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326 REPERTORIO AMERICANO La Psicología del Líder como auto. retrato: incon.
secuencia entre un bosquejo de ideario político y los afanes culturales del autor.
Por BARAHONA STREBER Envio del autor. Costa Rica y agosto de 1938 mantener no se puede creer con sinceridad en que Mussolini ha transformado a Italia en la dirección del progreso, olvidando las dos Abisinias la Ibérica y la Africana. la educación de las juventudes para la guerra y la agresión, con el único objetivo de fortificar la bota militarista que coopera en la terrible concentración de poderes en el Estado, y así un sistema social que permita el lucro desmesurado de unos magnates, siempre ávidos de super explotar a las grandes masas populares.
No compagina Vincenzi al esbozar medrosamente su ideologia política tal posición con su justa tesis dialéctica materialista cien por cien de que los líderes son producto de la Historia, determinados en gran parte por el medio en que actúan, aunque con cierta iniciativa propia como consecuencia de un Como noble en su conjunto, por constructiva, conceptuamos la última obra del profesor Vincenzi. La Psicologia del Lider producida dentro de un medio raquítico, decididamente lo supera Corrobora nuestro opinión el estilo diáfano en que está escrita: la palabra es diversa, pulidos los conceptos, exacta y sabrosa la construcción de la frase, sin recaer en esa pedantería del geometrismo gramatical Todo el libro, como su título lo indica, está enfocado a través de la óptica freudiana.
Bien esquematizado, sirve la armazón para construir un sólido edificio cientifico, puesto que las varias facetas psicológicas que ahí se trazan están admirablemente dibujadas y en estricta consonancia con los últimos avances en el ramo. Se propone el profesor Vincenzi conseguir al propio y justo conocimiento de todos aquellos espíritus selectos, capaces de guiar hombres en cualquier esfera de la acti.
vidad humana. Se extiende así la acepción de la palabra lider, dándole un contenido más universal y menos sectarista que sirve como roturador de horizontes, desde el momento en que sin diluir el vocablo lo agranda y lo hace más útil y comprensivo. Por eso también hablamos, refiriéndonos a la visión global, de nobleza constructiva en el autor. Sin duda, tal finalidad lleva evidente armonía con todas las modernas tendencias político socia.
les que, como sinónimo de cultura, exigen crecientes cantidades de hombres conscientes y capaces.
Sin embargo, al esgrimir nuestro análisis sobre los conceptos vertidos en las 71 pági.
nas de Psicologia del Lider hemos hallado incongruencias, contradicciones notorias el detalle, debidas. según el hipotético acierto de nuestro criterio a falta de solidez doctrinaria en el autor. Aquí no se sale el profesor Vincenzi de la rutina ambiente, a pesar de sus elogiables esfuerzos por lograrlo. Tal característica de deficiencia conceptual en las partes, quita belleza ideológica al todo. Sobre este aspecto versará, principalmente, este in tento de comentario crítico No conocemos con amplitud la restante obra del autor. Pero basta ieer algunas pági.
nas del libro comentado para convencerse de la posición idealista, en el significado filosófico de la palabra, que invariablemente anima los escritos del profesor Vincenzi. Esta actitud mental del filósofo moderna en cuanto afirma la relatividad de las cosas negando lo absoluto lo conduce inexorablemente a aceptar la divinidad como la verdad final que explica la existencia de Cosmos. De aquí a creer, abierta o interiormente, en la mascarada de pueblos con destinos superio.
res, dejándose llevar de tendencias puramente simpáticas o emotivas, no hay un trecho largo. si a este sistema de pensamiento idealista y relativo sumamos otra característica, como es la de estar condicionado en alto grado por la lectura de la filosofía nietszcheana de la fuerza, ya tenemos el medio y el móvil para que se concluya haciendo la apología, sea con decisión o con timidez, de algunos regímenes trogloditas de gobierno. Só.
lo así se explican ciertas frases en honor de la mitomanía fascista. Porque de otro modo físico privilegiado, con muchas o algunas de las características temperamentales analizadas en el libro comentado. No puede ser de otra manera, pues el fenómeno anímico in.
dividual emana no sólo del cerebro y anexos orgánicos, sino deriva también de todo el complejo psicológico colectivo, consciente o inconsciente, actual o pasado y, naturalmente, relacionado con las aspiraciones personales y sociales para lo por venir. Así pues, Mussolini como producto de un insostenible sistema basado en la explotación del hombre por el bre, no puede menos de recurrir a la pantomima opresiva y guerrera, so pretexto do Nietszche o de Sorel, para sustentar dentro de lo posible la situación creada.
Bien diferente es transformar un pueblo que engañarlo con el espectáculo de circo. no otra cosa que mentira es erigirse en redentor para luego crucificar, no sólo en nombre y deleite propios, sino, de preferencia, en el de los sectores minoritarios monopolizadores de la banca y de la industria que mueven los hi.
los de esta tragicomedia social.
Lo apuntado está en manifiesta oposición con el espíritu cultural y económico de la obra. Un hombre que trata de contribuir al propio conocimiento del individuo, no puede estar sustentando con elogios un régimen que niega a otros el acceso a las fuentes culturales capaces de producir auténtica conciencia. recuérdese, para emplear una expresión del autor, que el verdadero conocimiento sólo se halla moviéndose en el patio de los objetos que es el mismo de los méritos o sea, transitando en planos de realidades, perfectamente antinómicos con esos otros de la reacción y de la farsa.
Sin embargo, a mayores y más elocuentes concreciones de pensamiento llega el profesor Vincenzi al proclamar que reconocer el valor de la mentira convencional o del simple recurso de presentación externa, con el objeto de limitarlos en posible o de hacerlos desaparecer, es parte esencial del programa del hombre realista, porque el progreso es desplazamiento o destrucción de la mascarada. Tan brillante concepto constituye, fuera de toda duda, un tenaz yo acuSO que se lanza a sí mismo el autor. Porque Vincenzi es hombre realista. Cualquiera que lea detenidamente el libro, que ha de ser como toda obra un reflejo del autor, podrá deducir que las últimas páginas equivalen a una especie de auto retrato, cuya mayor o menor fidelidad no vamos a discutir aquí, pues pael caso con glosar el intento basta No otra cosa es la descripción del líder metódico alojado en el patio de los objetos. compen.
dio de superioridad, de propio conocimiento y, como resultante, de un sano optimismo construído sobre el sólido basamento de la realidad, tanto interna como exterior. si de lógica se trata nos sentimos obligados, ya motivado nuestro comentario, a pedir menos incongruencia entre las posiciones personales y la actuación social, porque ésta al devenir forzosamente en ideologia política desdi.
bujada o firme, expresa o no ha de reflejarse sobre lo individual. Así pues, al verificarse la interacción de ambos factores, siendo uno elogiable y el otro no, resulta la obra maculada, el esfuerzo cultural desviado y el actuante un malabarista puesto en entredicho.
Naturalmente, no es nuestro propósito ca.
lificar. Nos contentamos con señalar errores.
Que ya es mucho dentro de esta desidia intelectual tener la grata oportunidad de leer la prosa repujada del profesor Vincenzi.
Los curas coloniales La vida de la Iglesia se confunde con la de los intereses politicos de la corona. Los curas se alimentan del tributo que les imponen a los indios, en la misma forma feudal en que la corona y los demás españoles resuelven su problema económico. Es el estilo de vivir en España en el siglo XVIII. El tributo que se paga a la iglesia reviste formas especiales: es el diezmo, la institución de las cofradias, la doctrina. En cierto modo, paga más el indio al cura que al rey. Para el cura son las primicias de la tierra, el diezmo de las cosechas, los ahorros que deben entregar los indios en las fiestas del patrono, el trabajo de las mujeres en los obrajes organizados so pretexto de doctrina. Cuando la paciencia de los indios se acabe, lo mismo volverán ellos en su desesperación contra el rey que contra el cura. El levantamiento de los indios no será contra las personas, sino contra el sistema. del mismo modo cuando el sistema se reafirme y defienda, cuando se restablezcan sobre sus bases primitivas los impuestos, trabajarán con tanta decisión y celo las milicias del rey como los curas. aun con mayor eficacia los curas, porque están más cerca del pueblo, porque constituyen la única fuerza organizada que cubre todo el continente y lo penetra en todas direcciones (De Germán Arciniegas, en su libro Los Comuneros. ABC. Bogotá.
1938. en ariel Quincenurio antológico de Letras, Artes, Ciencias y Misceláneas.
Director: FROYLAN TURCIOS Ap. 1622 San José, Costa Rica, América Central Con BERMA Libros. La Habana, Cuba. Tel. 2660 consigue Ud. este semanario. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica