REPERTORIO AMERICANO 57 Don Miguel Antonio Caro: punto de referencia Conversación leída por su autor en la Casa de las Españas, Nueva York. Velada del 13 dicbre. 1937 nos Por DMITRI IVANOVITCH Envío del autor. Nueva York, dicbre de 1937 El acto de pensar en un hecho máticas, para que las controvero en una persona que pertenecen sias no sean combates por la exisya a lo pasado. acarrea siempre tencia, sino honrada investigación una de estas dos consecuencias: que de la verdad, y noble emulación tal hecho o tal persona queden más científica, madre de todo verdade.
apartados de nosotros, que adquiriro progreso. Empléese la libertad mos, al considerarlos, lo que pudieamplísima que hoy se concede, en ra, llamarse la conciencia viva del inquirir y discutir todo lo que cae tiempo; o bien que, salvando la lebajo el dominio propio del entendimiento; pero no janía que el tiempo ha estableci.
se abuse más do, traigamos a lo presente aquel de ella para atacar los fundamenhecho o aquella persona, de los cos de la sociedad en que vivimos, cuales somos entonces, en cierto y de la autoridad legítima, que es modo, nuevos creadores.
su necesario complemento.
Lo primero, es decir, el acto Como hasta el menos sagaz ha por el cual quedamos sintiendo code advertirlo, don Miguel Antomo cosa ya pasada, y que a lo panio Caro es, según se desprende de sado pertenece definitivamente, al sus propias palabras, hombre para hombre o al hecho que en el ayer quien la libertad de pensamiento, quedaron, resulta sin duda adecua.
y su consecuencia, que es, la libre do a que la razón los examine, expresión del mismo, debe quedar encerrada dentro de límites infrana quilate y entienda Lo segundo, o queables. Dicho otra manera, sea, aquel negarle al tiempo su te, rrible atributo de gente que todo es don Migu Antonio Caro el lo destruye, para que, por entre católico para quien hay verdades, la sombra de los años, llegue haso tal vez mejor, apariencia de verdades humanas, contingentes, sujeta nosotros y en nosotros viva lo que en vano trató de alejar el ayer, tas a mudanza, la inquisición y entraña, hasta donde a mí se me discusión de las cuales es lo que alcanza, la única forma verdadera cae bajo el dominio propio del eny cabal de conocimiento. Porque tendimiento. y verdades divinas, absolutas, inmutables, el poner en no es éste, en lo histórico ni en lo literario, mera función de escutela de juicio las cuales comporta driñar e inventariar, sino acto en Miguel Antonio Caro en estatua atacar los fundamentos de la sociedad.
que la inteligencia de amor conduce a la posesión de lo que, Cabe preguntarnos, aunque no ra la prensa periódica eran, al par bayamos de dilucidarlo en esta cocomo ya dije, hemos engendrado conviene como lo veamos y lo sentamos y lo juzguemos. Empero, que modelos de estilo, dechados de yuntura, si tal actitud de honrada en cierta medida.
aun cuando esta circunstancia lle aquella lógica cristalina y aquella intolerancia intelectual no es tamCuando este procedimiento afec.
tivo se aplica al estudio de persogara a producirse sin atenuación al honradez de convicción que, si bien la propia y única posible, no guna, todavía parece que deba op no siempre convencen, si alcanzan solamente en el católico, pero en naje que por sus dotes de inteligencia y de carácter pertenece a la tarse por la actitud de que sería siempre a despertar simpatia inte quien quiera, no excluyendo a liconsecuencia. Que, al fin y al ca. lectual y cordial admiración en categoría de los hombres superioberales y librepensadores, que esté res, las ventajas de seguirlo que.
bo, sólo aquello que vive, o aque quien los lee; sujeto, en fin, en el convencido de algo. La verdad redan manifiestas no más que con llo que revive en nosotros es lo que cual iban apareadas dotes de clari. ligiosa o filosófica adquirirá siemque se considere cómo, al conduverdaderamente puede importarnos. simo ingenio y caudal de muy ex pre en quien la sienta, esto es, en cirnos así, logramos lo que, desHe querido detenerme en estas tensa y bien ordenada ilustración, quien la baga viviente y fecunpués de todo, parece ser el objeto consideraciones, a las cuales supli con el oro de un carácter limpio de da para el bien o para el mal, cierlegítimo que haya de buscarse en rá mi auditorio la claridad que pro escoria: esto representó el señor Cata incondicionalidad matemática.
bablemente se echará menos en la contemplación de hechos y de ro en la política, donde, si no siem De ahí que los firmamente con personas que nos precedieron en ellas, y que yo no podría darles pre le vemos como afortunado, dé vencidos no sean los más aptos pael camino de la vida: conocerlos sin extenderme más de lo manda bese precisamente a que tanto la ra la política, ejercicio éste donde, para sentirlos, y sentirlos para que do, porque me parecían preámbu calidad y elevación de su talento, cuando menos en gracia de conasí nos sirvan de enseñanza. De en lo oportuno a lo que quiero de cuanto el credo religioso a que ad veniencia, ha de hallarse uno pronseñanzas utilísimas, por no decir cir acerca de don Miguel Antonio hería, bien así como la rectitud into a comportarse como si la verCaro.
que indispensables: de enseñanzas telectual y moral de que dió prue. dad del otro fuese tan cierta y rescuya urgencia es mayor, por ven. Tanto por sus circunstancias per ba en todo instante, hacíanle in petable como la propia verdad.
tura, en ésta que en ninguna otra sonales cuanto por las del momen capaz de componendas, ni tan si Pudiera parecer a primera vista época de las que nosotros hemos to en que le tocó moverse en el quiera de transacción, en materia que el hallarse una persona alcanzado. Porque son enseñanzas escenario de su patria, la Repúbli de principios, que eran para él co trañablemente convencida de algo, que nos inclinarán a considerar en ca de Colombia, el señor Caro apa sa completa, inmutable, santa, y hubiera de volverla incapaz, no el hoy, que tan lleno de flamantes rece no tan sólo como uno de los no acomodaticia ni relativa. Na. ya de aquellas condescendencias que cosas se nos ofrece, las fuerzas so hombres más eminentes, pero de los da deseo yo tanto decía en cier cuentan como indispensables en terradas de ese ayer, del cual no es más representativos de Colombia y ta ocasión, con palabras inequívo los negocios de la política, y que el día que pasa más que breve de la América de habla castella cas, que quiero citar porque son son ornamento delicado en el trapuente tendido hacia el mañana. na. Estadista insigne, cuya fué la pincelada lúcida que ilumina y ha to civil, sino, lo que verdadera.
Comporta, es verdad, este modoctrina fundamental del movi. ce perfectamente claro este aspecto mente es más grave, inapta para do de mirar a lo pasado, desnu miento político que quedó conden de la semblanza que estoy tratan. entender en las ciencias y para godándolo, por lo que a nuestro sen.
sado en la Constitución que hasta do de bosquejar. nada deseo yo zarse en las artes. Tal suposición tido de él respecta, de la tempora hace poco, y virtualmente sin cam tanto como la concordia de los fuera cierta, si aquel convencimienlidad que es su atributo, un ries bio, fué la Ley fundamental de Co ánimos, que no es la inercia de las to se manifestara, en lo que resgo grave, a saber: que sea con ac lombia: parlamentario casi inven. inteligencias, sino su actividad en pecta a las sociedades, con igual tualidad que en ningún modo le cible y expositor cuyos escritos pa el bien, la adopción de bases axio(Sigue en la página 01)
en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica