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340 REPERTORIO AMERICANO El Teatro en la La palabra se vigila a sí misma do en sus maletas, arlequinadas por las etiquetas de mil hoteles, un espléndido cuaderno de Por GUILLERMO JIMENEZ notas de todo lo que vió durante los festivales teatrales de Moscú, notas que acaba de publi Colaboración. México, junio de 1938 car en un bello libro, bello por su contenido, Topaze fue una de las grandes interpreta habano para deleitarse en las maravillosas bello por su edición: El Teatro en la ciones de André Lefaur, allá por el año de manifestaciones artísticas. Vió el Teatro Realis.
El libro de Alfredo Gómez de la Vega no 1930, en el Teatro Varietés de París; pasará ta de Okhlopkov y asistió, como invitado de es un libro de critica, ni de tesis, es puramenmucho tiempo para que este actor encarne otro honor, a los ensayos de El Torrente de Hie.
te emocional, lleno de azoro y de ciega adpersonaje tan humanamente. Aquí, en el teatro rro. de Serafimovic. Habló con Meyerhold, miración, escrito con sencillez y con un raumás clásico de la capital, en el más 1890, o lo creador de la Escuela Biomecánica, en la cual dal de sinceridad. Alfredo no oculta desque es lo mismo, en el teatro más litografía anlumbramiento, al contrario, hace alarde de él.
se enseña al actor a moverse rítmicamente en tigua, por donde pasaron las sombras de Ermete el tablado.
No es un libro doctoral, es una serie de refeNovelli y María Guerrero: en el Teatro Arbeu, Antes de cada movimiento volitivo dice Merencias amables, llenas de frescura que se leen Alfredo Gómez de la Vega llevó al tablado el yerhold hay otro movimiento contrario instinticon la delicia con que se leyera una novela mismo personaje de Marcel Pagnol y, si no sunaravillosa o un cuento de hadas. Lo curioso vo, que refuerza la acción. El alumno debe teperó a Lefaur, poco faltó para ello; Gómez de la Vega nos presentó un Topaze, que huner perfecta conciencia del por qué de cada es que El Teatro en la no está biera sido muy del agrado del célebre comedió.
movimiento; debe ser poseedor de una comprenescrito para la gente de máscara. está hecho sión perfecta de lo que hace, armonizando el para espíritus selectos que sepan comprender grafo francés.
el esfuerzo de un actor que ha ido con los Mucho me equivoco o Topaze es el personagesto, el ritmo, la mímica y la acrobacia.
ojos ávidos a contemplar las grandes innovaje que Alfredo ha sentido con más amor y con Después, Gómez de la Vega, presenció en el ciones de arte escénico en la legendaria Rusia.
más fidelidad, lo que significa, en números reTeatro Judio una de las obras más interesan En español, no conozco un libro igual, ni por dondos, que Gómez de la Vega es un verdadero tes: El Muro de las Lamentaciones y asis su calidad, ni por la pasión con que está actor, encariñado con la responsabilidad de su tió a la representación de La Vida Errante en escrito. Existe el de Fulop Miller y Grearte, que estudia y disecciona y se nutre del el pequeño Teatro Gitano. No faltó a las noches gor, editado en 1931 por Gustavo Gili, Barcelona, espíritu de las obras, antes de ordenar que se del Teatro de Arte, ni a la cita de la fastuosa libro frío, documental, que no tiene la fraganlevante la cortina. El afán de cultivarse, el an Princesa Turandot. en la sala del Teatro Vakh cia que aletea en las ciento y tantas páginas del helo de asomarse a todas las ventanas de las tangov. En fin. una clara mañana, Alfredo libro de Alfredo.
novísimas renovaciones teatrales lo han llevado Gómez de la Vega desembarca en la desapare Topaze, se ha vuelto escritor. Ojalá que su cida Estación Colonia de esta capital, con un a las primeras filas en las salas de espectáculibro tenga tanto éxito como el negocio que los de Paris, de Londres, de Berlín y de Bru habano prendido entre los labios y guardan hizo con las máquinas barredoras!
selas para estar siempre a caza de las altas innovaciones artísticas que introducen los magos de la escena. Obras, actores, actrices, vestuario, decorados, reflectores, todo le interesa vivamente y por ello una noche aparece metido Por SANIN CANO en un abrigo de astracán, ni más ni menos que en el corazón de la para asistir a De El Tiempo. Bogotá, julio 26 de 1938 los festivales teatrales de Moscú.
Diez días duraron estos festivales, en cuyo Un gracioso episodio, sacado a luz de lo os sus enemistades. El duelo no era de usanza en esa lapso se presentaron diez y curo y profundo de los archivos por don Gercomunidad eminentemente cristiana, seis espectáculos diversos: Ballet, ópera, drama, comedia, guigmán Arciniegas en su último libro, es el de la pero la lucha verbal no ponía fuera de la nol, teatro judío, teatro gitano, lucha verbal, ante los jueces, entre Calderones Iglesia a los competidores en esos combates de teatro para adolescentes de Sogamoso y uno de los Valenzuelas de Oca palabra, como no pone hoy a quienes defieny teatro para niños. Fueron diez días que tuvieron la magia de Las Mil y Una ña, por una suma de pesos inferior a los cien den de lejos y por escrito los procederes bélicos Noches.
to. Además de gracioso es sobremanera instruc de un Franco.
tivo acerca de la mentalidad colombiana en ma Esta manera de producirse en el uso del. El teatro en Rusia soviética murmuro terias de libertad de palabra. Las dos familias vocablo contra personas naturales o contra los Jacinto Benavente al regresar de la o sus representantes no luchaban por la pren gobiernos, está en la naturaleza y en los orígeS. es un teatro de bambalinas.
sa. Les daban salida a sus resentimientos por nes de la nacionalidad. En la vida de la repúDe bambalinas y algo más que eso, creo que escrito en memoriales alzados por sus abogados blica se ha visto un fenómeno semejante en las el autor de Los intereses creados no presen ante el tribunal de Santafé, u oralmente en las épocas de absoluta libertad de palabra. Las ció las representaciones del Teatro Realista de declaraciones hechas y testimonios rendidos luchas verbales mueren por su propia virtud y Okhlopkov, donde la ausencia de decorado es ante las autoridades judiciales y aministrativas lo sumo tienen por causa el cambio de gobierno absoluta: leves indicios sugieren el ambiente, del virreinato, o en sus conversaciones amisto o la moralidad de las costumbres políticas. Fue ig1. que en el teatro chino. Tampoco asistió a sas con las gentes de sus provincias. La suma ra el caso de duelos en tiempo de absoluta li1a, noches de Meyerhold, quien suprimió la exigida por uno de los litigantes no habría bertad imprenta. Las restricciones extremas Curtina y redujo a su minima expresión los de empobrecido a ninguno de ellos; pero a medida en el uso de la palabra hablada escrita precorados y la utilería. Si Benavente hubiera vis que la litis avanzaba y se extendía, los voca dispusieron siempre a los partidos a enrumbarse t, como dirigen estos maestros del arte escé. blos cercenaban la buena reputación de las par por las vías de hecho. La palabra se vigila a nicu. hubiera hecho tal aseveración.
tes y ponían en duda los claros orígenes de un sí misma, señala rumbos al adversario y en sus ¡Claro. la mise en escene en ciertas obras, lado, y la pura aunque humilde procedencia del momentos de mayor fervor y vehemencia sirve Inclusive las de vanguardia, tiene una impor otro. La libertad de expresarse estas gentes ante de escape, con el vituperio, a las fuerzas insociatancia absoluta, tanta como la propia obra los jueces y el permiso de darle curso al rencor bles del individuo, que de otra manera se hatanta como la tiene el primer actor. Me acuerdo inveterado, las mantenía lejos de los peligros y rían sensibles en forma de hechos violentos.
haber asistido en París a dos o tres represen consecuencias de la acción directa. Las armas En los tiempos ya históricos en que la ley taciones del Teatro Kamerny de Moscú; me fueron las palabras, y eran éstas usadas con coartaba entre nosotros el derecho de expreparece que wi la Fedra de Racine y El tan desenvuelta amplitud, que por ellas se iba sión regular del pensamiento para criticar la amor bajo los olmos de Eugenio Neill. En toda la vehemencia del sujeto. Las energías conducta de los gobernantes, la prensa solía esta última pieza, Alejandro Tairoff, fundador y superfluas de los contendientes, las energías desviarse de los cauces naturales y emplearse director de dicho Teatro, hizo construir una deco que a ellos les sobraban después de ejercer el en la tarea de la denigración personal contra ración de auténticos ladrillos, es decir, dentro comercio, la agricultura y la ganadería, de dis personas ajenas a las tareas de la administradel foro hizo un edificio, que facilitara la pre cutir con las esposas y reprender a los hijos. ción pública. En esos tiempos fueron más fresertación de diversas fases de la obra. Táiroff, no sin azotar ocasionalmente a los esclavos, las ouentes los duelos entre personas ofendidas después de tantos años de haber estudiado las dedicaban a inventar modos de agresión contra en su honra. En ocasiones el duelo se ventilaba innovaciones de la mise en scene, es dueño de la parte adversa y a refrescar el vocabulario de con pistolas en medio de la calle, no sin grave las más altas experiencias para montar una las palabras y frases ofensivas.
peligro para los transeuntes. los gobiernos obra en estricta propiedad artística.
No había prensa entonces, pero los jueces de entonces, tan celosos de su reputación y tan Alfredo Gómez de la Vega, noche a noche, tal vez regocijadamente, toleraban que las par severos guardianes de las prerrogativas del seren los vestibulos de los grandes teatros soviétes difundiesen en términos agresivos, a lo largo vidor público, miraban con indiferencia las ticos arrojaba la colilla de su rico y burgués de la competencia jurídica, la violencia de luchas sobre asuntos privados. No había jue