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EDITOR: BARCIA MONGE REPERTORIO AMERICANO EXTERIOR: EL SEMESTRE: 00 EL AÑO: 00 o. am.
CORREOS: LETRA En Costa Rica: Suscrición Mensual: 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo es la única propiedad plena del hombre y lesoro común que a todos iguala. por lo que para la dicha de la persona y la calma público, no se ha de ceder, ni fior a otro, ni hipotecar jamás. José Martí.
Giro bancario sobre Nueva York OX0 Danse Congo Por Alexander King recho y no en manifestaciones de fuerza, puesto que carecemos de Capronis, de submarinos sin bandera y de barcos piratas, con los cuales mantener nuestra neutralidad. además de que tal antecedente negaría ejecutorias al Gobierno costarricense para pedir auxilio y apoyo en caso de una invasión extranjera.
2) Italia fascista, gracias a su potencialidad militar únicamente, guarda respecto al Gobier.
no legítimo de España una neutralidad a base de bombardeos y masacres, tan propias de la reacción. El Gobierno de Costa Rica, in.
consecuente con la representación democrática que ostenta, ayuda de modo indirecto lo que no disminuye su responsabilidad a la actitud de Mussolini y los suyos. Merecerá el premio Nobel de la Paz quien así ayuda a la guerra?
3) Roosevelt en nombre de la democracia norteamericana ha lanzado públicas invecti.
vas contra el fascismo agresor, secundado bri.
llantemente por el señor Cordell Hull, hecho que reconoce nuestro canciller al referirse en Diario de Costa Rica del 2 38, así. Numerosas cancillerías de América, entre las que se cuenta la nuestra, han apoyado un movimiento para que el premio Nobel se le otorgue al excelentísimo Mr. Cordell Hull, secretario de Estado del Gobierno de Washington, quien ha patrocinado y propulsado la política pacifista que los Estados Unidos des arrollan en América, condensada en hechos tan elocuentes como lo fueron las conferencias para la consolidación de la Paz en Buenos Aires. secundando la declaración de principios del Excmo. Presidente de los Estados Uni.
dos. Mr. Franklin Roosevelt.
Sabido es que uno de los principios bási.
cos para el mantenimiento de la Paz, lo fija Roosevelt, el Demócrata, en el ataque y des conocimiento de la política agresora de la bar.
barie fascista, cuyo punto culminante es el caso español. Cómo compagina el señor Zúñiga Montúfar la actitud de nuestro Gobierno frente al doloroso conflicto español y que se trata de llamar neutral. con su petición reiterada del premio Nobel para el señor Cordell Hull, uno de los abanderados del antifascismo en el mundo? La causa del antifascismo y de la democracia es universal y al colocarse dentro de ella un Roosevelt y un Cordeil Hull, están al lado del pueblo español y se constituyen automáticamente en sus genuinos representantes y por ende, en defensores de la paz y del progreso. al pedirse semejante distinción para el Secretario del Departamento de Estado, tácitamente se la exige para el Gobierno legítimo español, quien no recibe por otra parte, sino actitudes equívocas de nuestros estadistas.
Conclusiones: a) La postulación del señor Cordell Hull es justa, pues su actitud pacifista nunca se ha desmentido y sus actuaciones internacionales han sido siempre consecuentes y sin contradicciones.
b) Caso opuesto, nuestro canciller secunda a los demócratas norteamericanos por una parte, y por la otra, persiste en su política de imparcialidad frente a una España que lucha contra el fascio, lo que equivale a fo.
mentar la guerra. La postulación del señor Zúñiga Montúfar es desde todo punto de visUn novel candidato al Premio Nobel de la Paz. Envio de los autores. San José de Costa Rica, y enero de 1938 EI Osservatore Romano, órgano del Vaticano y vocero de la Italia fascista, recoge las indicaciones de algunos representantes de pai.
ses centro europeos en Costa Rica y, hacién dolas suyas, lanza a nuestro canciller Zúñiga Montafar como candidato al premio Nobel de la paz. Al respecto nos permitimos hacer algunas acotaciones.
1) El señor Zúñiga Montúfar con el fino tacto de quien es versado en Derecho Internacional y con la prudencia de un ilustra.
do estadista. ha mantenido al pueblo costarricense en una situación, a todas luces, equí.
voca frente al caso español. El Gobierno Republicano español, nacido de las convicciones populares y democráticas españolas expresadas en los comicios, está reconocido como legíti.
mo por Inglaterra, Francia, México y otras democracias, entre las cuales hay que contar en primera línea la de los Estados Unidos de América. según expresión reiterada del Departamento de Estado presidido por el señor Cor.
dell Hull, a quien nuestro Gobierno, por me.
dio del señor Zúñiga Montúfar, propone tam.
bién para el premio Nobel de la paz. En el caso español no hay dilema, pues no hay ne.
cesidad de reconocer al actual gobierno encabezado por Azaña, ya que no se han interrumpido las relaciones con el mismo: limitarse a guardar neutralidad. significa apoyar a grupo de insurrectos armados. no importa el número y reconocerlos indirectamente co.
mo expresión auténtica de España. De paso cabe recordar el recibimiento oficial hecho a Ginés de Albareda y la negación de las credenciales extendidas a favor de don Antonio de la Villa y Gutiérrez por el Gobierno espa.
ñol, como corroboración de lo dicho. No es actitud pacifista la de los cancilleres imparciales ante el caso español, pues obrar así equivale a fomentar la guerra, negándole el apoyo moral a un pueblo que lucha por mantener y perfeccionar la democracia, que no de otra manera se explica la duración de la contienda en leales de un lado, facciosos y extranjeros del otro. Sin embargo, como la ra.
zón predomina a la larga. Teruel, Belchite y victorias subsiguientes, están demostrando que. a pesar de la negación tácita de apoyo por parte de ciertas naciones indo americanas se ha podido estructurar un ejército que vindique el derecho de gentes o internacional. Precisamente los postulados de éste hablan de neutralidad cuando se trata de conflictos entre dos o nás naciones. Para guardar neutralidad en el caso español, hay que reconocer oficialmente el mismo como una lucha internacional, o sea, agresión de ciertos regímenes contra un gobierno legítimo. De lo contrario, se estará haciendo una interpretación exprofeso para tal concepto, adecuada sólo para explicar ciertos malabarismos. Asimismo, es extraño a un pacifista el mantenimiento de este estado de cosas que puede redundar a la larga en perjuicio de nuestra pequeña nacionalidad, la que ha basado siempre sus actuaciones en el De.
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