24 REPERTORIO AMERICANO El busto de Isaacs. Envío de Cornelio Hispano. Bogotá, sefiembre 30 de 1938 En los Anales del Concejo hemos leí.
do el acta en que consta que el doctor Ismael López, ampliamente conocido en el mundo de las letras con el seudónimo de Cornelio Hispano, hizo donación a la ciudad, por conducto del alcalde señor Gustavo Santos y con motivo del cuarto centenario, de un busto en mármol sobre pedestal de piedra del inmortal autor de La María Sin otra condición, aceptada por el alcalde, que la de que el busto sea colocado en el ángulo noreste del Parque de Santander, para que les haga compañía eterna a los de Pombo y de Silva, Cornelio Hispano encomendó la ejecución de tal trabajo, que consta en el acta, al celebrado escultor Luis Alberto Acuña. El busto, que en nombre de la ciudad fue aceptado y cordialmente agradecido por el señor alcalde, será inaugurado antes de que acabe el año.
Cuando en el mes de marzo hizo Cornelio Hispano el ofrecimiento, dijimos que nos avergonzaba el que la ciudad misma no rindiera el retardado homenaje al más glorioso de los embajadores intelectuales de Colombia ante el mundo, desde el momento en que el busto iba a ser costeado por uno de sus conterráneos del Valle.
Pero Cornelio Hispano, que vigila ante la gloria de Isaags como un centinela, se siente tan vinculado a Bogotá, en donde ha pasado la mayor parte de su vida, que en realidad hace el regalo de un hijo a una madre al entregarle el monumento en que el escultor Acuña habrá de poner lo mejor de su fervor y de su arte.
Cornelio Hispano va a librar a la ciudad de la frecuente sensación desagradable que ante los extranjeros y ante los mismos colombianos sentimos cada vez que algún viajero nos pregunta en qué forma hemos consagrado el recuerdo de Isaacs, a quien la literatura nacional y la sensibilidad nacional tanto deben. Gracias muy rendidas sean dadas a quien así demuestra su amor por la ciudad y su devoción por el poeta que en páginas imperecederas dejó copiado todo el esplendor del Valle. El Tiempo. Bogotá, octubre de 1938. silaha Que confirma su carta dirigida al señor Alcalde el 30 de marzo último, por medio de la cual ofreció donar a Bogotá, en ocasión de su IV Centenario, un busto en mármol de Jorge Isaacs, con su correspondiente pedestal de piedra; Que habiéndose llenado la única condición que exigió para la donación, esto es, que el monumento sea colocado en el ángulo noreste del parque de Santander, ha negociado la ejecución de tal monumento con el escultor Acuña, ha comprado el mármol y ha encargado la piedra necesaria para la obra, que, por lo apremiante del tiempo disponible, y por otras circunstancias relacionadas con las dificultades que se presentan en estos días para el pronto suministro de la piedra y consecución de canteros finos, no podrá inaugurarse sino en los últimos meses del corriente año.
El señor Alcalde manifestó que, en nombre de Bogotá, acepta y agradece desde ahora la donación que, del monumento en honor de Jorge Isaacs, hace el doctor Ismael López, conoci.
do en el mundo de las letras con el nombre de Cornelio Hispano, y que, en consecuencia, de conformidad con el Acuerdo número de 1938, que di Jorge Isaacs Artículo 11. Autorizase al Alcalde para Dibujo de Miguel Petrone que escoja el sitio donde debe erigirse el busto de Jorge Isaacs, ordenado por el artículo 59 del Alcalde Mayor de la capital, el doctor Ismael Acuerdo número 10 de 1937, Acuerdo que queLópez, donante, y el señor Luis Alberto Acuña, da inodificado en este sentido.
escultor, hicieron las siguientes declaraciones de conformidad también con el decreto para que de ellas quede constancia en esta acta: número 172 de 1938 (mayo 31. por el cual se El doctor Ismael López, dijo: determina la localización de un monumento.
Jorge Isaacs y la actualidad Por ILDEFONSO PEREDA VALDES Envío del autor. Montevidec, setiembre de 1938 El Alcalde de Bogotá, en uso de sus atribuciones legales, decreta. Articulo único. El busto de Jorge Isaacs, ordenado por el Acuerdo. de 1938, se erigirá en el ángulo noreste del parque de Santander. Comuníquese, publiquese y cúmplase. Dado en el Palacio municipal de Bogotá a trşinta y uno de mayo de mil novecientos treinta y ocho. El Alcalde GUSTAVO SANTOS El Secretario de Obras Públicas, Gabriel Hernández. para llenar la condición exigida por el donante, y de acuerdo con él y con el escultor, el Alcalde determina más detalladamente el sitio en que debe colocarse el monumento, así: En este año de 1937 tan abundante en sig.
nos sangrientos, años de lucha y de decisión, se está celebrando en el mundo de las letras el centenario de un poeta americano, Jorge Isaacs, creador de un idilio romántico y conmovedor, de la inmortal novela María.
Hay quienes solamente conocen de Isaacs la trama sentimental de María que tan gran cantidad de lágrimas ha provocado desde que comenzó a circular en manos de nuestros abuelos y se interesan escasamente por el hombre que apenas conocen y menos aun por el ambiente americano de la novela, decoración magnífica que nos hace vivir la belleza de la selva americana y nos conmueve más aun que la trama sentimental de los amores de Efraín y María.
En nuestro continente y en lengua castellana, María representa el arquetipo de la novela romántica, como Pablo y Virginia para Francia y Werther para la Alemania de Goethe. El romanticismo americano no había producido aun la novela perfecta en el género, la novela tipo, cuando María llena de por sí y por mucho tiempo las aspiraciones pathos de la época y cada lector leyó y sintió su propia tragedia en las páginas de Maria. Al transformar sus propias experiencias sentimentales en narración, Isaacs no hizo otra cosa que seguir la moda de la época. Cada poeta construyó su héroe predilecto como espejo de su propia conciencia y los sentinientos de éste se reflejaron en la psique del personaje. El romántico sentíase incapaz de crear un documento humano con las observaciones propias de la introyección. El escritor reducía el mundo a la observación de sí mismo; la observación de sus más recónditos sentimientos era su método favorito. Una observación imparcial, fría, objetiva y documentada, no cabe en un escritor romántico. Isaacs no fue una excepción. Como Chateaubriand, Isaacs ve un paisaje selvático y un idilio frente a él. La pasión de Atala es la misma que enciende el alma de Efraín y no son menos artificiales los episodios de la novela de Chateaubriand que algunos de María, en los cuales el sentimiento transforma de una manera falsa el carácter del personaje y éste acaba por no vivir para la realidad, sino para un sueño eterno de amor.
María es la novela en la que el amor es fin, eternidad e infinito de todo. Ninguna limitación cabe en el pathos amoroso de Efrain; el héroe se da todo al ideal como el caballero andante se consagra a su dama y el máximo sacrificio nada significa para el sacerdote que todo lo consagra al culto de su dios. al rinal de la novela, el amor vive sólo del recuerdo y se convierte en culto póstumo, deshumanizándose al extremo de transformarse en fetichismo, en idolatría de las prendas muy amadas, Con una trama débil que no resiste el análisis para un lector nada apresurado, María se desenvuelve en sobresaltos de pasión, en un ambiente demasiado apacible para tales tormentas afectivas, que más bien exigen los decorados turbulentos de las narraciones de Byron.
En ese ambiente feudal e idílico podemos observar no solamente como se aman dos adolescentes apasionados, sino también cómo se vive (Concluye en la página 31)
ACTA sobre donación de un monumento de Jorge Isaacs a Bogotá en su IV Centenario En Bogotá, a los ocho días del mes de junio de mil novecientos treinta y ocho, reunidos en el Palacio municipal el señor Gustavo Santos. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica