REPERTORIO AMERICANO 235 Poemas de Miguel Camino Envio de Sixto Martelli. Buenos Aires, morzo de 1938 El tango y su tranquito Va se asemeja al del matungo de algún Mateo que va a largar.
y decirle estas cuatro verdades que lleva metidas muy dentro de mi alma: Nació en los Corrales viejos, allá por el año ochenta.
Hijo fué de una milonga y un pesao del arrabal.
Así jue Lo apadrinó la corneta del mayoral del tranvía, y los duelos a cuchillo le enseñaron a bailar.
Cómo es eso hijo que te habis metio con la Felicinda?
Me has dejao por una perdia de allá e las ciudades.
Una hembra que güele a prefume y a suor vinagre, que se pinta de negro los ojos y, con malas artes, se repasa po encima a los hombres de tóos colores y toas edades. Yo qué sé!
Así en el ocho, y la sentada, la media luna y el paso atrás, puso el reflejo de la embestida, y las cuer peadas del que la juega con su puñal.
Lo que sé decile es que Felicinda me robó el pañuelo; Ya sé qu ella es la dueña e la fonda. maldita culaca donde vas toas las noches, al tiro, a gastar tus chauchas y meterte, hasta el cacho en la mugre con rotos y faldas.
Yo, por recobrarlo, le estaquié los brazos contra la pare; Después requintó el chambergo, usó melena enrulada, pantalones con trencilla, y botines de charol, Ella, muerta e risa, me ofreció sus labios.
La besé.
Te me vas porque dices que no hay otra como ella en tćo el pago, pa tocar acordeón de tres filas en las temoliendas, o a bailar con cualquiera la cueca meneando las ancas.
La monéa aquella me supo tan güena, qu el pago aceté.
Fondeó en los peringundines, bodegones y. posadas y en el cuerpo de las chinas sus virutas enroscó.
Asi jué.
Anda pué y que Dios te acobije debajo de su ala, y te libre del mal que me temo te dé por tu hazaña.
Lo que es yo, si por algo me aflijo no es por mi esgracia, po que en este cochino de mundo se encuentra un mario a cada guináa.
El En la corrida, y el abanico, el medio corte y el paso atrás, puso las curvas de sus deseos de mozo guapo, que por la hembra Se hace matar.
Mi nombre, nunca logré que tus labios repitieran.
Así nomás es.
En vez de Fermin, soy: él, como una cosa cualquiera.
Así nomás es.
Pues dirte no más, mal nacio. de pena estoy hartaNo ha e ser por viciosa, te juro, que te tenga en falta.
Esa perra es machona y tu Juana lleva vivo en lo hondo e su vientre un trozo e tu entraña, y eso es casi pa ella un consuelo.
Pue dirte pa siempre. Canalla!
También vagó por las calles con un clavel en la oreja; lució botín enterizo, con taco a la militar. me dirás: el finao, el dia que por ti muera.
Así nomás es.
Una voz: Siesta Se adueñó del conventillo, engatuzó a las sirvientas por él no quedó geta que no aprendiera a chiflar.
Por querer a una morena, de una rubia me prendé.
Cuando quiera a una docena satisfecho quedaré.
Bajo el sol de plomo vapores de lacre sudan las higueras, Ay! Quién pudiera cantar!
querer así, quién pudiera. Así nomas es.
Liban las abejas las flores meliferas de la madreselva. desde entonces se vió al malevo presa de honda sensualidad, sobar las curvas de las caderas, pechos y piernas de las chiruzas de la ciudad.
Pues dirte.
El aire se carga de tibios efluvios de ruda y albahaca. Sixto Martelli. así que los vigilantes lo espantaron de la esquina, se largó pa las Uropas de donde volvió Señor.
Han tenido las flores del notro de rojo los valles cerros y quebradas.
Las frutillas su sangre ya cuajan en el belfo suave de ovejas y cabras, Monótona chirria la oculta chicharra, por sus estridentes rejillas de laca.
Volvió lleno de gomina, usando traje de cola, y en las murgas y pianolas hasta los rulos perdió.
Ha estallado, en las cumbres, la gama del rojo crepúsculo, como una granada. la Juana en la punta e la loma perfila su cuerpo como un atalaya.
Anda la ratona entre el intrincado ramaje del cerco; turban el silencio, de su carraspera, los rasguidos secos. hoy es un jaife, tristón y flaco, que al ir bailando durmiendo va; Allí está, clavadita en la huella, por ver a su hombre, paciente la Juana; Se oye de una fuente la canción lejana, y el desgrane eólico de sus perlas de agua. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica