Democracy

56 REPERTORIO AMERICANO Qué bien queda la estatua de Juan Montalvo satisfacción. Sí, sí, esa es la verMontalvo, en el Parque de la Indad, replicó el aludido. Mi alma dependencia, de Bogotá, donde la está llena de Dios, de inmortaliadmiración nacional ha querido per.
Por ARCESIO ZAMBRANO dad, de gloria eterna, de codicias petuar la memoria de sus hombres infinitas. La manera como los hom. De El Tiempo. Bogotá, 23 de octubre de 1938 ilustres; pues si el gran Cosmobres han dispuesto y arreglado las polita nació en tierra ecuatoriana, cosas del cielo, eso es lo que no Colombia fué la cuna de su fama.
cabe en mi pensamiento ni en mi por obra de sus primeros admira.
conciencia. Unos católicos me lladores, Rufino Cuervo y Miguel man impio; otros, malvado; solaAntonio Caro.
mente la autora de la Vida de San Montalvo pagó con creces esta Francisco dió en la cabeza del cla.
deuda, y nunca olvidó que tan auvo: religiosa y pensamiento torizadas plumas colombianas le heterodoxo.
rindieron pleitesía, mientras sus proDon Miguel de Unamundo quiepios conterráneos los esbirros de re que los restos de Montalvo vayan García Moreno no tenían para él a reposar en España, y que en su sino palabras de insulto, de incomhuesa se deposite un puñado de prensión y de desprecio. Quiso el tierra de cada una de las naciones destino que en la población fronlibres, de la América Española.
teriza de Ipiales, rodeado del respeLa cuna de Juan Montalvola to y de la simpatía unánimes de misma de Juan León Mera y Juan sus moradores, que trataban de haBenigno Vela es la apacible y pincerle llevadera la tristeza del exilio, toresca ciudad de Ambato, situada escribiera los Siete Tratados, las Caen un valle encantado de la región tilinarias y los Capítulos que se le andina ecuatoriana, que vigilan el olvidaron a Cervantes.
Chimborazo y el Tunguragua, y Conocedor profundo del idioma, que riegan las cristalinas aguas del gran estilista, filósofo y poeta, soAtoche. Nació el 13 de abril de ciólogo y moralista, poseedor de 1832, y fueron sus padres don Mar.
una memoria prodigiosa y de una cos Montalvo y doña Josefa Fiainteligencia clarísima, vertió en sus llos, personas de distinción y rango.
obras toda la grandeza que alberAsí consta en el libro de partidas de gaba en su alma y todo su anhelo bautismo de la Iglesia Matriz de de que no fueran palabras huecas la Ambato 1831 a 1834 folio 36.
libertad y la justicia, la democracia Quienes conocieron a Montalvo están de acuerdo en que es exacy el sentimiento cristiano. Fustigador incansable de las tiranías y dicta la descripción que de su figutaduras, su pluma fué hierro canra hace Rodó: La talla procera, dente que marcó con estigma in relevado el pecho, enhiesto el anborrable y aniquiló para siempre a Juan Monfalvo dar, la color morena, luengo el tor(Cuando pasó por Madrid, en 1833)
los opresores de su patria. Garcia no del rostro; la frente amplia y Moreno, Antonio Borrero, Ignacio desembarazada, entre la perpetua de Veintemilla y el arzobispo Ordórebelión del cabello, montón de ñez pueden sentirse satisfechos y negros anillos, y el ignipotente mi.
honrados, de haber caído a los golrar de unos ojos, donde confluían en ese día.
pes titánicos de El Cosmopolita, el los relámpagos del pensamiento y Regenerador, Las Catilinarias la las llamaradas del ánimo. La naMercurial Eclesiástica.
En aquel cuadrito dramático que titula Méjico y pu riz, recta y valiente, como que daLos Siete Tratados, Geometria blicó en El Cosmopolita, ponía en boca del Marqués de ba testimonio de los atributos de Moral y El Espectador forman un Munster estas palabras: La naturaleza no ha criado es la voluntad, y en las comisuras arsenal inagotable de ideas, de he.
clavos; el nuevo mundo será algún día dueño y señor del de los labios, desdeñosos y finos, chos históricos, de comentarios fiviejo; pero es un error y una extravagancia en nosotros se posaba aquel género de amargor losóficos, de interesantes episodios, querer conquistar a América. El Nuevo Mundo será al con que persiste en el orgullo bi.
donde el lector inteligente recrea el gún dia dueño y señor del Viejo. Tal vez. Cuando la dalgo, el dejo de la ingratitud y la espíritu, con la galanura del América española, la que habla la lengua de Don Quijote, ba jeza del mundo.
estilo y la riqueza del lenguaje.
conquiste espiritualmente a la vieja España, a la España Pulcro en el vestir y exigente Hasta los intransigentes detractores de Primo de Rivera, y consortes. Pero es que España se en la limpieza y buen gusto de los de Montalvo tienen que rendirse habrá reconquistado a sí misma. Si, España tendrá que objetos de uso personal. Moderado en la mesa, pero amante de las ante las bellezas que encierran las reconquistarse desde América. España tendrá que sacudirviandas exquisitas y de los vinos páginas del semi bárbaro sud se de sus tiranos desde América. en ese día el nombre americano. Por donde se abra este de Don Juan Montalvo, el nombre del desterrado que duergenerosos, que tan admirablemente describe maldico libro dice don Aureliano me sueña? arropado en tierra francesa, será una en los Banquetes de los Filósofos. No fumo nunca, porque Fernández Guerra, refiriéndose a los enseña, será una empresa y habrá que trasladarle a Es el tabaco, soporífero infame que Siete Tratados se encuentra ña, a la España que tanto quiso, y allí, en la España entorpece el cerebro, ensucia la bopasaje elocuentísimo; pero qué de reconquistada, sepultar sus restos en huesa española y echar monio, la clerofobia está por don sobre ellos sendos puñados de tierra de cada una de las ca y manos y aplebeya el espíritu, no balla cabida entre las buenas cosdequiera derramando su veneno. libres si son entonces libres repúblicas americano estumbres de los hombres limpios.
Por esta última circunstancia se pañolas. Quiera Dios que el último día opuso Fernández Guerra que (Palabras de Miguel de Unamuno en mayo de mi vida sea, si no el de un Montalvo fuera recibido en la Real de 1925. Prólogo a Las Catilinarias de Juan santo, por lo menos el de un fi.
Academia de la Lengua, como lo Montalvo. Garnier Hermanos. París. 1925. lósofo; si no el de San Bruno, por habían solicitado notables literatos lo menos el de Sócrates. Por lo meespañoles y americanos. Menuda finos. Hay muerte más sublime, más lípica recibió don Aureliano, en el Con el Administrador de este semanario consigue Ud. santa que la de este precursor de Jeopúsculo Un Vejete Ridículo.
sucristo? Querer morir como Sócra.
Doña Emilia Pardo Bazán cali. Ifigenia y Las Memorias de Mamá Blanca, tes sería exceso de ambición: no fica a Montalvo de alma religio.
de Teresa de la Parra caigamos en soberbia, cuando estasa y pensamiento heterodoxo. y mos procurando merecer la beneestas palabras lo embriagaron de 6 y 5, respectivamente. Calcule el dólar a Concluye en la página 63)
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