REPERTORIO AMERICANO 72 Palabras de recuerdo Colaboración. Son José de Costa Rica, diciembre de 1938 que BAIXENCH No puedo pasar inadvertida la fecha del 14 de diciembre en que se cumple el primer aniversario luctuoso de la entrada en las re.
giones de lo eterno de la amada amiga, meritísima dama doña Ani.
ta Huete de Jiménez, cuyo tecuerdo guardo con devoción en el relicario de mis cariños. Hija del caballero don Francisco Huete y de su virtuosa compañera doña Eudoxia Sáenz, sobresalió desde muy joven por su clara inteligencia, sus virtudes, su gracia y su belleza. En plena juventud unió su destino al elegido de su corazón don Roberto Jiménez Sáenz, y fue la noble esposa de aquel hombre modelo, formando su hogar que fue gala de la sociedad josefina.
Dos hijos bendijeron esta unión: Inesita, angelical criatura que vivió para el bien y la piedad y se adelantó a su madre en el viaje al más allá, dejándole una herida profunda. y Max, dilecto amigo, poeta y artista, ausente hoy de la patria, digno heredero de la virtud de sus mayores y a quien en unión de su gentil Menchita, de.
dico estas palabras.
Ellas brotan del ccrazón; están permeadas en el reguero esplen.
doroso que fue ella dejando en mi alma amiga, como deja un as.
tro su estela cuando cruza el bruñido cielo en la oscura noche, inconsciente del fanal lleva!
Sus viajes por todas partes del Mundo, buscando con ternura infinita los progresos de la ciencia para Inesita, son una cruzada maravillosa que coronó con éxito los anhelos de su alma fuerte y valorosa. esta riquísima experiencia adquirida en tan distintos países, idiomas y costumbres, robus eció su carácter dándole un amplio criterio para contemplar la vida y remediar con holgura las necesidades ajenas. manos llenas derramó el bien; sembró la dicha en los corazones de todos los que la frecuentaban e hizo de su casa un templo de caridad, en donde oficiaban el acendrado el esposo y los hijos, el culto a la familia y a la amistad, y una misericordia santa por el desamparado, nota saliente de su fervor cristiano. Todavía vibra el pasaje Jiménez con su gesto caritativo! En horas de crisis, cuando la plétora de los sin trabajo angustiaba la vida nacional, ella reunía grupos de obreros a quienes dio el pan cotidiano por mucho tiempo, hasta mejorada la situación; y entonces enfocó sus actividades por otros canales, llenando de jú.
bilo a muchas familias con el privilegio de su sonrisa y la generosidad de su mano.
Su ausencia tan sentida es solamente una pausa, un compás de espera en este drama de la vida que todos representamos. Pero tiene un ritmo secreto, que es la quietud del corazón, que no sabe de separaciones ni de tristezas, porque mora ya en la Paz divina de las Esferas, consciente de haber cumplido sus múltiples deberes.
Quisiera que mi agradecimiento palpitara al unísono con el amor de la familia toda, a quien renuevo en este día mis senti.
mentos de profunda adhesión.
MARÍA DE TINOCO Doña Anita Huelle de Jiménez amor por a dona En imagen y en espíritu recordamos hoy Anita Huete de Jiménez, y publicamos con gusto el merecido elogio que de ella hace Dña. Maria de Tinoco, su amiga fiel.
Hace un año se fué Dña. Anita, con pena mayor de los suyos (por familia y por amistad. decimos de los suyos por amistad. porque fué buena y compasiva con el prójimo. La bondad del alma se le salia a la cara, se le sentia en su voz acogedora, en su manos abiertas.
No dijimos entonces que a ella le debió alguna vez este semanario protección inteligente. Actitud ejemplar la suya. Consle, pues.
Pero el mayor titulo de Dña. Anita a la consideración general y a la fama, es haber sido la madre de un poeta y artista de la originalidad y alcances de Max Jiménez, tan conocido de nuestros lectores afuera, porque fue por años amigo y colaborador del Repertorio Americano.
de Elogio de Gutiérrez Nájera Por encima de todos, la vida Mi gran maestro. dijo Gorki fué un francés: Balzac. Me acuerdo que, al leer sus no.
velas, yo alzaba la página hasta la luz de mi lamparita, le daba vueltas en todos sentidos, la examinaba de cerca, asombrado. Pero. en donde se esconde tanta vida y tanta fuerza explosiva como la que hay en estas páginas. En dónde reside el terrible secreto. los grandes maestros rusos? Dostoyewski y Gogol. No, no. De los rusos, sólo Leskof. Ningún otro. Pero, por encima de todos, la vida. Yo he amado mucho al hombre que sufre. Nada más. De Eleni Samios, en La verdadera tra.
gedia de Panait Istrati Ediciones ERCILLA.
Santiago de Chile. 1938. Por su imparcial y vasto corazón es aún más notable Manuel Gutiérrez Nájera que por el marfil y oro de su verso; va por el mundo como fuera de él, no porque a la hora de la fatiga no le conozca las prácticas y bastidores, y pueda en él lucir y guiar, sino porque tiene en sí y en su recuerdo vívido de las obras de beldad excelsa, como suprema y preferible compañía. Las dos aristocracias tiene: la de la indulgencia y la de la admiración. Quien no sabe excusar y admirar es infimo. De Nájera no podría decir Goethe, como en el libro de los proverbios del Diván, que a la poesía la echa del mundo el poeta. Su alma es elegante y altiva. José Martí, Obras. Vol VII. Habana. 1909.
Edición de Gonzalo de Quesada. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica