362 REPERTORIO AMERICANO son En el seno del Tiempo nada persiste; todo cambia o mejor dicho, todo vive según ritmos momentáneos: se es sonido como se es color; se es astro como se es oración. El dolor grosero de la vida es este sentido de lo invariable: llevar como Atlas un destino sobre los hom.
bros. En cambio, el poeta nos da un poco de la felicidad cuando en sueños nos enseña a llevar cada día una nueva estrella sobre nues.
tras esperanzas inconformes. Florecer y deshacerse en aromas: llenar de aromas el espacio y sentirse convertido en luz. Seguramente este es el silencioso grito de todas las cosas.
En esta integración del alma a la Naturaleza, la poetisa nos sorprende con la belleza ingenua de sus versos, algo que puede ser como la belleza geométrica de la estrofa. Como las cosas ella habla: posee esa excelente virtud de ser elocuente en la sencillez de sus emociones como el agua es elocuente en la inge.
nuidad de su trasparencia. Sus versos ambarinos como la miel de la colmena, fluidos y dulces con dulzura, además, de sabro.
sa fruta tropical: Colinas sombreadas.
hojas de esperanza regadas al sol. carabelas quietas. que levantan velas cuando alguna nube perdida del cielo, se aleja ligera flotando sus alas de sombra estampado, sobre otra región.
El refinamiento de su lírica, si lo hubiera, es refinamiento de alma. Su alma se asoma por todos los cristales. En cada estrofa ella parece oculta esperando quién evoque sus cantos para despertar. Pero sutiles refinamientos de juvenil espiritualidad: La vispera del dia que tarde llega porque el anhelo lo aleja más!
Ataré con los hilos de mis cabellos las flores de cerezo que me traerás.
Alma varia, cambiante o policroma, que se atavia a cada hora del día y bajo el fulgor de cada estrella, como para una nueva fiesta.
Porque para Isola, Naturaleza es un eterno festival de aires o de rosas, de brisas o de jazmines. Su símbolo es la mañana, esta divini.
dad perpetuamente renovada, que aporta un nuevo misterio a cada salida del sol. El sol es así siempre nuevo. Siempre su luz nos asom.
bra: bajo su calor nuestras vidas se transforman también perpetuamente: Ya va la mañana, febril, moza alegre!
Cuchicheando eriza las ramas gentil.
Las gotas que brillan refrescan su cara; retoza en el agua que arrulla. paciente y va serpenteando. jugando. sutil.
en los balcones de oro de la mañana para vo. es bueno, siempre de todo lo que es perfecto.
lar por los filos azules de las alegres rondas Pomposamente ataviada esta portalira de de horas fugaces: la última hora, fresca como las rosas nacienEn la abierta ventana tes, ligera como las brisas, iluminada como que mira hacia el mar.
una antigua divinidad en un gran incendio es el umbralito crepuscular, penetra en las regiones etéreas de que en mi casa tengo; la eterna poesía para perseguir el pájaro azul en él me reclino que saludará con sus nuevos cantos la alegría para meditar. pero ni alegrias de todas las almas para quienes la poesía será que algún dia tuve, siempre un rito o una evocación.
ni de mis tristezas El problema estético de su sensibilidad o de pude recordar. su tristeza es lo que el alma paga por el don Está forjada igualmente de felicidades con de traducir nuestro reino interior en versos.
quistadas o soñadas La poesía exige su tributo. La alegría que ella Con esos sinsabores que ahora ignoro da es en el fondo una alegría sangrante. Pero apresarían la dicha que hoy es mía.
es siempre una alegría renovadora. Acaso el Su destino, al cual ella es fiel, se forja como surco es herida. Acaso, el cielo que produce cada aurora, implica en su impasibilidad un en la fragua de un dios, de ansias que mueren grato dolor. Jamás la Vida ofreció sus mejo.
o de miradas que ascienden como oraciones hacia lo alto. res gracias sin pedir en cambio una queja si.
lenciosa o atormentadora. Pero las grandes coEl destino entero de mi vida, vaga sas poseen la inmensa tristeza de las divinidacomo las estrellas que vemos rodar.
des. La melancolía o nostalgia de lo divino divisase a veces fulgente, sereno, que hay en los Salmos del Profeta, hay tamya desaparece como un exhalar.
bién en lo augusto del bosque o en los jardio de ilusiones múltiples y contradictorias: nes de esmeralda del mar. La tristeza es como de ilusión de gozar, de ilusión de amor, de ilula presencia de Dios. También ella exalta y sión de esperar y de ilusión de vivir.
purifica. También ella pone una guirnalda de rosās pálidas sobre la frente de los poetas. No Rosales de quimeras deshojando en mi huerto? será la tristeza de los vencidos; será siempre Ella se siente ser portadora, como lo anunel inquietante mal de los que buscan en las cia en el nombre de su libro, de un enjambre sombras de nuestros destinos el misterio de la de abejas visionarias por los bosques del desfelicidad tino. Todo se ilumina a su paso; todo se enEstoy angustiada. Ya presiento un mal.
En la vida mía las horas se pasan igual; cuentra bajo el conjuro deleitable de sus can.
sólo en poesía y en los cantos mios, tos, todo adquiere la conciencia divina bajo el yo sé la dulzura de lo que es amar.
poder evocativo de su grande alma. Sólo así Delirios de emoción, llama también la poe.
se comprende que la noche pueda tundirse en tisa a la aurora; sólo así se comprende que la tie.
su dolencia de espíritu. Es entonces rra florezca; sólo así se comprende que de la cuando ella recoge las voces secretas del munespuma del mar surja la diosa. Esta magia do: porque es entonces también que es posible hay en los versos de Isola. Isola es la vestal oír los himnos o los gritos del universo. Nude una poesía en creación que nos revela o merosos versos suyos se inician como frases denuncia el milagro del mundo. Me entrede un vasto poema del dolor sacro de la di.
tiene el afán de ser nueva dice ella en pala.
vina Creación bras que tienen la blancura de la nube fugaz.
Tañen las hojas al caer del agua, Hay vehemencia en sus versos; hay embria Sus aciertos en este delirio de emoción, consguez de fiesta lírica; hay compenetración de tituyen magníficas conquistas de su lira. Tamtodo lo que es bello, tal vez de todo lo que bién en ellas se siente el mismo infantil aban.
dono en goce supremos de que ella es un admirable signo. Admirable signo de la libertad AHORRAR o mejor dicho de liberación. El aire de la sierra me adormeció, al fin!
es condición sine qua non de extendióme una alfombra sobre la fresca tierra, una vida disciplinada de flores olorosas.
de color de carmin.
DISCIPLINA Liberación de sentir y bondad inextinguies la más firme base del ble por todo: Mirando dulcemente buen éxito el agua clara y fria, yo veo alli las hojas LA SECCION DE AHORROS su sombra reflejar, su sombra reflejar, DEL y alguna vez me acerco para adornar con rosas el estanque tan bueno, que distrae mi pesar.
Ambición, a su vez, de hacer que esa misma tristeza se transforme en final alegría de un pleno anhelo conquistado. De conquistar lo que el poeta llamaba: lo que no conocemos y (el más antiguo del país)
apenas sospechamos. Isola traduce esa sobe.
está a la orden para que Ud.
rana congoja del alma en palabras de amable tersura musical: realice ese sano propósito: entonces muy pobre con esta caricia, me quedé pensando. qué triste es esperar!
AHORRAR Mis amantes ojos dejaban ver claro que queria en los suyos mi anhelo enterrar. Pasa a la página 364)
El otro problema estético en los versos de Isola Gómez es su propia personalidad lírica.
La maravilla de sentirse poetisa. De sorprender en la gama de sus horas nobles una nota singular y evocadora que la llama a este magnífico culto del verso, revelándole así un precioso destino total, una integración también de su yo con el canto del Universo. La misma conciencia que sentirá siempre la flor de ser bella bajo el azul del cielo y de la estrella de adornar con sus galas la noche inmensa de Leopardi.
También aquí ella carece de vanos orgullos. No deberíamos usar esta palabra. La artista es espléndida en ofrecer sus gracias divinas o en reconocer que se pertenece de lleno al banquete de la vida jocunda: Banco Anglo Costarricense Soy de carne morena ataviada, que nutrida en sus fibras de sol.
ya se entrega a tus males vendada.
Si la punzas, desgrana en rubies, si la azotas, se vuelve arrebol.
Su yo lírico está tejido de reminiscencias Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica