Working Class

14 REPERTORIO AMERICANO ficación de las ligas de campesinos ofreció dificultades de carácter político, ya que elementos determinados se habían arrogado la dirección de esos núcleos con finalidades puramente electorales y habían creado un estado de división entre las masas del campesinado. La labor de unificación campesina en estados como el de Veracruz, por ejemplo, ha sido obra admirable, ya que llegó a abolir conflictos existentes y a crear una situación inmejorable para que el agrarismo puro se desarrollara.
Otro tanto ha ocurrido en otras entidades.
Así, en el estado de Coahuila, una vez establecida la Liga de Comunidades Agrarias debidamente unificada, lograron campesinos y obreros organizados unirse en campaña politica y llevar a la primera magistratura del Estado al General Pedro Rodríguez Triana, caracterizado como luchador agrarista desde los comienzos de la Revolución. En Veracruz son los campesinos unificados fuerte apoyo del gobierno del Lic. Miguel Alemán, que viene gastando el cincuenta por ciento de sus entradas en educación pública y la otra mitad en construcción de carreteras y labor sanitaria.
Igual cosa ocurre en el estado de Guanajuato.
Son allí los campesinos quienes mayor sostén brindan al gobierno del Lic. Luis Rodri.
guez, de quien cabe aquí relatar un hecho que reveli si actitud revolucionaria.
En Guanajuato, como en otras regiones de la República mexicana, los grandes hacendados acostumbraban sembrar el terror entre los campesinos, para que no se atrevieran a presentar ante las autoridades agrarias solicitud de tierras. Estos hacendados han tenido en su empleo a criminales empedernidos, bien armados, y a espías organizados. En cuanto, mediante el espionaje, se tenía noticia de que determinado grupo de campesinos preparaba solicitud de tierras, los criminales al servicio de los hacerdados hacían incursiones asesinas en sus cho.
zas y dejaban reguero de muertos y heridos.
Frente a ese estado de cosas, el Gobernador Rodríguez ordenó que, obviándose trámites.
en tales casos, las tierras de los latifundistas fueran repartidas entre los campesinos, dándose preferencia a los deudos de los occisos. Gran gritería se levantó con esto, de parte de los enemigos de la Revolución, claro está; pero ha surtido efecto. Las Guardias Blancas, como se llaman en México a estos asesinos de campesinos, han desaparecido en Guanajuato. la celebración del Congreso Unificador Campesino de Celaya concurrieron, además del Presidente del Partido Nacional Revolucionario y del Gobernador del Estado, el Jefe del Departamento Indígena del gobierno federal y diversas altas personalidades de la Administración del Presidente Cárdenas y del Partido de la Revolución. En su vibrante arenga, el Lic. Luis Rodríguez declaró enfáticamente que así como el Presidente Cárdenas es el primer agitador de la República, él lo es de Guanajuato. Deben saber los latifundistas. dijo que no me temblará el pulso para ordenar acabar con ellos y que contando como hasta ahora con el respaldo de los campesinos, me la juego con ellos en cualquier circunstancia.
Afirmó después que su obra no terminará basta exerminar el fanatismo entre las mujeres y el alcoholismo entre los hombres. respecto de las mujeres, añadió: La mujer de nuestro Estado ya no es la de aquellos tiempos cuando se arrepentía de pecados imaginarios y esperaba arrebu jada la bendición del cura: ahora monta a caballo, maneja el rifle y da aliento y consejo a su marido. ella se debe el cincuenta por ciento del triunfo obtenido.
Al concluir, dirigiéndose a los visitantes invitados a ese acto, dijo: Estamos organizados para lo que el porvenir nos depare. Lleven ustedes la convicción de que nuestro propósito es darle a la Revolución otro pivote, otro pilastrón en donde se apoye. cuando surja el derechismo y trate de acabar con el régimen revolucionario, vengan ustedes con nosotros a llevarse los hombres que necesiten.
Si las derechas algún día encuentran su hombre y surgen a la lucha, sepan que ya nosotros lo hemos encontrado: Lázaro Cárdenas.
do la carabina compenetrados del gran deseo de justicia que asistía a uno de los más grandes revolucionarios de México, el mártir del Agrarismo, Emiliano Zapata. En julio de 1935, el Presidente Cárdenas sabía que, a pesar de que el problema agrario venía tratándose con más o menos interés, se había descuidado una parte fundamental del programa social, que es la de unir en un solo frente a todos los campesinos con el objeto de que se identificaran perfectamente en la lucha y pudieran defender con decisión los justos derechos emanados del gran movimiento so.
cial de México.
Si es cierto que se había logrado formar agrupaciones agrarias en diversas partes del país, debemos reconocer que muchas de ellas fueron originadas por la ambición política de elementos no identificados con los trabajadores del campo, que querían aprovecharlos para satisfacer sus mezquinas ambiciones. De este modo fueron formándose grupos más o menos fuertes en toda la República, pero faltaba la positiva identificación entre estos grupos con el objeto de que pudiera reinar la armonía y la fraternidad entre todos los elementos de una clase. El General Cárdenas dictó su acuerdo a fin de que se realizaran estas asambleas y hacer del proletariado rural de México una sola familia fuerte, respetable y grande como lo fue en los campos de batalla. Así han venido formándose todas las ligas de comunidades agrarias y sindicatos campesinos en el país, y estamos convencidos de que este movimiento ha fructificado porque, a pesar del intento vano y necio de algunos de querer volver a sembrar en las filas agraristas la cizaña, no ba ni podido quebrantar la fuerza de las ligas creadas de acuerdo con las disposiciones del señor Presidente y esto significa que los campesinos de México tienen conciencia clara de sus responsabilidades y saben perfectamente cuál es el objetivo que persigue éste que hoy rige los destinos de nuestra Patria. Es preciso que los compañeros campesinos se despojen de ese prejuicio que ha venido perjudicándolos tanto, de creer que solamente saben hablar los hombres que han ido a educarse a las universidades y a los colegios de más o menos importancia. Para poder hablar no se necesita más que una cosa: Tiener sentido común y entereza bastante para decir verdades cualquiera que sea el individuo o la institución que resulten lesionados.
En el informe presentado de la labor agrarista llevada a cabo por el gobierno, el Lic.
Rodríguez manifestó que en escasos ocho meses que llevamos, hemos beneficiado a 045 El Lic. Silvano Barba González, Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Nacional Revolucionario, afirmó en su discurso que, al encargarle al Partido el Presidente Cárdenas la organización unificada de los trabajadores campesinos, en julio de 1935.
se tuvo en mente lo que ahora se está llevan do a cabo: unificar a las clases trabajadoras del campo en una organización de carácter nacional que a la vez que sea un baluarte de los trabajadores, sea un medio de defensa que los ayade a retener las conquistas de la Revo.
lución.
Sobre el mismo tema versó el discurso del Profesor Graciano Sánchez, Secretario General de la Confederación Campesina Mexicana, quien, en parte, dijo. Desde 1920, cuando Alvaro Obregón se hizo cargo de la Presidencia de la República, empezó a tratarse el problema agrario en una forma franca y decidida, y de entonces para acá fueron los campesinos agrupándose poco a poco para exigir que se cumpliera con las promesas de la Revolución, revolución que ellos habían hecho con todo cariño, empuñanOrquesta tipica mexicana Dirigida por Lerdo de Tejada Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica