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REPERTORIO AMERICANO 15 si las condiciones sociales de América, determinadas, a su vez, por las condiciones materiales de su existencia actual, han hecho posible el nacimiento del auténtico concepto y vida del ideal hispanoamericano, hay que convenir en que la democracia, los valores humanos de esa democracia, son el campo nutricio en el cual la vida de ese ideal, o el ideal hecho vida, han de prosperar en Ta medida en que, democráticamente, esa misma vida sea fortalecida y alimentada. El hispanoamericanismo oficialista y de élite, de ficción y de hipótesis ha muerto, por inanición, para dar paso al genuino, popular, de envergadura democrática, que sabrá afrontar por convicción ideológica e interés colectivo, los problemas fundamentales que son hoy la preocupación del mundo entero.
Y, aun más: sólo democráticamenje, en emoción y realidad colectivas, es y será posible vivir el ideal hispanoamericano. Esto ya se han encargado de probar los hechos: se ha visto cómo movidas al unísono por una misma corriente colectiva, que abarca a los pueblos de América desde los límites mexicanos hasta los confines patagones, los pueblos de América, sus democracias verdaderas, actúan libremente o a espaldas y por encima de la represión oficial, en favor de las masas populares de España Republicana; se ha visto cómo nuestras democracias sienten en carne palpitante y espíritu emocionado, la tragedia española; se ha constatado y se evidencia a cada minuto como ellas, solidarizadas en lo íntimo de la entraña, unánimemente, sintiendo como suyos propios el dolor y la angustia de un pueblo hoy más hermano que nunca, se esfuerza espontáneamente, por deber congénito, en contribuir a la lucha y cial, la zona del mundo donde se está fraguantriunfo de la República española, cuyo desti do las normas inconmovibles de una nueva vida no actual gravita tan profunda y particularmen libre y democrática, estructurada en sus prote en la conciencia hispanoamericana, como que pias necesidades y realidades, y que son sus es él, el destino de España, el que, en mayor pueblos, los que, llegada la hora, sabrán sacrio menor grado, determinará el rumbo y la suer ficarse por la conquista de su felicidad. Porte de nuestras democracias, las que por su par que América no es ni será jamás tierra de conte, comprendiendo la inminencia de la hora, se quista. Es y será siempre tierra para la liberaprestan y preparan su espíritu tenso de vigor tad y la amplia vida democrática.
vital y belicismo viril, a la lucha redentora El hispanoamericanismo, pues, por lo que a definitiva, de la que saldrán victoriosas para nosotros incumbe no quiere decir y no significasiempre.
rá otra cosa que la fiel interpretación de un fenóTal es la fe y la conciencia de solidaridad meno político social, llegado al máximun de besocial de las democracias de América en el ligerancia, de un pueblo que por leyes étnicas triunfo de la justa causa de la República Es y lingüísticas nos pertenece más íntimamente; pañola, tanta evidencia y seguridad tienen en y lo que es más: realización inmediata de las el valor tradicional del pueblo, de ese pueblo necesidades sociales. que ésta es la esencia bravío que hace un siglo, a guerra de guerrillas y clave de todo sistema político de un mispuso en fuga a las águilas napoleónicas y se mo cuerpo colectivo, dividido geográficamente, burlaba con desenfadada ironía del mismo Cor que tiene derecho a forjar sus propios destiso cantándole coplas como esta: nos históricos, abriendo para el hombre los vastos horizontes de la libertad y la cultura. si Ya vienen las provincias políticamente queremos realizar y vivir el his.
arrempujar. do panoamericanismo, no de otra manera podremos y la Virgen de Atocha hacerlo, sino llevando a cabo esas necesidades trae a Fernando.
sociales, hechas perentorias, en lo material e ¡Vivan los españoles. intelectual en lo ideológico y práctico. Las ma¡Viva la religión!
sas de América han respondido a este senti¡Yo me cago en el gorro miento político, y políticamente, es decir con la de Napoleón!
realización de necesidades colectivas, han prin1 cipiado a vivir el ideal del nuevo hispanoamerital es el fuerte sentido de comprensión y soli canismo y con tal fuerza patética, que hace daridad humana que animan sus hechos, su ac prever lo que será él en un futuro próximo y ción práctica, que bien confirman lo que ya sabe los beneficios que reportará a los pueblos his.
Europa o lo adivina: la verdad de que es Amé panos e hispanoamericanos.
rica, con el poderío de su fuerza natural y sociudad, nada con que la seriedad y virtud del juez pueda consolat al humilde. Sin duda alguna, Cayo Aquilio, o la verdad triunfará ante ti y tus asesores, o rechazada de este sitio por la fuerza y la influencia, no hallará lugar en donde reposar.
Juan Bosch y el. Viene de la página 16)
minal de la ley, perra de dictador asesino. y presenta con capa roja y coturno marciano, dilo que pasará, la creciente de la próxima sangamos de una vez: Juan Bosch, hasta donde gre, la sangre que ahogará a quien la vierte, nos parece lícito decir, es el primer cuentista escudándose en las charreteras y en la miseria dominicano de nuestros días de sangre. Cortadel pueblo esquilmado, robado, azotado y crudo a la moderna, no hace literatura: esculpe cificado. Juan Bosch no hace más que enseñar pensamiento y burila emociones. Andariego, de el cuadro de la sangre; acostumbrar a los demás al ají de la sangre, para que le tomen su un aletazo se plantó en Puerto Rico. Nos trasabor y estén en lo más olímpico de Nietzsche: jo su cuento más armonioso: un hijo que le Escribe con sangre y sabrás que la sangre es dice taita y que se llama León. Juan Bosch tieespiritu.
ne la certidumbre de que su madera de homPara dar una pequeña idea de quién se nos bre se eterniza en el camino real de los leones. De Cicerón, en el tomo de Vida y Discursos. Biblioteca Clásica. Madrid. 1917. No mentar la cosa ¿Qué diremos nosotros?
De mi silabario tengo el único elogio ajeno que necesito, y es el de un candoroso maestro de escuela que me decía: Señor, por este libro le serán perdonadas en la otra vida todas las penas del purgatorio, y le sobrarán seis años de indulgencia todavía!
Si Enrique Heine envidiaba la suerte de los Magyares porque morían en garras de leones mientras los alemanes sucumbian en los dientes de perros y lobos ¿qué diremos nosotros? Aunque poseamos muchas constituciones, muchos códigos y muchas leyes y decretos, los peruans gemimos bajo tiranías inconcebibles ua en el Viejo Mundo, vivimos en la época terciaria de la politica sufriendo las embestidas de reptiles y mamíferos desaparecidos de la fauna europea. Palabras de Manual Prada en 1899; en su libro Figuras y Figurones. París.
1938. De Sarmiento en el tomo Las Ciento y Una, el XV de sus Obras. Buenos Aires. 1914. Hay derecho de ocultar una acción?
Creemos que muchos así lo creen, en visia de lo que pasa entre nosotros. Se ocultaban an tes en la publicación de las sesiones del Congreso, las palabras, injurias y aserciones de un Diputado o Senador después de haberlas pronunciado en la Cámara. Se ha ocultado ayer en la publicación de los asuntos que ha dejado pendientes el Congreso, uno que forma parte de nuestra historia parlamentaria y po.
lítica; y hasta los diarios, aquel espejo de luna torcida, que adultera las imágenes que refleja, han tenido el acuerdo de no mentar la cosa.
Así, pues, se falsifica la historia, suprimiendo lo ocurrido. Todas estas trapacerías se pagan muy caro, como se ve por la rebelión presente.
El poder de Dios no llega a tanto; lo hecho puede hacer que no sea en adelante; pero no que no haya sido. Sólo los pueblos depravados por ideas falsas preteriden suprimir lo que les daña, como los anales de Roma suprimieton la conquista de Porcena y la pérdida de Once distritos. Paso a la verdad!
De mi silabario.
Conviene que tú, Cayo Aquilio, y los que constituyen tu consejo, oigáis mis palabras con mayor benevolencia, cuanto más son los inconvenientes para que la verdad, cbatida con tantas contrariedades, renazca finalmente por obra de vuestra equidad. Pues si siendo tú juez, resultara que el desamparo y la pobreza no te.
nían ninguna ayuda contra la violencia y el favor, si la razón se pesa ante este consejo con las riquezas y no con la verdad, nada respetable y verdadero queda ya seguramente en la Deshonradme en hora buena; pero no toquéis la educación popular, no desmoronéis la escuela, este santuario, este refugio que nos que da contra la inundación de la barbarie, que eleváis a sistema americano, a palanca de progreso. De Sarmiento en el tomo XXXIX de sus Obras. Buenos Aires, 1900. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica