311 REPERTORIO AMERICANO resinas por los mozos quemados en el bosque espeso, copado de fascistas desalmados; con olor a pólvora negra por Villobres volando el tren fascista. Unicamente un Armando Godoy, podrido en vejez y dinero, sería capaz de aparecerse a esta hora con una oda contra la España heroica ¡dedica a Benito Mussolini!
Todos los poetas alertados del mundo (quiero citata Serafina Núñez entre nuestros jóvenes poetas, que ha gemido por los niños de España en un canto de angustia y de hermosura)
tienen su sensibilidad en carne viva y esclava del do! or del pueblo a cuyo paso de la gran victoria, la ciega patata y la uva celeste brillan en la tierra.
Rofael Alberli recita sus poemas a los soldados del frente de Levanle Los poetas en la Guerra Española Por EMMA PEREZ De Mediodía, La Habana, 18 de julio de 1938 Condenada la torre de marfil, hasta el extremo de que Augusto Bunge ha llegado a negar que sea tal torre ni de tal marfil. sino, al contrario: un pozo oscuro y mefítico como todo pozo. y, enriquecida (más día a día de adeptos la fórmula perdurable y feliz de el arte al servicio del pueblo. los poetas en la guerra española han ocupado su lugar de honor, al lado de los bellos héroes que no han cedido ni un palmo de España sin regarlo primero con su sangre. Soldados muchos de ellos milicianos (co.
mo Miguel Hernández y Aparicio. han escrito sus cantos bélicos de ardor y de espeTanza en las chabolas, en las trincheras, en los puestos de escuchas. los demás en el trabajo vivo de combatir en las ciudades rotas (organizando cuadros de hombres leales, salvando niños y mujeres, levantando como lanzas, los ánimos. al enemigo de otras tierras que entraron les traidores a la suya.
Con Antonio Machado al frente (denunciando que el crimen fue en Granada. los poetas en la guerra española han mantenido actitud de conbate terca, gallarda, firme en los dos años de desesperada contienda que se van a cumplir. Han combatido. Algunos anónimamente los más profundamente populares conio el autor de las coplas de marcha que canta la División Campesino cuando sale a construir murallas de almas fren e al invasor de tres lenguas: por el mensaje puro de esperanza que levantan entregan por la fe.
Altolaguirre, Aparicio, Alexandre, Pla Beltrán, González Tuñón, Miguel Hernández, Rosa Chaucer, el holandés, Jef Last, el supliciado y firme Alberti, el superado y entregado Neruda, el maravilloso Lagston Hughes, el joven mexicano Octavio Paz, nuestro Guillén de sangre y fuego, han rodeado de cantos encendidos la garganta del mundo. La han quemado. La han abresado del incendio que lame a España hace dos años duros. Le han cuajado un grito de pueblos adentro del dolor. La han poseído! fuera de España, pero dados y tomados ardientemente, han prolongado el ciclo de canciones golpeadoras de pechos, Vicente Huidobro, Carrera Andrade, Miguel Otero Silva, Navarro Luna, Ballagas (con su Madrid 1937. Mirta Aguirre y todos los verdaderos poetas que están junto a la angustia de los hombres y junto a su esperanza enhiesta y junto a su paz hecha pedazos. Yo hice un afirmación que ahora repito, cuando dimos un recital de poesia antifachista en la Sociedad de Torcedores con la coperación valiosa y vehemente del gran poeta españo! Angel Lázaro (tan preocupado por su pueblo, que a mí me deja siempre la impresión de que no ve la luz de nuestro trópico. Si los odiados enemigos de España quisieran dar un recital de versos defensores de sus ideas, no lo podrían hacer en modo alguno porque carecen de poetas. es la verdad. Citadme un canto a Franco! De haberlo, se ha que.
dado canto inválido en su lugar de nacimiento y no se ha atrevido a cruzar mares. En cambio, de cualquier Revista honrada que se abra, saltan los versos empapados en sangre, narrando hazañas de los héroes que defienden a la España leal. Saltan elegías por García Lorca y por los niños muertos en Madrid y en Barcelona y en Valencia y en Almería (idulces ninos del Sur. Saltan romances con olor a rosas por la valiente Lina Odena; con olor a My llega Repertorio Americano. Veo su sumario. Tres poemas? Pues los tres rebosantes de ardor por la España de los mineros, de los labriegos, de los pescadores. es que de España viene ahora el dolor o viene la alegría perfecta, maravilladora, milagrosa, cuando ella se alza sobre el fuego, blande los brazos y lo asusta todo.
Si ser poeta es estar lleno hasta el grito de la angustia de sentir demasiado. podríamos considerar poeta al que se encerrara en una torie en un pozo mefitico a cantar redondeces de lunas frescas, cuando en España hay niños calcinados por las bombas fascistas?
Grito. No! que este no decapite canciones por perfecta que sea su técnica y por dulce que sea su contenido si están de espaldas a la realidad.
Ahora ha llegado a Cuba León Felipe y nos repetirá su Alocución. ver cuántos de Iuestros poetas se le allegan con el signo épico y activo que les damos a la palabra y al oficiu. ver qué piensan él y su Walt Witman entrañable amigo del pueblo de la eficacia de nuestro servicio!
Un gigantesco Socorro, camaradas. se dibuja en el rostro del cielo. Hay que acudir, acudir. Vaticinar. Dar a los hombres la fe ciega en el triunfo del pueblo; la esperanza, la victoria misma solemne. He aquí la actiiud espiritual justa, de un poeta honrado enfrente de esta hora y de todas las horas. La poesía. ya lo dijo Eremberg es vaticinio. Nicolás Guillén: Tiene el poeta que recobrar su antiguo papel de vate y anunciar el futuro a los que apena; pueden descubrir las burdas formas de lo que ahora nos rodea.
Los poetas en la guerra española dicen ardor, describen sangre y profetizan dados y tomados el triunfo amanecido sobre el astro. En este describir y este anunciar le adelantan su trabajo a la Historia. Ellos no olvi.
dan que Glaukler lo ha escrito la poesía es el arte por excelencia. el arte no es otra cosa, hablando con propiedad, que el historiador verídico de los hechos íntimos de los inumbres. y de los pueblos.
En tanto. Dónde están los mineros, los que hacen el cordel, los que maduran la suela, los que mandan la red. Con el quinto, quinto, quinto, con el quinto regimiento.
Madre, yo quiero ir al frente, primera línea de fuego. Dónde están los que cantaban en lo alto del edificio, escupiendo y jurando sobre el cemento aéreo. La poesia cantada de Cremieux. otros, poniendo firmas conocidas en servidumbre alta y consciente de la causa de la sana justicia. Podríamos decir de sus canciones que con ser de belleza casi perfecta la mayor parte de las veces, valen por la verdad del contenido. Dónde están los ferroviarios voluntariosos y nocturnos. Dónde está el gremio del abasto?
Con un fusil, con un fusil.
Entre los pardos latidos de la llanura, mirando sobre los escombros. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica