SandinismSandino

136 REPERTORIO AMERICANO lo hacían, los Estados Unidos empeñarían su prestigio en que se les desarmaría por la fuerza. He aquí lo que al respecto relata (pág. 23) el descarado de Somoza. Fuimos llamados por el general Moncada, quien nos habló en la siguiente forma: Yo no tengo deseos de inmortalidad, es decir, no quiero ser un segundo Zeledón (nicaragüense muerto por marinos norteamericanos en 1912. Ya estoy viejo, y si puedo vivir algunos años más, cuánto mejor. Les digo esto, a propósito de la intervención americana, es decir, que yo no ira a la lucha contra los ejércitos americanos.
Todos los generales convocados por Moncada a cataron la decisión de rendirse a las tropas in vasoras del Tío Sam; todos, excepto Sandino, quien tuvo que ocultar sus intenciones y reti.
nirse cuento antes con un puñado de hombres de su parecer, para no darse al sacrificio prematuramente. esto es lo que pari Somoza constituyó la traición de Sandino a su jefe, el generalisimo Moncada! Traición hubo, alta traición imperdonable; pero no de parte de Sandino, sino de parte de Moncada y de los que tomaron el partido de Moncada, que entregaron las armas que le habían pedido a México y que México les había regalado percibiendo Monca.
da, por cada rifle entregado a los invasores yanquis, diez dólares tan infamantes como las treinta monedas del Evangelio.
Tan abyecto es el carácter y el criterio de Someza y de sus colaboradores en el libro que comentamos, que cree mancillar la honra de Sandino contando cosas como ésta. Pág. 46 et seqq. Estamos en el mes de julio de 1927 y se han hecho uso de todos los medios (ofertas de alto empleo, ofrecimiento de dinero) para que Sandino ceda al imperativo del patriotismo sereno y consciente. Se han agotado los medios amistosos y pacificos (halagos promesas, amenazas. llegándose la clusión de que hay que proceder en forma enérgica para someter a Sandino. El capitán Hatfield (del cuerpo de infanteria de marina de los Estados Unidos) hizo circular en todas las ciudades y poblados la siguiente hoja suelta: a conAugusto Sandino El verdadero Sandino Por ANTONIO MIRADOR Envio del autor. México, febrero de 1938 todos aquellos que pueda interesarles: Augusto Sandino, en un tiempo General de los Ejércitos liberales, es ahora un individuo fuera de la ley, en rebelión contra el Gobierno de Nicaragua Por consiguiente, aquellos que ander con él, o permanezcan en territorio ocupado por sus fuerzas, lo hacen bajo su propia responsabilidad, y ni el Gobierno de Nicaragua, ni el de los Estados Unidos serán responsables por los muertos o heridos que resulten de las operaciones militares de las fuerzas americanas en el territorio ocupado por Sandino. Hatfield, Capt. Marine Corps Comanding, Nueva Segovia.
El título de este articulo es el del libro que, con la colaboración de todo un estado mayor de escritorzuelos pervertidos, ha publicado el general Anastasio Somoza, presidente de la República de Nicaragua, por la gracia de la guardia nacional que dejaron los soldados yanquis en la Tierra de los Lagos, y en virtud de haber asesinado al general general de veras Augusto César Sandino.
Se trata de un volumen editado para justifi.
car ese asesinato. Con anterioridad, el dicho Somoza se había declarado responsable dei crimen de la noche del 21 de febrero de 1934.
Ante la opinión de sus conciudadanos y del mundo, quiso el asesino confeso justificar su acción. Falto de cultura se rodeó de los mediocres intelectuales que le sirven a sueldo, y preparó el libro de que nos ocupamos. El resultado ha sido muy distinto del que Somoza se figuraba. La lectura de esa obra demuestra alto heroismo, patriotismo purísimo de parte de San.
dino; infinita cobardia, perversidad monstruosa, e imbecilidad sin atenuante, de parte de Somoza.
En numerosos discursos públicos, en abierta declaración al presidente Sacasa. quien Somoza derrocó para asumir la presidencia, tras de breve y ridiculo interinato en todas las formas posibles. Somoza ha manifestado que considera gloria para sí el haber tomado a Sandino a mansalva para asesinarlo. En El Verdadero Sandino ha pretendido presentarnos al héroe ni.
caragüense como un monstruo. he aquí que lo que logra es confirmar la opinión mundial opinión norteamericana inclusive sobre la grandeza de Sandino, así como poner de manifiesto su propia vergüenza y la de su tío carnal, el general José María Moncada, de quien es hechura en más de un sentido.
Pero veamos algunos pasajes del tristisimo libro.
Alega Somoza que Sandino era un traidor.
Que traicionó a Moncada, a la sazón generali.
isimo de las fuerzas liberales en revolución contra las fuerzas conservadoras, Apoyadas las primeras por el gobierno de México y las segundas por el de los Estados Unidos, aquéllas estaban a punto de triunfar, cuando intervino en la contienda in representante personal del presi.
dente norteamericano, quien declaró que ambos bandos debían deponer las armas, entregandolas a marinos estadounidenses, y que si asi no Interrumpamos la lectura del libro que comentamos para señalar la amenaza dirigida a los que permanezcan en territorio ocupado por las fuerzas sandinistas. No eran esas palabras vanas. En las operaciones militares de las fuerzas americanas en el territorio ocupado por Sandino se derrochó crueldad como la que se ha desatado sobre las poblaciones de España y China. Aviones de bombardeo de la marina norteamericana, con el fin de restarle a Sandino apoyo de parte de la población civil, se dieron a destruir villas y poblados nicaragüenses, ha(Concluye en la página 140. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica