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53 REPERTORIO AMERICANO Humorismo y folklorismo en la novela cubana Luis Felipe Rodríguez y su labor El treponema negro 1923. con el título de La Conjura de la Cienaga, y que ahora se nos ofrece ampliamente desenvuelta como un gran lienzo, pleno de luz, de color, de vida, reflejo de la campiña Por DUCAZCAL cubana y de sus habitantes, los montunos o Envio del autor. La Habana, 22 de enero de 1958 guajitos que antaño inspiraron a Nápoles Fajardo (El Cucalambé. en sus raudales de La reciente aparición de la novela Ciénaga Camacho, alcalde del barrio de la Ciénaga, espontáneas décimas, y que ogaño le brindan a como el volumen XVII de la Editorial Trópi del término municipal de Tontópolis. la la pluma pintoresca, incisiva y un tanto meco, empresa tan digna de simpatía y protección, descripión del panorama y del ambiente cu lancólica de Luis Felipe Rodríguez caudal folha hecho fijar nuevamente la atención del pú bano integral es también, en las novelas de klórico y dramático bastante para estas no blico culto sobre la personalidad del autor de Rodríguez, un cabal acierto de su arte realista, velas cubanas en que palpita el alma del pueese libro, el notable escritor Luis Felipe Rodrí reprodución animada de la verdad palpi blo cubano. es en verdad lamentable, por guez, merecedor de un estudio amplio y sereno tante en el medio y en los actores de la comedia los fueros de la verdad y la justicia, que en en que se destaquen las cualidades de su talento huniana que viven y hablan en las páginas del un libro de divulgación tan interesante como y los éxitos de su labor. Recluído casi siempre novelador cubano como lo hacen naturalmente la Historia de la Literatura Americana, por en su terruño de Manzanillo y revestido de en el mismo lugar en que los cinematografió el Luis Alberto Sánchez, se omita hasta la simcierto velo de misantropía ;él, tan ingenuo talento del escritor, que adereza sus descripcio ple mención del nombre de Luis Felipe Roy cordial. Rodríguez no ha figurado en esos nes con abundantes comentarios y observacio dríguez en la parte referente a la novela cucenáculos o piñas en que unos cuantos genios nes de punzante humorismo, a veces con la bana, de la que es, indudablemente, este autor se lo reparten todo, en el orden de las jerar contenida indignación de su alma de patriota oriental, alto representativo, así apreciado ya quías y los triunfos literarios, y se coligan y de hombre civilizado que ve el espectáculo en los Estados Unidos de América y otros paípara la conspiración del silencio contra los de la farsa triunfante y la justicia humillada.
ses extranjeros, en cuyos respectivos idiomas otros profesionales de las letras que no les Cuanto aquí apunto ligeramente está conte han sido vertidos algunos de sus cuentos.
rinden homenaje y acatamiento a esos dioses, nido con intensidad artística en la novela Cié Ahora esperamos de él obras nuevas, que dispensadores de la gloria y la inmortalidad. naga, cuya primera edición, en forma restrin serán las de su prolífica madurez, llamadas a así se explica que el autor de Cómo opina gida, como declara el mismo autor, apareció en consolidar su legitimo prestigio literario.
ba Damián Paredes, La copa vacía, Marcos Ancilla, la conjura de la Ciénaga (ahora simplemente Ciénaga) La pascua de la tierra natal y otros libros de fuste, sea emitido en ciertas menciones y calificaciones, unas veces, por Por BARRAMEDA MORAN ignorancia, y otras, quizá, por necia mala in Envío del autor tención.
Hace más de veinte años que conozco perCuando los médicos de la Cruz Roja Inter vergüenza hasta la rubicunda flema británica, sonalmente al sobresaliente novelador manzanacional, empeñados en multiplicar la eficacia el fascismo intensificó su prieto pigmento de nillero, desde aquella época en que alrededor iniquidades, convirtiéndose desde entonces en de la revista Orto, de Manzanillo, y El Cubade la campaña anti venérea, difundieron entre no Libre, de Santiago de Cuba, de cuya relos aguerridos milicianos que combaten en los el treponema negro que trata de aniquilar la dacción fuí jefe, se agitaba entusiásticamente frentes heroicos de la España republicana sangre pura de las democracias.
Pero hay un antídoto: una frase simbólica, un numeroso grupo de jóvenes escritores y unos carteles que rezaban: Las enfermedades poctas entre los que descollaban singularmente venéreas son el fascismo de la salud. quizás que podría ser prescrita para contrarrestar el Regino Boti, José Manuel Poveda, Fernan no intuyeron la cruda verdad que pregonaban ataque de esa espiroqueta a la que los certeros do Torralva, Luis Vázquez de Cuberos, Ra aquellos profilácticos afiches de propaganda médicos españoles le hallaron una justa equifael Argilagos y Luis Felipe Rodríguez.
valencia bacteriológica: aquella frase que sanitaria. Para esos abnegados milicianos de la primera vista, este hombre no deja traslucir blusa candida que aplican restañantes agraquiso ser irónica de un eminente escritor, ya al positivo escritor, de sutil y hondo humo fes sobre los bordes pávidos de las heridas muerto, gallego y oxidado carlista, cuando rismo, que vive contenido dentro de su huma hureantes bajo los tormentosos y lúgubres dijo a raíz de la proclamación de la República, nidad. De parca palabra, de fisonomía triste pabellones de la artillería no había, no pudo que la franja morada que le agregó el republiy un tanto vaga, de actitudes que revelan a canismo al rojo y gualda de la bandera monárun introvertido, es preciso aproximarse bastante haber un ejemplo, una imagen más diciente ni quica, era una mancha de permanganato.
a él para identificarle como el autor efectivo nrás exacta que ésa de señalarle al pueblo en ¡Qué afortunada coincidencia! Ni aquellos avide esas obras que justifican su legítima personaarmas la igualdad flagelativa del Treponema sos de intención salutífera, ni aquella frase de lidad literaria entre las de Cuba y toda Hisde Schaudin con el fascismo de Mussolini. ignorado alcance desinfectante, devinieron en pano América. No sé qué especie de afinidad para el pueblo español, para los arrojados retan breve plazo a completarse en forma tan encuentro yo entre Luis Felipe Rodríguez y publicanos que luchan contra la barbarie moprovechosa para la democracia española. PorMáximo Gorki, el estupendo novelador ruso: torizada de los insurgentes, no podían ser que. oh paradoja. ésta será la verdadera, la pero me parece que en ambos predomina ana más significativos aquellos rótulos benéficos única mancha que limpia. loga tristeza, que ambos han vivido en las que les prevenían de un peligro tan inminente.
Bogotá, 1938.
entrañas del pueblo y participado de las an Porque, si en las líneas fragorosas de la vangustias de la penuria, y que por eso mis guardia, las bombas y las ametralladoras diezmo han podido pintar en sus libros el al man sus duros cuerpos de soldados de la liber La guerra como diversión.
y la vida de los infortunados y la tad, en sus nobles y claras retaguardias demo(Viene de la página 63)
maldad de los opresores y los explotadores del cráticas los furtivos espirilios del fascismo ciendo que un ciego sea Patriarca de un puerebaño humano. Creo que el autor de Ciénaga intentan ejercer una acción igual o doble blo que necesita luces de libertad. Un ciego tiene más belleza en su estilo y que nunca llega mente destructiva.
salvando del peligro a un pueblo esclavizado!
al grado de patetismo, de horror trágico y ¡Esto se llama diversión, farsa abominable, esEn sus comienzos el fascio. con la crueldesolación del creador de Los ex hombres; pero cándalo y ruindad llevados a la suma potencia!
dad que lo caracteriza, se dedicó a hacer groseambos saben flagelar a los protervos que enY basta. Basta ya de tanta podredumbre gañan y pisotean a las masas crédulas y someras campañas vermífugas para combatir una ientejuelante. Asquea Vittorio afirmando que supuesta amibiasis anárquica que pretextaron tidas a las maquinaciones de la política de la guerra es una diversión. Asquea Mussoliexplotación. Por lo que respecta a Rodríguez, sufría el inquieto organismo italiano de la ni, su padre, cuando se divierte ametrallando es de admirar la fidelidad con que evoca y pinpost guerra. Después, fortalecido por una polas creencias ajenas. nos entristece mucho ta a ciertos tipos de nuestra fauna politiquera, lítica de impunes y villanos crímenes, refrenel Pontífice romano cuando se divierte dando a todos esos caciquillos, politicastros de barrio, dada por la tolerancia pusilánime del mezde comer el cuerpo de Jesús a los asesinos de agentes electorales y mangoneadores de la quino vástago de la real Casa de Saboya. la indefensa Etiopía. Porque sólo pueden inscosa pública, que por medio de sus artimañas dejó la vil cicuta del aceite de ricino para pirar asco y tristeza piadosa los verdugos que y bribonerías llegan, algunos, hasta el sagraempuñar las armas macabras de las conquis se dan cita para desjarretar pueblos en aras do recinto de las leyes, según la frase de clisé tas imperialistas, cuyos hierros regresivos hin del sadismo más miserable, la diversión más con que suele nombrarse al Congreso. Ejemcaron cobardemente en le vulnerable Abisinia. deprimente, el cinismo más condenable y el plo difinitivo de estos tipos es el Fengue En aquella salvaje empresa, que ruborizó de asesinato más fragancioso y refinado.
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