AntifascismCivil WarDemocracy

REPERTORIO AMERICANO EDITOR: GARCIA MONGE CORREOS: LETRA TELEFONO 3754 En Costa Rica: Suscrición mensual 00 EXTERIOR: EL SEMESTRE: 50 EL ANO: 00 o. am.
SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo es la única propiedad plena del hombre y fesoro común que a fodos igualo, por lo que para la dicha de la persona y la calma pública, no se ha de ceder, ni fior a otro, ni hipotecar jamás. José Martí.
Giro bancario sobre Nueva York THE GETTYSBURG ADDRESS Four score and seven years ago bur fathers brought forth on this contra new nation, conceived in libertid dedicated to the proposition this are created equal. Now we engaged in a great civil war, tot that nation, or any nation so cute and so dedicated, can long and are met on a great battle Sr.
We have come to delicate of that field as a final res bose who here gavel Balion might veis u a larger ense, ronde Tag aho von rin 1012 15, so rat rom devo they al nos this vement of the COM the don shall not perish nuestro corazón, que no hayan muerto en va.
no, que la nación, con la ayuda de Dios, conozca un nacimiento de la libertad y que el Gobierno, por el pueblo y para el pueblo, no desaparezca de esta tierra. Con qué emoción lee un republicano español estas palabras, al cabo de tres cuartos de siglo de haber sido pronunciadas! Todos las podríamos hacer nuestras. Luchamos por la libertad contra los que nos quieren sumir en la esclavitud. Queremos que todos los hombres sean iguales, frente a los que pretenden establecer diferencias nacidas de la raza o del imperio. Nuestra guerra demostrará si puede o no puede haber en el mundo naciones libres. los que sobrevivan a la lucha deberán completar la obra que los muertos fecundaron y sacrificarse sin límites para que España goce del renacimiento de su libertad y del gobierno por el pueblo y para el pueblo.
Así como Lincoln tomó sobre sus hombros un empeño que había de cambiar las rutas del género humano, así los antifascistas españoles nos encontramos llamados a defender las esencias del cristianismo, la civilización occidental, la herencia de las tres grandes revoluciones engendradoras de la democracia contemporá.
nea. No hace falta que templemos cada día que es imposible superarnos en el heroísmo ni en el sacrificio. Pero debemos prevenirnos para el día siguiente, que no significará un descanso sino una nueva y gravísima etapa de la tragedia mundial. Si la confabulación de los criminales, los cobardes, los egoístas y los obcecados consigue hundirnos, en el mismo momento en que dejemos de ser la resistencia empezaremos a ser la reivindicación. Los insen.
satos creen que moriremos con nuestra muerte. Muy engañados andan. Nuestra muerte sería nuestra inmortalidad, si, en fin de cuentas, como reclama la justicia y como apetecen todos los pueblos li.
berales (los pueblos, no sus gobiernos) la victoria corona nuestro esfuerzo, estaremos llamados ya que nadie tendrá tanto prestigio como nosotros a crear los nuevos modos de la añeja civilización.
Aunque sólo sea, como dijo Lincoln, para que nuestros muertos no hayan muerto en vano.
Abraham Lincoln está diciendo su memorable discurso de Gettysburg Palabras americanas Por ANGEL OSSORIO GALLARDO De Derechos del Hombre. Buenos Aires, julio de 1938.
somos nosotros sentido más profundo, no quienes podemos consagrar o santificar este suelo. Los héroes, vivos o muertos, que han combatido aquí, le han santificado demasiado profundamente para que nuestras débiles fuerzas puedan poner o quitar nada. El mundo olvidará lo que decimos hoy pero lo que ha sido realizado en este suelo, no lc olvidará jamás. Los que vivimos todavía, debemos dedicarnos a acabar esta obra que los combatientes han logrado llevar tan lejos. Consagrémonos a la gran tarea que queda por hacer y, siguiendo su ejemplo, sacrifiquémonos por la causa que les hizo agotar aquí sus últimas fuerzas. Debemos desear, desde el fondo de La honrosa tradición Lincoln, el glorioso Presidente de los Estados Unidos de Norte América, mantuvo, como es sabido, la guerra de secesión, no sólo para conservar la unidad del país sino principalmente ya que ésta fue la causa de la lucha para abolir la esclavitud. Por ella aquel hombre singularísimo, que de leñador trashumante se eleva a abogado popular y efi.
caz y desde esa situación asciende a la de Jefe del Estado, es una de las más grandes figuras de la Humanidad. Nada falta para su consagración. Llevó una vida ejemplar, batalló siempre por la justicia, consiguió redimir a los siervos y murió asesinado por un ciego partidario de la esclavitud. Cuando se considera la maldad asombrosa de unos hombres que provocan una guerra cruelísima y dividen su propia patria, recién creada, para mantener esclava a la raza negra, se comprende la magni.
tud de la figura de Lincoln que encarnó la causa contraria, consiguió hacerla triunfar y fue sacrificado en aras de su idea y de su obra.
Quiero hoy evocar unas frases suyas, parte de un magnífico discurso magnífico en su sencillez diáfana que pronunció al inaugurar en Gettysburg un cementerio de soldados del ejército libertador. Son éstas: Hace 87 años nuestros padres crearon en este continente una nueva nación libremente concebida y fundada sobre el principio de que todos los hombres somos iguales. Nos encontramos aho.
ra comprometidos en una guerra civil que debe demostrar si esta nación u otra cualquiera, concebida y fundada de este modo, puede vivir largo tiempo. Estamos ahora sobre uno de los campos de batalla de esa guerra. Queremos consagrar este suelo a los que hicieron aquí el sacrificio de su vida para que la nación pudie.
se vivir. Justo es lo que hagamos. Pero en un Dedicados esos estudios. Véase La interpretación pesimista de la sociologia hispanoamericana. Caracas. 1938. unos a los grandes hombres de América, otros a hechos aislados de la vida continental, pueden parecer fragmentarios, y quizá lo son, pero están unidos todos por el propósito de descubrir la otra tradición histórica que es también genuinamente americana: una tradición de principios intelectuales y morales, que nos equipara a los pueblos europeos; una tradición de aspiraciones colectivas y de ideales políticos jamás domeñada, ni aún en las épocas más duras; una tradición también de hombres de Estado, de pensadores serios y de trabajadores honrados, que en la mayor parte de los paises hermanos han realizado ya la reorganización republicana de la Patria.
Es en esa tradición y en esos hombres donde es preciso estudiar el verdadero sentido de la vida colectiva americana y su orientación íntima. Esa tradición es lo que legitima nuestras ambiciones a un orden político superior, y es una promesa de que se realizarán.
Esa tradición precedió al nacimiento mismo de la nacionalidad puesto que los Libertadores emprendieron la creación de la Patria.
con el simple propósito de desligarla de la dependencia extraña, sino también para encarnar en ella un sincero ideal republicano y fundar para todos un hogar seguro y digno. De Augusto Mijares, en el susodicho folleto)
no Con la CENTRAL DE PUBLICACIONES Avenida Juárez, Apartado 2430. México México. Tels. Eric. 59 75 y 208 38 Méx. 94 30, consigue Ud. este semanario. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica