Democracy

REPERTORIO AMERICANO 35 00 A I Raposa Inglaterra, eres la vieja raposa avarienta, que tiene parada la historia de Occidente hace más de tres siglos, y encadenado a Don Quijote.
Cuando acabe tu vida y vengas ante la Historia grande donde te aguardo yo. qué vas a decir. Qué astucia nueva vas a inventar entonces para engañar a Dios. Raposa. Hija de raposos!
Italia es más noble que tú y Alemania también.
En su rapiña y en sus crímenes hay un turbio hálito nietzcheano de heroismo, en el que no pueden respirar los mercaderes, un gesto impetuoso y confuso de jugárselo todo a la última carta, que no pueden comprender los hombres pragmáticos.
Si abriesen sus puertas a los vientos del mundo, si las abriesen de par en par y pasase por ellas la justicia y la democracia heroica del hombre, yo pactaría con las dos.
ESPAÑA 7tElcal ¡Vieja raposa avarienta, has escondido, soterrada en el corral, la llave milagrosa que abre la puerta diamantina de la Historia. No sabes nada. No entiendes nada y te metes en todas las casas a cerrar las ventanas y a cegar la luz de las estrellas!
He visto a un niño con la cabeza rota y doblada ¡Y los hombres te ven y te dejan. sobre su velocípedo, en una plaza solitaria, Te dejan porque creen que ya se han acabado (cuando todos habían huido a los refugios. los rayos a Júpiter. El 18 de noviembre, sólo en un sótano de cada Pero las estrellas no duermen. veres, conté trescientos niños muertos.
Tu imperio es sólo una torre artificiosa de am Los he contado en los carros de las ambulancias. biciones encadenadas que se las llevará el en los hoteles, viento como las cuentas vencidas de un avaro en los tranvías, monstruoso. la larga, la Historia es mía, en el metro. porque soy el hombre y tú eres sólo un trust en las mañanas lívidas. de mercaderes.
en las noches negras sin alumbrado y sin Vieja raposa avarienta. estrellas.
has amontonado tu rapiña detrás de la puerta, En tu conciencia todos. Raposa. y tus hijos ahora no pueden abrirla para que y todos te los he cargado a tu cuenta. entren los primeros rayos de la nueva aurora Ya ves si sé contar. del mundo Eres la vieja portera del mundo de occidente.
Vieja raposa avarienta, Tienes desde hace mucho tiempo las llaves de toeres un gran mercader. dos los postigos de Europa, Sabes llevar muy bien y puedes dejar entrar y salir por ellos a quien las cuentas de la cocina se te antoje.
y piensas que yo no sé contar. ahora por cobardia. Sí sé contar!
por cobarda y avarícia nada más, He conta do mis muertos.
Los he contado todos, porque quieres guardar tu despensa hasta el úllos he contado uno por uno. timo dia de la Historia, has dejado meterse en mi solar Los he contado en Madrid, a los raposos y a los lobos confabulados del mundo los he contado en Oviedo, los he contado en Málaga, para que se sacien en mi sangre los he contado en Guernica, y no pidan enseguida la tuya.
Pero ya la pedirán, los he contado en Bilbao.
Los he contado en todas las trincheras; ya la pedirán las estrellas.
La Historia es larga, en los hospitales, el hombre eterno, en los depósitos de los cementerios, en las cunetas de las carreteras, y tú eres sólo la sombra pasajera de la avaricia.
en los escombros de las casas bombardeadas, Oye. Raposa. resbalando en la sangre, Yo soy el grito primero, cárdeno y bermejo de las tanteando en las sombras y en las ruinas. grandes auroras de occidente.
Contando muertos este otoño, en el Paseo del Ayer sobre mi sangre mañanera, el mundo bur Prado, creí una noche que caminaba sobre gués edificó en América todas sus factorías barro, y eran sesos humanos que llevé por y mercados.
mucho tiempo pegados a las suelas de mis Sobre mis muertos de hoy, el mundo de mañana zapatos levantará la Primera Casa del Hombre.
Los he contado en las plazas y en los parques. volveré porque aún hay lanzas y hiel sobre la Tierra.
Volveré, volveré con mi pecho y con la aurora otra vez.
La justicia vale más que un imperio Amigos, escuchadme: No hay más que dos posiciones en el mundo: la de los que quieren la paz y la de los que quieren la justicia. L2 paz hoy la quieren los mercaderes porque con ella se hacen mejor las transacciones y los cambalaches. la justicia la defienden los poetas y el hombre prometeico porque con la justicia se camina hacia la luz y la renovación. No importa lo que pueda acarrear la defensa de la justicia; podrá traer consigo la ruina y la desolación, pero el hombre se habrá salvado siempre. si el hombre se salva, la victoria es suya: del hombre. qué otra cosa importa sino el hombre. es que estamos aquí para servir al mercader, al go getter y al pescador de caña?
No hay más que dos posiciones esenciales en el mundo: la de la caña de pescar y la de la lanza manchega; la del pescador inglés y la del payaso español; la heroica y la pragmática.
Todo lo demás no son más que viejas protestas que se han alzado siempre contra ese zorro pescador, que ha edificado unas presas enormes con el oro de su rapiña, a las corrientes de la Historia, a la evolución del mundo, y más le importa defender su imperio que salvar al hom bre.
Porque lo que diferencia estas dos posiciones es que la caña de pescar pone el imperio per encima del hombre, y la lanza manchega pone al hombre por encima del imperio. Por eso España perdió el imperio, pero salvó al hombre; mientras que Inglaterra, queriendo salvar su imperio, ha perdido al hombre. Hoy ha perdido ya el hombre y el imperio. Nadie tiene ni conquista hoy un imperio. Ni Inglaterra tiene yo volveré. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de Universidad Nacional, Costa Rica