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172 REPERTORIO AMERICANO a nación, y todas partes.
entre estudiantes y obreros; mas, nunca pa Estados Unidos, no existe acá la menor la cepa española. Es fenómeno de sencilla só de ahí. La democracia es, acá, un fracaso preocupación ni malquerencia respecto observación. Lo demás, lo digerimos en ese completo. Representa cuánto hay de más ellos. Por el contrario, los admiramos mutipo ya orgánico, sin ninguna dificultad.
atrasado, estéril y nocivo en la formación cho, y miramos con simpatía su prosperi. El argentino es poco generalizador, y ca.
social de la República. Ostenta la más cini dad. Pretendemos, con no escasa compla. rece por lo tanto, de preocupaciones conti.
ca inmoralidad, y no es, en el fondo, sino cencia, parecernos algo a aquella gran na. nentales. Más próspero cada día, tórnase, una empresa de pillaje.
ción; y nada nos satisfaría más que llegar naturalmente, conservador; y sabido es que Pero, el país es muy rico, y prefiere, como a ser otros Estados Unidos. Por supuesto las repúblicas agrícolas y ganaderas fueron, en los Estados Unidos, su tranquilidad, a que como expresión de potencia.
siempre, vigorosamente patriotas.
la extirpación de la plaga. Por esto, acá La preocupación hispano americana o indoNo hay que soñar, pues, acá, con desme.
como allá, político es palabra sospechosa. americana, como dicen otros, es puro dile.
suras ideológicas de carácter comunista o Va eso a las ganancias y pérdidas de la ttantismo. Carece de importancia intelectual ecuménico. Quien llegue acá buscando otra la fórmula corriente es esta cxprey material. La verdad es que no somos ni cosa que prosperidad física y moral logra.
sión risueña de la fatalidad: Hay que de queremos ser más que argentinos. Exclusida con el trabajo, viene a desengaño segujarlos robar un poco.
vamente. después, y cuando más, colecti.
ro. Esta es nuestra sencilla y fuerte verdad.
Cuando se excedan, los echarán como en vidad latina. Así van determinandolo con progresiva decisión, la concurrencia italiana Soy siempre su amigo affmo.
Por último, y ya que hablamos de los y la cultura francesa, de ingerto viable en LEOPOLDO LUGONES Romance evidencias de una misma pasión.
He aquí lo indiscutible: esos cambios Envio del aufor múltiples de Lugones, que son escándalo y Voy contando los segundos de la vida, recibiste admiración de los argentinos, son de natudel desvelo por la noche los divinos resplandores raleza ideológica y todos saben que las ideas con los golpes que en el pecho del Paraíso soñado de Lugones mejor, las opiniones de Lugo me da el corazón; recoje gracias al destierro, donde nes fueron siempre menos interesantes que la ponzoña que me cría la patria se hace celeste la convicción y que la retórica espléndida en la sangre, ya más pobre, limpiándose de su podre que éste les dedicó. Retórica espléndida he la afrenta con que mi España de poder en servidumbre dicho, no retórica servicial, ya que Lugones en el silencio se esconde y de ordenanza en rencores.
solía desdeñosamente preferir la intimida.
soportando de sus amos Mi España de tras del mundo, ción del lector a su conversión. Es verdad burlas e injurias soeces; duda que a Dios le corroe que hay lectores pusilánimes que se dejan la más soez el trallarla jay mi divina tragedia!
gritar y que también hay otros que se sien.
de buena chica, conforme, eterno anhelo sin nombre; ten cómplices de los gritos. Claudel o Chesde pupila resignada desesperada esperanza; terton o Shaw han enriquecido de argumencon su oficio, nada noble.
sol que sin cesar se pone tos las diversas doctrinas que profesan; Mas cuando el sol fronterizo en las tinieblas, su madre, Lugones ni siquiera ha elaborado un nuevo me manda desde los montes la eternidad de la noche sofisma.
de la patria su saludo, sin estrellas y sin luna; Lo esencial en Lugones era la forma. Sus iras yemachar eslabones seno silencioso, enorme razones casi nunca tenían razón; sus adjedel peso que es la cadena de abismático reposo tivos y metáforas, casi siempre. De ahí lo de mi pensar, luego entonces donde la inquietud se ahonde, conveniente de buscarlo en aquellos lugares abro las páginas prietas jay mi España! el imposible de su obra no maculados de polémica: en. qué de cosas me responden. siempre más allá, el informe las páginas descriptivas de la Historia de de tu Divina Comedia, sueño de un Tras Dios, la gana Sarmiento y de El payador. Era el monsDante mío, tú, mi hombre, de más que todo, del molde truoso banquete de carne, para hombres, compañero de infortunios de universos soñaderos perros y aves de presa. Junto a los fogones y de ensueños y razones.
y del sueño mismo molde.
inmenscs, hombres sentenciosos, enguantaSi es que te mostró el destierro De querer tanto mi España, dos de sangre, comentaban las peripecias el infierno desde el borde tu querer no tiene en donde!
del día, dibujando marcas en el suelo, o MIGUEL DE UNAMUNO limpiando los engrasados dedos con lentitud Hendaya, mayo de 1927.
sobre el empeine de la bota. o en algún admirable cuento fantástico La lluvia de fuego, Los caballos de Abdera, Izur o en Por JORGE LUIS BORGES aquel Lunario sentimental que es el inconfe. De Sur. Buenos Aires, febrero de 1938 sado arquetipo de toda la poesía profesioDecir que acaba de morir el primer escri. cambios múltiples de Lugones. Examinados, nalmente nueva del continente, desde El tor de nuestra república, decir que acaba de se limitan a dos: hacia 1897 época de Las cencerro de cristal de Güiraldes hasta El remorir el primer escritor de nuestro idioma, montañas del oro era socialista; hacia 1916 torno maléfico o La suave patria de López es decir la estricta verdad y es decir muy época de Mi beligerancia. demócrata; Velarde, acaso superiores a su modelo. Eso, poco. Muerto Groussac, la primera de esas desde 1923 época de las conferencias del sin aludir a reproducciones facsimilares, codos primacías le corresponde; muerto Una. Coliseo profeta pertinaz y dominical de la mo la inepta Pipa de Kif. muno, la segunda; pero las dos proceden Hora de la Espada. También parece que En vida, Lugones era juzgado por el últide una eliminación de los otros; las dos nos en Las Fuerzas extrañas (1906) cometió la mo artículo ocasional que su mano había dicen de Lugones y de otros hombres, no de inconstancia de no prever las dos teorías de consentido. Muerto, tiene el derecho fune.
Lugones íntimo; las dos lo dejan solo. Las Einstein, que sin embargo contribuyó a di. rario de que lo juzguen por su obra más dos en fin (aunque no incapaces de prueba) vulgar el año veinticuatro. Tampoco le per. alta.
son indecidoras como todo superlativo. donan el tránsito del ateísmo irreverente a En mi vida, en la vida de mis padres, es Nadie habla de Lugones sin hablar de los la fe cristiana como si ambos no fueran tán entreverados sus versos.
Leopoldo Lugones Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica