AnarchismViolence

REPERTORIO AMERICANO 137 Un maestro: Joaquín González Por JUAN TERAN Capitulo sacado del precioso libro: La salud de la America española. Casa editorial Franco lbero Americana. Paris.
PLSID Uno de los mayores estímulos indispensable hasta entonces, Na.
para las esperanzas en el porvedie menos polémico ni menos im.
nir de nuesra América es la preperioso porque era la negación de sencia frecuente, en su historia, la arrogancia y de la violencia y de grandes individualidades.
hasta carecia del airón de los oraNo caracterizan los períodos de dores que reemplaza para el placer su desarrollo talo cual corriente de las muchedumbres las infuias de ideas, tal o cual aspecto colecmarciales.
tivo, sino la prevalencia de tal o Era fundamentalmente un maescual caudillo, que imprime a su tro, es decir, el hombre que tiene tiempo el color y el calor de su el amor de las ideas y la ambición pro elitismo.
de contagiarlas.
Este contraste entre grandes vaTai calidad le venia a González lores personales y el bajo nivel de de un abundante surtidor intimo: las masas, obedece a una ley de hijo de una aldea perdida entre compensación. Es una simple iluserranías, nacido poeta y artista.
sión de óptio en cuya virtud paFué invariablemente un enterne.
recen más altas las cumbres porque cido amador de la naturaleza y de son más bajos los valles. los hombres, visible en el panteis. Es quizá debido al tipo indivi.
mo de sus montañas. en sus dis.
dualista de la formación social acursos sobre los Pactos de la Paz, mericana. en sus leyes de protección obrera Puede hacerse la crónica de los que más que polítios fueron de ins.
pueblos americanos, con más fidepiración filosófica, en sus homilias lidad que en otros. valido de una pedagógicas, en el simbolismo de sucesión de biografías o una galesus fábulas, ardid de maestro que ría de bustos.
consiste en vestir las ideas descarEse poder renacentista que asunadas para que se paseen y platiquen men los hombres directores es qui.
entre los hombres.
zá debido a las condiciones proPero no ena simplemente un arpias de sociedades incipientes en tista, en cuanto pudiera recluirlo en las que el apremio y la diversidad la obra solitaria, porque su tolerande las faenas que toda construccia por las ideas, su simpatia hu.
ción impone aguzan la visión y mana lo llevaba a engrandecer su multiplican las facultades.
armonia interior concertándola con Joaquín González No tenemos en Estados Unit las resonancias que despertara en dos nos decía Edwards Ross, el otras almas.
los grandes civilizadores de Amé creciente inquietud que contagia su escritor norte americano autor de rica y en el momento de desapare fiebre al ambiente y difunde la No era su bondad la máscara del sonados libros sobre China y Sud América. hombres como Joaquin cer, uno de sus hombres de más temperatura social que la forma escepticismo que florece la indiferencia sonriente o la frialdad eleV. González por la vastedad del amplia visión, pues, siendo artista ción de la cultura requiere.
y poeta, era un filósofo y un es Habia terminado la era marcial gante. Su indulgencia, su serenidad, dominio intelectual.
tadista.
y politica: tuvieron esa calidad los la suavidad de su gesto eran formas Fué, sin duda, González un hom Joaquín González quedará en la instrumentos de que se valieron de su fe en la capacidad del alma bre extraordinario y una inteligen historia como un personaje repre los civilizadores para abrir canales humana para el bien, en la virtud cia universal. Había penetrado en sentativo de la transformación del a la cultura, como sirvieron tamredentora del amor, en el imperio la historia, en la filosofía, en la pais argentino al terminar el pri bién a los negadores para cegar de la armonia como ley de la vida educación, en la poesía, en la le mer siglo de vida civil.
los.
y del cosmos.
yenda.
La escasa minoría selecta que Pero los frutos habían comenza.
No estaba para el la realidad en En otro país, de cultura sedimentada, favorable para la espe trascurso vió poco a poco codividirigió sus destinos durante ese do a madurar.
la naturaleza, de cuya observación Hubo entonces quien aspiró a queria extraer Bacon, como de un cialización, habría dejado una dir su predominio con nuevos ve gobernar con la palabra, como en almacén, las provisiones para el gé.
bra de artista cabal y perfecta. nidos, por razón de cumplirse sus el ágora, pero su serenidad de ora.
nero humano, ni creia que la má.
qui debió engañar su ansia de enpropias previsiones.
dor recuerda el relato griego del xima verdad esté en la pura cere.
sueño y de evocación con vislumbres fugaces, como el peregrino Mitre y Sarmiento, en la segun efebo que da su examen de estoi. bración, como Descartes.
manteniéndose imperturba Era un discipulo del estetismo su sed con el agua recogida en el da mitad de ese siglo, diseminaron cismo escuelas y bibliotecas que alum ble mientras una bestezuela escon científico de Goethe, pero, menos hueco de la mano.
braron, como luminarias vacilantes dida bajo su clámide roe sus entra. marmoreo que ell maestro, amaba la Mezcla de artista, de sabio y de de caminos campesinos, con fulgor nas. El orador desde la tribuna de ciencia como un camino de contem.
monje, tuvo la pasión de la natuentrecortado por los vientos, pero la plaza de la Victoria, mientras placiones maravillosas y también de raleza, el sentido del misterio y el gozoso afán inagotable de conoa sú amparo pudieron aventurarse buscaba aplacar las pasiones con bienes para la felicidad humana, hasta las universidades los cami el beleño de sus citas clásicas, po mas no tenía el fanatismo de la ciencer.
nantes ansiosos de mayor luz, des día ver la columna de humo del cia porque sabía que ésta no basta Su inspiración era inmensa, co de sus terruños lejanos y desier recoldo reencendido de la anarquia para otorgarla.
mo su capacidad de emoción de tos.
y su oido prevenido recoger el eco Podríamos situarlo entre los hom.
lante de todos los paisajes, en to Voces desconocidas comenzaron del alarido del malón.
bres del Renacimiento que culti.
das las latitudes del espiritu. Su a.
a perturbar el sosiego de los vie. Hace cuarenta años habia pasa vaban las esperanza de conciliar la mor por las cosas nativas no era jos cenáculos. Un dia una palabra, do el tiempo de Avellaneda y fué filosofia antigua con el genio crisun reconocimiento de superioridad, otro día un libro, las más de las posible la aparición de quienes en tiano, la pasión de la vida con la sino mera expresión de su capaci veces un simple resplandor fugaz carnaban el imperio, sin insignias, seducción del misterio, la natura.
Had omnimoda de emoción, que la que se repite luego con frecuencia de la inteligencia, no como simples leza con Dios, empeño memorable sí lo enamoraba de la leyenda in. hasta que se alusa en toda la ex accidentes, sino como resultados al que no extraña la figura angé.
caica como de Shakespeare o Ta tensión del territorio, a despecho de una nueva época. Es la época lica de San Francisco de Asis, el gore.
del fragor de estériles pasiones de Joaquín González.
cândido poeta cantor de la humil.
Era un europeizante, como todos fratricidas, un afán de ideas, una Carecía de lo que habría sido dad gozosa, para quien Dios se Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica