Violence

EDITOR: GARCIA MONGE REPERTORIO AMERICANO EXTERIOR: EL SEMESTRE: 00 EL ANO: 00 o. am.
CORREOS: LETRA TELEFONO 3754 En Costa Rica: Suscrición mensual: 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo es la única propiedad plena del hombre y tesoro común que a todos iguale, por lo que para lo dicha de la persona y lo colmo público, no se ha de ceder, ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. José Marli.
Giro bancario sobre Nueva York Cabeza de Cristo Madera de Feliks Jasinski de la cristiana; pero qué hacen los cristianos ante esa desgarradora matanza? Suministrar las armas, los explosivos, para que la degollina se prolongue cuanto sea posible. Sabe el lector lo que ha dicho un periodista europeo de filiación cristiana y perteneciente a una de las naciones más avanzadas y más cultas de este momento histórico. Pues ha dicho simplemente esto: que como las guerras suscitan interés en el público y por esa causa hacen aumentar la difusión y lectura de los diarios, siendo éstos un agente eficacísimo de cultura es conveniente que haya guerras para que los diarios de información prosperen.
Se llenan hasta rebosar los campos de concentración donde el sufrimiento predispone a la locura y al suicidio; por centenares de miles las gentes, como en los tiempos de la migración de las razas, abandonan sus hogares y la patria de sus antepasados para ir a buscar asilo en tierras desconocidas, donde acaso no los reciben son objeto de hostilidad encubierta. no es sólo en las desventuras, en la muerte y el martirio de las gentes donde se hace visible el olvido de las leyes cristianas y del amor al hombre inaugurado por la predicación de unos cuantos hombres y de su maestro en tierras de Oriente; es en la violencia del lenguaje con que la prensa de todo el mundo da cuenta de la desolación en que va envuelta la historia contemporánea. El rencor milenario de las razas palpita en el ritmo de la literatura con que los periodistas de cierto color, autores de libros sobre la guerra, y gobernantes de elocuencia inveterada describen el horror de la lucha y en muchos casos estimulan la barbarie de uno de los combatientes.
La majestad de la moral demolición se complementa a los ojos de los espectadores con la actividad febril del interés que gastan las naciones no empeñadas directamente en el monstruoso conflicto por armarse adecuadamente para unir sus magníficcis esfuerzos a la ya numerosa turba de los demoledores.
En tanto pasan los aniversarios de la más significativa de las fechas históricas y el mundo la celebra con la misma unción de los primeros siglos.
La palabra vigente y contradicha Por SANIN CANO De El Tiempo. Bogotá, abril 18 de 1938 vadores y unánimemente aceptados del cristianismo. Al volver las páginas encontramos la historia de las naciones extranjeras. La crónica local de la fuerza bruta o de la astucia, usada contra el prójimo, y de la crueldad contra el mismo, palidece ante los sucesos que se cumplen más allá de los mares. Un millón de muertos en España, durante la insurgencia, y de éstos, más de la mitad asesinados por la inclemencia del odio, en las prisiones, en sus casas, en el campo abierto, no en las líneas de batalla, de combatiente a combatiente; millones de muertos en China, de hambre, de miseria, o despedazados por la metralla en ciudades indefensas, forman el espectáculo de la civilización más digno de ser puesto ante los ojos de los curiosos lectores de los diarios cristianos. Es verdad que los que se destrozan en China pertenecen a una civilización diferente Páginas enteras y aun la edición completa dedican los diarios de la cristiandad con signi.
ficativas imágenes del Salvador a conmemorar la pasión y muerte del fundador de la doctrina en la fecha señalada en los almanaques como aniversario de su muerte. La civilización del occidente latino, teutonico y eslavo se denomi.
na cristiana. La legislación de todos estos pueblos se basa o pretende basarse en las ense.
ñanzas de Cristo: la moral pública y privada de las naciones de occidente tiene su origen en los mismos principios del evangelio. Filosofías de general aceptación entre ellas, afirman que la práctica de estas doctrinas bastaría para mantener la paz entre los hombres y para re.
solver en beneficio del individuo y de las sociedades los aflictivos problemas que agitan la conciencia universal. Nadie se atrevería a ne.
garlo.
La lectura de los diarios en esos días de piadosa contemplación bastaria para convencernos de que el mundo cristiano funda su existencia en las palabras de quien dijo: El que quiera venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. por lo que hace a las relaciones entre hombre y hombre la literatura de la semana pasada nos convencerá de que el nuevo mandato o sea el de amarse los unos a los otros, es la ley preponderante entre los pueblos cristianos.
Sino que en otras páginas de los mismos diarios, para desolación de los lectores se encuentra relatada al pormenor, primero, la crónica local de los asesinatos, robos, heridas y otros géneros de atentados contra el semejante. esta crónica del mal, consistente en los daños inferidos por un cristiano contra otro, se analden las aflictivas noticias que dan cuenta de cómo hombres y mujeres conscientes de su personalidad resuelven terminar de una vez y por mano propia una existencia convertida en tormento insoportable, en una sociedad fundada y mantenida en los principios salmm CRISTO MILICIANO: acabo con ellos, o ellos acabarán conmigo. De El Sol, Madrid)
IMPRENTA BORRASE HERMANOS Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica