366 REPERTORIO AMERICANO va trepando al alero. y ahi bajo la sombra vas deshojando en giras, sus pétalos sangrantes. Asi podas mi anhelo!
EL JOROPO Ligero se oye el chasquido del grato zumbido al aire del són.
Poesías de Isola Gómez Colmena (Editorial Trejos Hnos. San José de Costa Rica. 1938. se titula un libro de poesías con que nos ha obse.
quiado Isola Gómez, su autora, venezolana. Lo hemos leído con gusto. No es posible dejarlo pasar inadvertido.
Bonita la dedicatoria: mi papá.
Nos fijamos en el sugerente epígrafe virgiliano de la carátula, tan acorde con los delicados sentimientos poéticos de la autora: Ya es tiempo, jóvenes pastores, de cerrar las acequias; las campiñas han bebido bastante. Virgilio.
Se siente en la mayoría de los poemas frescura campestre. En Isola, sus ternu.
ras se diluyen en el paisaje, que en ella, alma fina de mujer, es amor y es belleza. Isola es brisa, es flor, es lluvia. quiere vivir.
Dos versos definen el libro: sólo en poesia y en los cantos mios, yo sé la dulzura de lo que es amar.
Tantos lindos versos sueltos: ile di al Rey del Tiempo mi fiel corazón!
Dice de la luna: Alumbras muchas penas de la vida Escogemos algunas poesías caracterís.
ticas: en él me reclino para meditar. pero ni alegrias que algún día tuve, ni de mis tristezas pude recordar. Quedéme tan sólo mirando el paisaje, mirando tranquila los olas rodar. luego la vista volví hacia lo lejos. Veloces las nubes, pasando ligeras, como si tuvieran ansias de llegar. Para dónde, dije, para dónde irán. Van tan presurosas. Si como ellas fuera sutil y gozosa, no estaría tan poco en cada lugar. Alli me quedara lo menos la hora para contemplar. así, entre sonrisas me quedé pensando: que no meditaba, sino que admiraba, las olas rodar.
Parece que la vida.
se acaba en un momento; parece que el ensueño, se aleja más, y más. comprimiendo el alma con la fuerza que siento murmuré amargamente: se me va la existencia.
se me agota la calma.
de esperar y pensar. Veo de envidia las olas como saben rodar!
Detenida en mi pecho esta queja del alma va perdida en las nubes.
que no pueden llegar!
Retumba en el piso el fuerte quejido de suela y talón, van por la sala revueltas las mozas, guiñando los ojos con gracia y primor.
Levantan los vuelos de faldas ondosas y dan sobre el suelo con ritmo factor.
Sacando de lado la gracia del cuerpo le dan sobre el rostro al mozo bribón.
Recogiendo el paso y chuscando el cuerpo ya dan de un sartal la vuelta en jalón.
Las mozas la falda con gracia llanera, recogen airosas y estiran la cera, en capa, del suelo, girando las puntas del rojo pañuelo. Se queda en un nudo la frase de amor. Resuena la flauta, cuchichean maracas; bailando la gente se cierra el salón.
AMANECIENDO.
Abierta la mañana entre el fulgor, hace un primor de notas.
Las flores que revientan de rocio.
van sembrando de plácidos aromas ese ambiente, que viene de las lomas, cubiertas de neblinas por el frio. entre ese amanecer, miro la vida, hermosa en todo su conjunto lleno.
Se oye un dulce cantar entre los árboles, que entonando las aves, dan, al vuelo.
ATAME Atame ahora que me siento tuya.
átame ahora que lo quiero ser. No olvides que del mundo los azdres revuelven hasta el alma en la mujer.
La mañana parece convidar. Yo que apercibo de mi lecho el cielo.
en esa hora que cambia de ropajes, que va escondiendo, con la luz al dar, esas prendas llamadas los celajes.
Atame, entonces mi caricia avara vibrará bulliciosa al rededor. a mi vez doblaré, cual la palmera, que se agita, ardida por el sol!
Atame pronto, que el albor del día nos encuentre a los dos bien amarrados.
Toda la fuerza de esta vida mía, queda en tus brazos cuando estén cerrados.
La mañana reparte su ambrosia.
Dan su color, los rosas, más fragante. van tomando las formas en un beso de claridad, que el sol les da radiante la propia gracia, que engalana el dia!
TEURGIA INDIANA YO SOY COMO LA CAÑA.
Atame así, que mi vivir se impulse entre la fibra de ese amor sereno.
Atada así, mi corazón se alumbra con los astros que brillan en tu cielo.
Igual como la caña que el viento seca mi hoja, a tu caricia agranda!
Adormecida en las playas de los ríos.
crece su tallo en superficie blanda.
Atame con la prensa de tu boca, átame con el lazo de tus ojos.
Si he de tener una existencia corta, átame ahora que no soy despojos!
Indiana soy. Del corazón In llama tengo la flecha ya fundida alli.
y en estas horas en que el fuego vive, recojo el dardo que en la punta es llama, y así lo tiendo dirigido a ti!
Soy de carne morena ataviada, que nutrida en sus fibras de sol.
ya se entrega a tus males vendada.
Si la punzas, desgrana en rubies, si la azotas, se vuelve arrebol.
Mira en calma mi audacia agorera: sin seguirte, hirviendo la sangre, muestra el cuerpo su gracia pantera que te induce a partir por rigor. No desdeñes mi carne morena.
que postrada como indio amó el sol!
Yo soy como la caña en la corteza: dura la fibra y en sabor amarga.
como el secreto que su jugo tiene, te doy mi gusto en el sabor del alma!
Yo soy como la caña que al chuparla diluye entre las bocas un frescor. porque es tuya asi siendo blanda, le fastidia a tu boca ese dulzor?
Atame, quiero robar de tus brazos calor; reviveme con el sabor de tu boca de fuego.
Atame, y apercibe la miel de mis besos que oculta este raro calor que te niego.
Como la caña que el trapiche exprime su jugo bueno en engranaje duro, moliendo va el esfuerzo de la vida los tajos que te estorban en el muro.
TU PRESA Atame, no me dejes asi sola.
átame, no hagas cobarde mi ilusión!
Sólo siento que el amor, y la alegria, contigo están atadas, corazón. Yo soy como la caña de aguardiente que se apura en la copa de cristal.
blanca y morena en mi color ardiente, fuerte y jugosa desafiando el mal. SOBRE LA AZUL REGION.
Muerde mi alma tu crueldad de loba, desata en el espiritu su frío amortecer.
Mientras me embrujan todas sus angulosas garras; es girasol esta alma.
15e amolda a tu querer!
Derrochando ramajes, en cruda fantasia Es la abierta ventana que mira hacia el mar.
es el umbralito que en mi casa tengo; Yo soy como la caña dulce, y nó la caña amarga olvidada en los montes sin dolor. Molida entre tus brazos daré mi savia larga: Texprime los bagazos de mi mudo sabor. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica