50 REPERTORIO AMERICANO lo cotidiano. Así, por ejemplo, en el caso de aquellas cuatro solteronas que contraen la costumbre de frecuentar la tumba del novio de una de ellas, y de lamentar su ausencia, cuan.
do ninguna se hubiera satisfecho grandemente con él. Así también en la transformación de un inspector de circos suburbanos en cirquero, y de un viejo oficinista en moderno empleado post revolucionario, que ha perdido la fe en la inamovilidad del régimen. El Hombre de las Parábolas es indiscutiblemente una de las más valiosas joyas del libro. Pero Alma Gitana, con las nobles palabras finales: Anacreonte, Leno el Plañidero y Gretchen deben incluírse en las crestomatías entre lo mejor que se ha producido entre nosotros en punto de cuentos Silva tuvo inestimables y raras prendas personales, como la bondad, la constancia en los afectos, la tenaz resistencia a tanta cosa hostil como le salió al paso en sus proyectos; una filosofía resignada, hecha de ironía y piedad, como la de Mr. Bergeret, el mejor personaje ide France. Por eso tuvo tantos amigos, desde Tristán Marof hasta el generoso y atildado Enrique Velasco: desde el acuarelista y gallego Argüelles Bringas hasta Humberto Tejera: desde Fernando Leal y el grabador Díaz de León hasta Carlos Díaz Dufoo, jr. y Xavier Icaza.
se In memoriam Genaro Estrada Por PEDRO HENRIQUEZ UREÑA De Sur. Buenos Aires, octubre de 1937 dos. De hombre así, con su amplitud y su claridad, debía nacer la doctrina mejicana a que se le dió su nombre: doctrina que sólo pide para los actos de cada nación respeto estricto, sin la ofensiva intromisión que supone el reconocer o dejar de reconocer gobiernos.
Genaro Estrada se expresó, personalmente, en cuatro breves libros de versos muy pulidos, de transparencia muy mejicana y tres breves libros de prosa: el ensayo psicología y estética. sobre Genio y figura de Picasso; el Visionario de la Nueva España, colección de estampas del Méjico virreinal; Pero Galin, novela donde entretuvo en el choque y la fusión de antiquismo y modernidad. Parquedad de la obra personal, alegremente sacrificada a la vasta obra de investigación: a él se debió el nacimiento de la Sociedad de Bibliófilos Mejicanos, con sus excelentes ediciones facsimilares; a él, los treinta y cinco volúmenes del Archivo Histórico Diplomático Mejicano, donde hay descubrimientos preciosos, como el diario de Joaquín Moreno, escribiente de legación, unos cien años atrás: novela de mediocridad solitaria y amarga, que entre las rencillas con los compatriotas se ilumina con una que otra pincelada del París de 1830 o con la distante admiración por Rivadavia, el más grande hombre de la América. los veinte y cuatro volúmenes de Monografías bibliográficas mejicanas, donde contribuyó con trabajos propios y estimuló inquisiciones singulares sobre las marcas de fuego de las antiguas bibliotecas, las filigranas en el papel de los tiempos coloniales, los ex libris y las encuadernaciones; su antología de Poetas nuevos de México (1916. con rigurosa y completa bibliografía e iconografía, sin precedentes en América como estudio de contemporáneos; los cuadernos de la Embajada en Madrid, cuando estuvo al frente de ella, que abarcaban desde la divulgación de los hallazgos arqueológicos de Monte Albán hasta el garbanzo mejicano y su historia comercial en España; la biblioteca histórica toda de obras inéditas, que había iniciado poco antes de morir. iHombre insubstituible para Méjico, incomparable para suis amigos!
Con Genaro Estrada (1887 1937) desapa tradición de los Escalante y los Cumplido.
rece uno de los hombres útiles de nuestra Junto a la curiosidad del día tuvo la paAmérica. Durante veinte años dió a Méjico sión histórica: en su casa se juntan la tabla trabajo sistemático, constructor, sin ostenta colonial y el grabado romántico con el liención ni propaganda. Poeta y escritor, vive to zo de Diego Rivera y el cartón de Abraham da la vida espiritual de su país e interviene Angel, el muchacho genial, a quien Genacon actos eficaces. En función política, orga ro descubría antes de que la brusca muerte niza y reglamenta con pericia técnica dos lo señalase a la atención desconsolada; en ministerios: el de Industria y Comercio; el su biblioteca, el Aldo Manucio o el Bernarde Relaciones Exteriores, donde hace re do Calderón con la revista flamante de Munacer la costumbre mejicana de confiar altas nich o de Buenos Aires. encima de todo, representaciones diplomáticas a hombres de el amor de su tierra: amor sin recelo, sin letras. Tuvo el dón de estimar y elegir ca comparaciones envidiosas o vanidosas: libre lidades; tuvo la fidelidad de sus elecciones y puro, comenzaba en la deleitosa complay de sus estimaciones. Su seguro discerni cencia física con los sabores del agua y del miento de hombres tenía raíces en la firme pan, del chocolate y del ají, y se hacía tierra del modesto hogar de provincia, es plenitud en la contemplación de viejas iglecuela de la apreciación moral; como su fina sias o en la definición de posiciones juridiscriminación estética arraigaba en el co dicas nacionales. Su influencia, como oriennocimiento personal de artes manuales tador invisible primero, como jefe visible como la tipografía. Ha sido, por eso, uno después, de las relaciones exteriores de su de los impulsores del renacimiento de la país contribuye a hacer de México durangran imprenta y del libro bien hecho en te años el hermano definidor de la comusu país, donde perversos errores de la épo nidad hispánica de América frente a las ca de Porfirio Díaz. habían roto la clara doctrinas y prácticas de los Estados UniEl traidor Por ANTONIO MONTALVO Envio del autor. Quito, febrero de 1938 Dice Gorky que cuando se quiere explicar un fenómeno muy original, se le compara con algo más ordinario y comprensible, se le Luscan analogías. Pero que el traidor es una criatura (un monstruo)
del Estado de cla.
ses tan particularmente repugnante, que no puede compararse con nada ni con nadie, que hasta el piojo del tifus se sentiría ultrajado al ser comparado con un traidor. en verdad, el Estado de clases, este Estado que ba erigido universalmente como la insignia máxima de su código político, la explotación del hombre por el hombre, a pesar de la práctica de las más auténticas democracias, de las más positivas conquistas de la libertad y los derechos del hombre, ha creado paradógicamente (y no puede ser de otra manera, ya que el Estado de clases, o el Estado Capitalista, es una contradicción nata y una negación absoluta de todos los principios democráticos, de la libertad y los derechos sociales) este monstruo repugnante y temible y poderoso llamado traidor, quien sociológicamente considerado, es no más que una excrecencia patológica del medio capitalista.
Si el Estado Capitalista, creando la fuerza de la técnica y su desarrollo abrumador, no en provecho de las masas que han trabajado por tal desarrollo, sino en beneficio de las oligarquías explotadoras, ha creado parejamente una funesta escala de jerarquías humanas con significación económica, social y política, que sube desde el p! umario venal hasta el fakir autócrata que juega, a su gusto, con la vida, con la historia y el destino de los pueblos, nada hay comparable, ni indescriptible, dentro de esa funesta escala, como la figura del traidor.
Este monstruo engendro patológico y no hay que olvidarse que las condiciones sociales de una época, determinadas, a su vez, por las condiciones del desarrollo económico, conforman y determinan la superestructura sociológica biología y psicología con todas sus deformaciones, es la más señera expresión de la descomposición del orden capita.
lista llegado al clímax. Por eso aparece como su fruto último, como su reflejo directo, como su supervivencia dialéctica. Cada vez que el sistema capitalista del mundo tambalea, mi.
nado en sus cimientos por su propia falta de consistencia orgánica, el medio social de ese mundo capitalista da a luz el traidor.
Por esto es que el traidor es la imagen perfecta de ese mundo en descomposición: en sus entrañas putrefactas ha sido incubado. de sus detritus miásmicos ha nacido. Símbolo e ima.
gen, síntesis y verdad, el traidor concreta en sí la liquidación de un orden social del cual él es su único haber negativo. Porque todo es negación en el traidor: su génesis, su vida, su actuación humana, inhumana mejor.
Las taras de una realidad sociológica viciada han deformado su estructuración funda.
mental humana: su mentalidad y su psicologia. Actúa movido por la fuerza de un falso motivo ideológico. Créese ungido de un poder sobrenatural, divino. Créese la encarnación del super hombre, llamado a hacer la felicidad de la humanidad. Y, ciego huracán, a su paso, todo lo arrasa y todo lo devasta, en la conquista triunfal de su propia perdición y Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica