Joaquín García MongeViolence

REPERTORIO AMERICANO 217 Buen Amor. Mies aventada en las eras más dulces, mies golpeada, mies molida, exprimida a mandoble de caridad y misericoria, hasta ad quirir blasones de cien sabores diversos. Re toño de esperanza presto siempre al abrazo violento con nudo de Eternidad; retoño surgi do hace siglos a trote de milagro: naiz pro funda en lo negro; corola solar en lo azul.
Mariposa de giros la luna va tejiendo he bras sutiles en su telar de plata. La noche abre su corola fresca, girando también en el inmen so círculo del espacio. El viento, trompo inma culado, canta sus cantos locos y peina la cabe llera de los pinos, brincando entre las zarzas.
Sueltan los arrayanes florecientes lla Victadu ra de sus finas fragancias, y las luciérnagas esos grandes pecadillos de zafiro, bailan quc te bailan alrededor del bien amado, que no es corcel desbocado, sátiro ni culebra venenosa sino sensible clariklad, claridad y sencillez de agua moza, herida por las luces mágicas del más amante pensamiento, pero sin burilar todavía.
en áspero carácter de mármol nuevo, ya que ro sabe mirar, con pupilas de fiesta, Hetrás de cada mirada: no ha llorado y por eso no ha po dido alcanzar, girando en maravilla, mariposa de giros musicales, el fondo de las cosas, que se toca después de verte: muchas lágrimas.
Cuenca de ternurasi, cuenca de casi ma ternidad que ante el amado no cincelado toda vla, no flagela con alientos voraginosos y dice niño, niño que no comprende el sentido que encierra la palabra del Amor. Cuenca de ter nura, como la del pozo en su lecho de piedra calladita y llorante, piedra apretada y mutila da por el zanpazo de un alma vigilante y la canción que corretea descalza persiguiendo lu ceros, y la sed del agua, sangrando en aras de ia belleza, y el ensueño que martiriza y salva.
Cuenca de ternura incomprendida, amada por hermosa, codicialda por pura rareza, que entra en la quietud sedena tan sólo cuando la palabra del amado se echa como un perro en el oído.
Cuenca de ternura que no se entrega ai novi cio, porque no sabe ser experiencia cósmica de Claudia Lars lucero bien maduro: lucero que ha sabido a (Carmen Brannon)
lumbrar mucho dolencia de lo más infinito. 1987) de ahí que no baste el encanto de la noche; la noche es un jardin de esencias constelado y devorado, pero no basta el ansia del Amor cuando el escudo del corazón sufrido resiste a cabrilleos de soflama. Entre la cuenca tierna y Por GRACIANY MIRANDA ARCHILLA el hombre imperfecto ya no hay nada en co mún, sino un deseo de amarse dentro de lo im Envio del autor. San Juan de Puerto Rico, abril de 1938 posible. Por eso, en el fondo, todavía más en Joaquín García Monge, guía espiritual de gándose en poesía pura. Flor violenta que me el fondo, la cuenca de ternura deshila suave mérica, echa anclas en nuestras manos.
Este te fuego a la rechonchez de las improvisadas mente la palabra: Nada en común tenemos.
velero de bien tallado corazón nos proporciona Furias del sexo palpitante y sucio, cabiéndole Nadia, ni el vivo deseo de amarse al rojo.
el deleite de escuchar la Canción Redonda, can la virtud de no renunciar a los preclaros tim Armonía exaltada y perfecta plenitud, esción de Claudia Lars, canción para unos po bres de la hembra. Violento girasol, con el ojo trella que desciende a la cuenca de singular cos, tejida toda entera en atarraya de lumbres claviado en el Sol y las raíces esparcidas por ternura. El agua de la ciencia, que reserva almibaraldas.
la entraña de la tierra, ávidas de anhelo glorio para quien sepa de canción sus tesoros idul¿Y qué voz se desgarra en hilachas de au so, penetradas de temblor de tierra virgen. Vio ce egoísmo de agua santa! se estremece de rora? Es la misma voz de la inmensa Vida, ex lenta forma proteica que ya es color de nube, júbilos albares, júbilos herrerianos, sosteniendo pr da en verso sencillo, como el matojo y la fragancia de gajo, milagro de trigo; forma la el peso de la flama en su helado conazón. El verdolaga. Pero voz untada en el brillo suprem drona en clave luminosa; alma nueva a caza botón de la armonía exaltada y perfecta, emer mo del éxtasis, donde el espíritu, despojado de de una escala de brillos, siempre en puntillas a giendo de la cuenca, despliega su corola en una ligámenes nauseabundos, puede convertirse en través del viento, jugando con los peligros. me grucia fresca de blancura total. Es blanca, blan una flor violenta de capullo encendido; voz, ciéndose en la cadencia del tallo delgado, hun ca, blanca. Tiene en su ser la color de lo Eterno.
retoño de esperanza, mariposa de giros, cuen dida en la savia de la raíz oscura; sacerdotisa Sólo, arriba, en el disparo de los ojos, la luz ca de ternura, armonía exaltada y perfecta lle de ojos videntes ante las cosas y los signos, quiebra cristales de arco iris; alegrar infinito nando lo Infinito: voz clara que reza y que descubriendo en calda acción, la causa y el hu se astilla en risa de cristal y en la garganta bendice: canción redonda, canción en que no mano sentido. Violenta forma, flecha del anº suena que te suena el canto vivo su collar. La falta en un sonido, suelta en el aire, lo mismo helo para deshilar tinieblas con la red esparciº carne, aligerada, encefirada, diafanizada y an que melena de huracán.
da del ensueño, libre de langustias y temores, tes pesada, tan pesada, se esfuma en una es Flor violenta una mujer cantora de espal porque está libre de pecado. No forma termi puma de bruma delicada. Brótanle alas a flor das a lo rechinante; nara mujer de carne y nada en punta de falo misérrimo, sino violenta de hombro y las constelaciones, vencidas por hueso, afinada mismo que brazo de guitarra, a flor redonda, redonda y honda y grave, como las alas, se aproximan. Toda la violencia del Aexpensas de todos los mensajes de la arcilla y, la más pura tonadilla de Dios.
mor infinito le enciende lámparas de jubilas alsin embargo, flor violenta de capullo encendi Retoño de esperanza grano rico en sabores bares y ella, Claudia Lars, alma de la armonía do, antena vaticinadora, celdilla de panal aho deleitables, ofrenda de harina para el Pan del exaltada y perfecta, armoniza con la vida per BRIKENCE.
Canción Redonda Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica