REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1938 Sábado 30 de Abril Tomo XXXV Núm. 16 Año XIX No. 848 Brenes Mesén Sanín Cano Henri Borel Galiana Aragonés Mauro Fernández, pensador.
Anexos a la enseñanza obligatoria.
Laotze (3. Poesias Noticia de libros.
Llamamiento a los lectores.
La moda que usan los muertos de ahora.
Las declaraciones del presidente electo Elogio póstumo de Cé or Vallejo.
César Vallejo.
Mi homenaje a don Mauro.
SUMARIO El préstamo de la vida.
La destrucción de Españo.
Teoria de Blanco Nieve.
La cuestión social y El punto muerto España nuestra.
La carta póstuma de Lugones El evangelio del minuto.
La Biblioteca de Don Mauro Un poela peruano.
César Vallejo ha muerto.
Leia a Comle.
El triunfo de Ana Maria Neill y.
Enrique Labrador Ruiz Oscar Barahona Streber Magda Portal Viera Altamirano Luis Cruz Meza César Vallejo Zady Zañarlu Redro Juan Labarthe Louis Nesbit Sixlo Martelli Rosa Arciniega Xavier Abril Rómulo Tovar Mauro Fernández, pensador Por BRENES MESEN Del folleto Inauguración del Edificio MAURO FERNAN.
DEZ. San Jose de Costa Rica, 15 de setiembre de 1909 Atraído a la vecindad de este hombre ilustre por una secreta afinidad en nuestros estudios filosóficos, en más de una ocasión tuve la oportunidad de pe.
netrar en la densa espesura de su pensamiento filosófico.
Se sabía por todos sus amigos que con igual ardor estudiaba la Economía Política como la Penología, la Historia como la Filología, la Educación como la Estadistica, la Física como la Biología; se le veia entretenerse en una revista de arte después de haber hojeado otra de finanzas; pero todo esto se atribuía a una mera curiosidad del espíritu y se decía de él que poseía una inteligencia amplia y simpática. Muy pocos conocían la verdadera causa. Don Mauro ha sido uno de nuestros más vigorosos pensadores y en los últimos años de su vida meditaba una obra de filósofo sobre la Sociología. Se proponía una discusión general de los Principios. Afirmaba que muchas de sus conclusiones son prematuras porque esta Ciencia carece de experimentación y la Historia sólo en los últimos tiempos ha querido mirar el vasto conjunto de los pueblos en su completa evolución.
Hombre de entendimiento robusto no se amedrentaba de mirar cara a cara las consecuencias más o menos revolucionarias de sus proyectos. Sostenía que cada nación, hallándose obligada por los lazos de solidaridad humana a contribuir a la felicidad del concierto total de las naciones, debía estudiar intimamente sus instituciones y ajustarlas a las necesidades superiores de cada uno de los pueblos, sin preocuparse por hacer lo que otros hicieran, y simplemente porque ellos lo ha.
cían.
Mauro Fernández (19. diciembre, 1843. 16. julio, 1905)
Fué su carácter de un valor moral admirable. Pero tal vez entre los dones espirituales y las virtudes que le adornaban, se destaca en primer término el self goverment, o sea el dominio de sus propios actos, principio de conducta que él puso en práctica desde su más temprana edad. cuando le tocó manejar la cosa pública, como todo gran pensador y filósofo que se preocupa por la reforma y el mejoramiento del ambiente que le rodea, él ambicionó dotar al Estado, en la rama de la Enseñanza Pública, con las mismas cualidades inherentes al individuo y que se esforzó en desenvolver en su vida privada.
La Ley de Educación Común que lleva su nombre ha sido el impulso mayor dado a nuestra nacionalidad en la dirección de un desarrollo evolutivo hacia la tolerancia y la libertad. había concebido otra ley social de un vasto alcance, que habría constituido la más fecunda revolución de nuestro tiempo y que expondré con todos sus argumentos en más propicia ocasión. De Doña María Fernández de Tinoco, escritora, hija del prócer. En los Anales del Liceo de Costa Rica, 30 y 49 trimestres de 1937. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica