REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXV San José, Costa Rica 1938 Sábado 20 de Agosto Año XIX. No. 855 Núm. 23 SUMARIO Luis Felipe Rodríguez Luis Torres Romulo Tovar Emma Pérez Antonio Machado El milo marliono (1. La dimisión de Europa.
Corfel de niña asesinado.
Perfiles.
Libros y Autores.
Informe.
Enseñondo a vivir.
La niña Tona Nerio.
Cómo conocí a Teresa de la Parra.
Colmena, de Isola Gómez.
Tablero.
Son la Providencia. Poesías Himnos de Homero.
Palabras americanas.
La honrosa tradición. Sarmiento Isola Gómez Brenes Mesén Viera Altamirano Francisco Luarca Angel Ossorio Gallardo Augusto Mijares dida que del verdadero Martí, fraguado por lizamos la estatura humana y soel interés inmediato de muchas vo cial del hombre destacado, para con.
luntades e inteligencias coloniales. vertido en caudillo nítido, conforNo aspiramos a lo que no está a me a los espejismos de nuestra imanuestro alcance y sí en la obra de ginación, que no ha llegado todaconjunto de una evolución gradual; vía a disipar las sombras de la pero se hace necesario que muchas noche colonial.
aspiraciones honestas revaloricen a Esta imaginación milagrera, a meMartí, hasta suscitar estados de el héroe, caudillo conciencia colectiva, que hagan po apóstol va ganando en posibilidades sible el hallazgo vital de encontrar físicas o morales, le otorga antes de lo, hombre ejemplar, en la entraña tiempo la estatua o la aureola del viva de la comunidad. Lo demás, de mito. Pero si el caudillo no partipende de nosotros, que sólo pone cipa de la misma materia que sus mos nuestro mejor deber y nuestra exaltadores o el apóstol no está ansiedad, en esa modesta tarea que tejido con los mismas hilos del sol le concierne al escritor responsabe de trópico, éstos concluyen por del pueblo.
destronarlos como a los reyes de una baraja arbitraria.
La conducta martiana Sin embargo, Martí, que amó entrañablemente a su pueblo, pero Antes de llegar a Martí, como que no vivía sino que interpretaba normalizador ejemplar de la con los estados de nuestro clima moral Valderram ducta ciudadana, se hace necesario y espiritual, por una gran parte de hablar de esta conducta, ya que los que nunca siguieron sus posfalta aún, en nuestra América, una tulados, ha sido convertido en miJosé Marti Dibujo de Valderrama pedagogía de la función conducti to, tal vez porque para ellos el supo va, pues ella será la que dé fé, en morir a tiempo.
El mito martiano, última instancia, de los hechos que El mito ha tenido su atmósfera meramente hemos venido enuncian. singular, porque su razón de exisdo con las palabras. Por eso tir se fraguó en determinadas etaEnsayo para una pedagogía de la conducta ciudadana nuestro pueblo, muchos han con pas de la Historia.
y Mensaje cordial a las juventudes de América vertido el nombre de Martí en una Hubo un tiempo en que a la Por LUIS FELIPE RODRIGUEZ especie de mito.
mentalidad del hombre le fue nePudiera hablarse de la mitología cesario vivir en el mundo incorpó Colaboración. La Habana, setiembre de 1938 de Martí como de un salvo conduc reo de la ilusión. La geografía emA modo de proemio to, propicio para hacer, demagógi bllemática de ese mundo de la micamente, todo lo contrario de lo tología maravillosa, elaboró sus esTema de responsabilidad en esta vo y funcional. Por eso, repetimos, que él predicó con el ejemplo, en peciales contornos, dilatando sus hora de transición universal es el grande es nuestro temor que vaci la soberana función de la conduc fronteras, hasta hacer confusas las de Martí, pues no actuando entre la ante el trazo sustantivo de un ta.
de su orbe humano. Al sentimiento nosotros la norma de la conducta retrato sin marco.
Uno de los mayores males que ideal de la criatura legendaria, que en lo político y social, imbuidos Estamos seguros que de ese mo sufren las comunidades de tipo inno había explorado sus horizontes, en lo colonial que no ha sido reba do haríamos bella mitologia de la dividualista, donde la pasión no limitados aparentemente por la susado, careciendo de los soportes na figura ejemplar, pues ahora la ta está centralizada por una madu perficie donde vivía, le era urgente cionales de nuestra vida económi rea de todo martiano puro es la de rez política, es la propensión a con imbuirse en la leyenda, creando zoca, indispensable para asegurar ser el mismo, en primer término, vertir en mitos a sus héroes, após nas indecisas de ensueño y realinuestras posibilidades de pueblo, ciudadano responsable que no ig toles y videntes. En nuestra Amé dad, donde esta realidad no rozara todo intento, aún el de mejor inten nora estar frente a circunstancias rica española, fecunda nodriza del bruscamente los espejos infinitos ción, de polarizar a Marti en el coloniales, que interfieren lo eco caudilismo providencial, pudiera de de la aspiración ultrasensible, que centro vital de la función ciudada nómico, lo político y lo social, es cirse, usando un dicho popular, de iban a reflejar las peregrinas imána, muy bien pudiera ser el de tra tando además exentos de una peda que en ella de noche todos los genes de su fantasía.
zar los delineamientos ejemplares gogía de la conducta ciudadana. gatos son pardos. Queremos ex He aquí que los héroes cruzaron de la personalidad egregia fuera de La posición del traza este mo presar con esto, que careciendo a menudo la frontera de lo circunsmarco. He aquí la interrogación desto ensayo, por lo arriba mencio todavía del sentido de la propor tancialmente cotidiano, para morar dramática de las mejores voluntades nado, es muy singular. Sin embargo, ción, la medida y el límite, dada la en el paraíso o el Olimpo de los cuando se allegan a Martí, para él y otros de limpia conducta actuan. extensión de nuestros medios am dioses y semidioses, sin que la inhacerlo sensible, no sólo en lo es te no ignoran se hace indispensa bientes, no parcelados por una co exorable ley de gravedad de la piritual, sino también en lo objeti ble insistir contra el mito velador lectiva conducta pública, desnatura tierra se sintiera vulnerada por ello.
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