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34 REPERTORIO AMERICANO CO Continente, vagabundo y misterio hacinaba tempestades y que coBolivar so, le cerca esa atmósfera enrare. lumbraba, en la lontananza de su cida de la soledad. Ni tenia pro sueño, a su gente y a su suelo dueBolivar es más grande que Alejandro, el grama demagógico que ofrecer a ños de un destino superior y licual pasó como el rayo para dejar desastres, y los de abajo ni loa mendaz que bre. Su suelo lo era la extensión entonar a los de arriba. Su grito de la Pampa a las Antillas y a!
después la división; más grande que todos los imperioso, dicho en sordina, no le Césares, que sólo se encuentran en Suetonio Bravo, y su gente los hijos de toatrajo ni amigos ni enemigos. Era, das las razas mestizas, los criollos para presentar ante los ojos eunucos y paráa secas, una voz de otro mundo sitos, mesas opíparas y gustos frivolos, intriy los indios cholos, araucanos, inque no tenía percusiones en el gas de corte y torpezas bajas, y un género de ámbito de la selva tropical. no cas, mayas y nahoas. Hombre educado en España y arrancado a su molicie tanto más ruin, cuanto que trataba obstante, era y sigue siendo la suBorinquen cuando, a su vez, era de cubrirse con la púrpura; más grande que Juya la única consigna válida en el una pura larva, vivió en todas las lio, el cual atravesó el Rubicón para el impedesvalido campanario de América, patrias donde se habla el castellario. Bolivar, por último, se destaca en medio la consigna de la libertad superior sin la cual no es posible que no y aun en la que ejercía ya el de los siglos y la historia, para mostrar a los mandato continental y que habla se organicen las nociones de las unos el rumbo, para enseñar a la otra sus docotras libertades: enseñar a pensar el inglés, y por el espíritu y la trinas; y Colombia, su obra, aparecerá siempre al Continente. Cabe asegurar, essangre pertenecia a la sola patria como un norte para la navegación del deretrictamente, que en tal evangegrande del anhelo fracasado de Bolívar. Mucho más influjo que cho, y como un faro para los mares de la liber.
lio es la nota espiritual más actad.
él obtuvieron, cerca de las turbas tual de estas tierras. Cuando solo de los intelectuales, una cintó el verbo, a lo largo de cuaren(De Cecilio Acosta, en el tomo II de sus ta años borrascosos y fieros, se lo cuentena de ideólogos garrulos o mediocres: pero nadie le aventaja Obras. Caracas. 1918. apagaron el estruendo y la quere ni siquiera se le pone al flanlla de los campanarios, y todavía en punto a dimensión del no hay aire propicio para él. mayor abundamiento, su existenmensaje porque cuando unos ca tucionalista, moralista, críticoli medades sociales, entre ellas las ducaron por anacrónicos y otros cia no alcanza ese clamor heroico terario, pedagogo y sociólogo, en iberoamericanas constituye un resultan insufribles retóricos y los en el que tantos de sus contempocada una de esas ramas del saber precioso hallazgo. Mientras casi toráneos habrían de dar batalla conmás mera locución lírica, Hostos dejó las huellas de su personalidad dos los intelectuales de la época tra la barbarie, y por lo mismo sigue y seguirá siendo el padre del vigorosa. Crear era su sino. se perdían por veredas líricas y saapremio capital de América alfa El no se circunscribió a los cá ciaban su curiosidad científica en no es popular y no lo es en el más neto sentido de la expresión, y omega de su sino: enseñar a nones dogmáticos de la ciencia de los laboratorios y museos de la llana y simplemente porque los pensar al Continente.
su época: los fué más bien vio. vieja Europa, Hostos fijó los ojos pueblos no le conocieron ni menos basta y sobra con considerar lando para ampliar su contenido en sus propias tierras, y sobrepaexperimentaron la más nimia reacque aún no hay esperanza de que y enriquecer su esencia. Así lo vi só a Humboldt en la análisis. Só.
ción de su mensaje. Su heroise aclare la anfractuosidad de nuesmos edificar, dentro de la arqui. lo Alberti a nuestro juicio, tuvo, tra selva, para palpar el tamaño tectura cidad, como la buena agua de los spenceriana, es cierto. como él, una visión más o meuna ojos subterráneos, era silenciosa. de su consigna. treinta años de nueva escuela sociológica anos exacta de los problemas iberoamericanos. Ambos realizaron, honda, abscóndita y esencial. la desaparición del portorriqueño plicada a la realidad indo hispánica; en Derecho Constitucional o.
pues, obra de cultura autóctona; la hora de las voces engoladas, culminante, siguen las misteriosas románticas y ardientes, dió la sutierras de América empeñadas en freció también cosas suyas, y exal aparecen como los precursores del ya en el decoro de una intimidad la reyerta del campanario y la voz tó lo que ya lustros atrás había hermoso movimiento que con el que se antoja la más antirrománfin de valorizar lo nuestro, rea.
que no fué nunca popular está abrindado el genio de Bolívar; en tica. Su propio mesianismo carece pagada como el fluir de una pira.
Etica, regalo, con su Moral So. lizan hoy las juventudes renovade apostura y de arenga y no se Apagada y muerta. veces hasta cial una contribución novedosa y doras de América.
aviene a los ruidos de la plaza ubérrima.
Es verdad que políticamente su parece que nunca haya estado vipública. sin embargo, él, que Esta labor intelectual de indis penetración pudo, tal vez, llegar va y que todo este acontecimiento tanto fustigó a su raza a cutible valía iba en él unida a sus americano que es Hostos no es simás lejos. Estrechamente vincuembrión, a su larva, a su humus no un mito o un símbolosím empeños de progreso y de orga lado a Stuart Mill y a Heriberbolo y mito de la conciencia que nización colectiva. No fué, pues, de raza y que tanto y tan brato Spencer, descuidó la importan.
vamente la sacudió por los cuatro Hostos el pensador que se encerró, cia del factor económico en el des.
se obstina en organizar la luz en costados, era envolvimiento de los pueblos. Peun apasionado que celoso de su propio pensamien.
la primera tiniebla.
to en su torre de marfil. Todo ro hay motivos: aunque Marx lo contrario. Su capacidad de fi ya había publicado su extraordilósofo no lo despojó de sus fun. nario libro, desconocíamos las vio.
En recuerdo de Hostos ciones de hombre, de miembro de lentas crisis del capitalismo, que una colectividad que, por su pro más tarde aparecieron. Nadie, en De La Voz. New York, 11 de enero de 1938 pia desorganización, necesitaba de nuestra América había enriquecido su genio y sus esfuerzos. Por eso, el ideario democrático con las Celébrase hoy el Aniversario del Bello, Cecilio Acosta; en Ecuadonde quiera que él puso el pie, portaciones de las tesis socialistas.
nacimiento, en la ciudad de Ma dor, Juan Montalvo; en México realizaba obra constructiva. En Hostos permaneció, pues, dentro yagüez, Puerto Rico, de una de el Nigromante y Mora. Los unos Santo Domingo fundó la enseñan. de sus pueblos y su momento hislas figuras más destacadas del on brillaron en el campo de la filo za racionalista; en Chile contribu tórico. Propugnó por la unidad tinente: Eugenio María de Hos logía y la literatura pura; otros yó al encauzamiento de las activi. de ellos; trabajó junto a Lupetos.
unieron a ese don la capacidad fi dades pedagógicas; en España hizo rón y Betances, por la independenEs justo que en pleno Nueva losófica. Hostos estuvo entre estos prédica valiente de republicanismo. cia de Puerto Rico, y la crista.
York, un órgano hispano celo últimos. Su labor se perfiló como El ideal de la democracia se agi. lización de la Confederación antilla.
so de nuestra cultura y grávido una de las más vastas y profundas. taba en su pecho. Todos sus libros n, porque así lo exigia la cultura, de empeños democráticos, consa Un conocido ensayista, Francisco y escritos están impregnados de ese la raza y su anhelo. El no pudo gre algunas palabras a su memoria. García Calderón, dijo de ella: empeño noble. Democracia liberal, ver, hace cincuenta años, un conEs justo no sólo por haber sido Después de la de Bello, la obra tal como la soñaron los enciclope tenido económico en ese empeño Hostos un elevado exponente de de Hostos es la más medular de distas, es verdad: pero que represen.
unitario esa cultura sino también por el todas las realizadas en la Améri taba un extraordinario avance sobre Las cuestiones del imperialismo contenido superador de toda su ca Hispánica durante el pasado las realidades iberoamericanas de la no le llamaron la atención. Pero obra.
siglo ёроса.
no importa. Fué de su época. La América Hispánica produjo Su pensamiento transitó por toCosechó la siembra de Bolívar. ofreció a sus contemporáneos lu.
en el curso del pasado siglo, gran dos los caminos que conducen a la Estudió la naturaleza de nuestras ces y apoyos que ellos desconodes figuras literarias. En Argen sabiduría, en la acepción helén sociedades y expuso sus males y re cían. Como tal debemos admirartina nacieron Alberdi y Sarmien ca de la palabra. llegó a ella medios. El capítulo aquel de su So. lo. exaltarlo hoy, en el 99 año to, en Venezuela Bolívar, Andrés en calidad de dominador. Consti ciología, donde analiza las enfer. de su nacimiento su Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica