptiva de Mallea es lección viva, viva por la fertilidad del tema, tem que promete completar con una Introducción al estudio de los nuevos valores argentinos. Mientras tal promesa se cumple, me complazco de haber leido a tan eficiente poeta del pensamiento, de esta patria grande de mañana.
tonces continúan sentados sobre los árboles.
hablando mil tonterías. Cada sábado, según creo, les asalta vago sentimiento, débil conciencia, reminiscencia lejana; y allí siguen quietos, con los rostros encantados, secos por el humo y por la vanidad y con aspecto eminentemente trágico, como pueden tenerlo los monos; con los vivarachos ojos, velados por el humo, contemplan el universal crepúsculo humeante y la oscuridad de las cosas indescifrables y confusas; total incertidumbre e ignorancia e xisten en ellos y en tal espectáculo. y por comentario de todo, óyese, de tiempo en tiempo, confusa algarabía o maullido discordante; ia más real, la más trágica de las farsas que puede concebir el espíritu del hombre o del mono! No habían hecho uso de sus almas, y por tanto, las perdieron. Su santificación el día del sábado consiste ahora en treparse sobre los árboles, lanzando discordantes gritos, en tanto que, vagamente, recuerdan que hubo tiempo en que tuvieron alma. No has encontrado jamás, oh viajero, algunos miembros de esta tribu? Creo que en nuestros días se han multiplicado bastante.
Los monos del Mar Muerto Por TOMAS CARLYLE Dos fragmentos de Pasado y Presente. Ediciones de La España Moderna. Madrid Pocas narraciones hay, sin duda alguna, en la historia o en la mitología, más significativas que la referente a Moisés y a los habitantes del país vecino al Mar Muerto. Una tribu de hombres habitaba las costas del lago Asfáltito; los que lo formaban habían olvidado. como todos nos inclinamos a hacer los hechos constitutivos de la Naturaleza, y, contentándose con las falsedades y apariencias, cayeron en triste condición, deslizándose hacia otro lago mucho más profundo. En tal esta do, plugo al cielo clemente enviarles al profeta Moisés con palabras de aviso, de las que pudieron haber sacado no pocas medidas curativas. Pero no: los hombres del Mar Muerto. como todas las variadas especies de esclavos, en presencia de los héroes o de los profetas no descubrieron bondad alguna en Moisés: escucharon los avisos mosaicos con enojo real, con ligera mueca de desprecio, con irónica sonrisa y con fingido bostezo; en suma, dieron a entender que no veían en él más que a un enbaucador y a un majadero. He aquí la cándida teoría que los hombres del lago Asfáltito formaron respecto a Moisés: que era probablemente un embaucador y, ciertamente, un ina jadero.
Moisés se aleja; pero la Naturaleza y sus rigurosas veracidades, no se alejan jamás. Los hombres del Mar Muerto, cuando después los encontramos, estaban todos convertidos en ironos (1. sentados sobre los árboles y haciendo muecas de la manera más natural; charloreaban, produciendo confusa algarabía y enormes necedades, y encontraban el universo metamorfoseado en centro de charla. El universo se ba trocado en centro de charla para estos monos, que lo tienen por tal. Desde enUna de las cosas más divertidas es la creencia de que la libertad del hombre consiste en acudir con el voto a las urnas electorales y decir: Ved, ahora represento la diezmilésima parte de un orador en el mentidero nacional. no me serán los dioses propicios. La Naturaleza, al presente, muéstrase bondadosa; pone estas ideas en la cabeza de muchos, de casi todos los hombres. Esta libertad particular que se compra con el aislamiento social, por virtud de la que cada hombre se encuentra separado de los demás, sin más relación que la del saJario, es libertad como pocas veces ha visto la tierra; y la tierra no la tolerará mucho tiempo por grande que sea el elogio que hagáis.
Esta libertad se transforma, antes de permanecer mucho tiempo en acción, antes que los hombres le hayan arrojado sus sombreros, en la libertad de morir de hambre dos millones de obreros; en la libertad más fatal aún, de 1) Sole: Kerán (Introducción. 3853 SALVAJES CON CHISTERA. eso somos Madera de Emilio Prieto Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica