90 REPERTORIO AMERICANO abre la noche su carpa de luna; cuando bailan luciérnagas su ronda de enciende y apaga; cuando llora el pocuyo, y empinan flores de embrujo sus corolas blancas; entonces, por los largos caminos del recuerdo avanza despacio la sombra del abuelo: del abuelo izalqueño que llevaba ingenuamente su título de Don.
we Baja la mula retinta con el sombrero puesto y la espuela arrastrando.
Sonrie, con su sonrisa humilde que no se ha muerto nunca. erguido frente a la raza fuerte de mi padre, dice, con la expresión segura de quien jamás dudó: CS. Ya ves.
Ilustración de José Mejia Vides ¡No te pudieron robar los gringos. Rueda del año cuscatleco (A la manera de Juan Negro. Viento de Enero!
Turista borracho que habla idioma de frío.
fruta jugosa Febrero.
Abren los maquilíshuats parasoles rosados.
Playa de Marzo: olas y niños juegan de corre que te alcanzo.
Abril.
Las chicharras bordan el tapiz de la Semana Santa.
Poemas de Cuscatlán Por CLAUDIA LARS Envío de la autora. San Salvador, setiembre de 1938 Primera canción de la tierra que descubro Chico Luarca. De nuevo vagabunda. caracol que en mi oido La montaña me llama con fresca voz de olor, suena los siglos; y el horizonte con su guiño azul.
que amasaron los dioses morenos con manos de antojo.
Me pesa la ciudad como una carga de cemento.
Feo es el hombre que la habita Aprendo y que la llena de basuras.
vocablos campesinos Triste y estúpido que siempre se trabaron su perenne trajin.
en mi lengua, y en barro crudo plasmo ¡Yo busco lo sencillo!
la forma Aire de soledad de mi cuerpo, para limpiar el hollin de mis pulmones.
jugando con un símbolo.
Caminos de silencio con mariposas que llevan El indio me descubre regalos de polen.
sus secretos Mil ojos de arco iris porque nada pregunto.
en el agua, Asombra su paciencia y hundit mi rostro en sus colores, y levanta vergüenzas su dolor y luego levantarlo sin grito.
barnizado de sol.
En la sombra morada Canto porque amanece. de su puerta Entre las yerbas húmedas recojo mi cansancio, asoma la borraja manojos de virtud: y junto al fuego del convivio los chonchois arrastran sus guirnaldas; regreso a mi niñez.
salta y se esconde la brasa fragante de los cinco negritos, Salgo con los pequeños las flores de muerto a rebuscar tesoros huelen a vida.
en los charcos; a mecerme en trapecios Moscardones de acero de bejuco; rezan maitines.
a descolgar parásitas, Inventa sustos el grito de la urraca y a espiar el ágil salto y el torogós se queja.
del animal arisco.
La flauta del zenzontle es de cristal de aurora, Con escobón de luz u de felpa barro la niebla el tambor de los ecos.
que traje de otros climas, y los duendes del norte Entro quedamente tienen que saludar hasta el profundo corazón de mi tierra: al Cipitio.
imán oculto, huaca de sorpresas, cuando sobre el llano Primeras lluvias: Mayo endulza racimos para la Cruz del patio.
Junio. Se rompen las llaves de todos los ríos!
Julio busca en las pozas a la siguanaba.
En el Correo de la Fiesta Agosto se disfraza de payaso.
Septiembre salta charcos y estornuda.
Con el grito de los pericos Octubre escribe. verano!
Noviembre se despierta en un colchón de campanillas.
Los cohetes de Diciembre alcanzan el nixtamalero (1)
y el Niño Dios de barro es el zipote de todas las indias. 1) Lucero del Alba. Lucero de Belén. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica