Joaquín García Monge

REPERTORIO AMERICANO 57 En elogio de José Martí Por AUGUSTO ARIAS Colaboración. Quito, Ecuador, mayo de 1938 Joaquin García Monge y Carlos Jinesla, en Costa Rica.
José Merli Dibujo de Valderrama Martí, político monetario José Martí, muerto el 19 de mayo de 1895 en Boca de dos Ríos, es el que no se ha ido, el que siempre vuelve. Tal como en la parábola de su existencia urgida, el Apóstol, como lo llamara Mañach en su biog afía definitiva, ha podido asistir a los ciclos de revisión y consagración en los cuales, tras de la jornada primeriza de loa y enfervorizamiento, han llegado los días de penetrar en su obra para examinarla al detalle y las horas de cima para señalar su ejemzilo puro como ninguno, marcado por el alto sino del sacrificio y tendido en una rara vas.
tedad amorosa y patriótica, en la que brillan por gual el encendimiento de su palabra y el ardor de su pecho, y se relacionan, en un concierto dificil de hallar, la endeblez de su figura media de hombre americano, enmagrecido por el estudio y la vigilia fecunda y la resistencia poderosa de su brazo flacucho que levantó el fusil cuando al desembarcar con cinco cubanos en la isla revolucionada, que él quería salvar aun cuando se le alcanzase, en presentimiento, la muerte de plomo, el sueño de bronce que la metáfora homérica pidiera para sus héroes, al vislumbrar, premonitivo, la liberación de la Gran Antilla, al plazo de su hloocausto, dijo en breve giro, mientras sus ojos de avellana oscura se refugiaban, por la postrera vez, en el lento abanicarse de la palmera: Veo claro el cainino Tres años después de que la bala hispánica impusiera un silencio físico a quien siguió hablando, con su voz caliente de inflexiones removedoras, ya se pudo escribir, sobre los vientos del Caribe, la palabra vibrante: Cuba libre, mientras en la Península, como lo apuntaba Gómez de Baquero, la pérdida geográfica de los últimos reductos antillanos, sacudida y desmoronamiento, originaba un ansia de interpretación y de reforma, surgía un espíritu civico y el problema histórico de la decadencia española, adquiría un nuevo interés dramático, del cual derivó el sentido general de los ensayistas del 98.
Aquel que había dicho: los que tienen Patria que la honren, los que no, que la conquis.
ten y que viene, como la mayor parte de los hombres americanos, de raíces españolas, siente, en la pronta iluminación del predestino, el afán filudo, por lo que punza y acicatea, de sa! var a su Patria, de conquistarla mejor, de ennoblecerla. Acaso también, como el surco de Rodríguez en el alma tempestuosa y lírica del Libertador caraqueño, impresionanse en el Martí niño las enseñanzas de su maestro Rafael María Mendive, cuya prisión, por las ideas revolucionarios que aleteaban en su espíritu, deja un rezago de tristeza en el pensamiento del catecumeno que sabe regresar de la escuela en busca de la caricia de la madre y en cuya cabeza demasiado grande para su vida de siete años, alienta no sé qué gravedad anticipada, esa quizá de la idea precoz que suele confundirse con la timidez y que en Martí se fija en una si.
lenciosa actitud, casi revestida de dulzura. Es.
cribe entonces en la pizarra cuadrangular sus primeros garabatos. Más tarde, tal vez con alguna evocación de su niñez, com pndrá los versos infantiles del Ismaelillo y ha de fundar, sobre todo, La Edad de Oro, revista para los niños, resucitada después por ese gran martiliólatra que es García Monge. Las almas de seda han de (Posa a la página 61)
Por RAUL MESTRI Colaboración La Habana, 31 10 938.
El discurso de ingreso a la Academia ia Señor don Joaquín García Monge, Historia del doctor Carlos Márquez Sterling.
Apartado Letra significa un acierto, no sólo por su propio San José, Costa Rica.
contenido, sino antes que nada por el tema Mi ilustre amigo: mismo. La mera enunciación de su título, MarTengo el gusto de enviar a usted pu tí y la Conferencia Monetaria de 1891, rera su publicación en el Repertorio si us cuerda con la provocación de un retoted lo tiene a bien disponer aşi copia uno de los capítulos más radicalmete ignorade un artículo mio sobre Martí, politico dos hasta ahora de la biografía martiana. Esmonetario.
tamos todavía en el trance del acopio de todos Se traia, como usted verá, de urs pro los elementos indispensables para la integrablema de la biografia martiana reciente. ción definitiva de esta biografía. Pero, en cuanmente sacado a luz. Presenta, en primer to alcanzo a ver, paréceme que la erudición término, el interés de todo lo que se re martiana, la martiologia, que por fortuna refiere a Martí. Pero, además, tiene este cluta cada dia nuevos y más valiosos cultivaasunto la importancia intrinseca de ofre dores, se ha hecho ya plena conciencia de los cer una nueva comprobación a más de obstáculos que ha de salvar, de los cabos suellas innumerables que ya existen de la tos que le importa unir. No así en cuanto al clarividencia martiaria frente al pan problema que, por vez primera, plantea y desamericanismo. como pretexto para ma arrolla el doctor Márquez Sterling. Diríase que niobras político nacionales.
el flamante Académico nos ha hecho una reEspero que usted cuya devoción marvelación, por cuanto la bibliografía martiana tiana es uno de los hechos más eficaces no parecía haber sospechado hasta este mo de la hora cultural hispano americana que mento, las varias implicaciones que surgen en vivimos acogerá con simpatía y benevotorno a la intervención de Martí en la Confelencia mi modestísimo trabajo mero rencia Monetaria de Washington de 1891. De comentario de divulgación y síntesis de ahora en adelante, esta bibliografia no podrá la investigación original de Márquez Sterpasar ya por alto tan interesante extremo.
ling.
Al historiador y al crítico literario toca, en Aprovecho gustosísimo esta oportuniprimer término, la apreciación del trabajo de dad para reiterarle mi agradecimiento por el periodico envio del Repertorio, que ha Márquez Sterling y su mejor aprovechamierliegado a ser justamente el plato into para el acervo martiano. Martí no fué, ciertamente, un economista. Hace años, el dispensable en la buena dieta intelectual doctor José Pérez Cubillas publicó su conde estas latitudes.
Con gracias anticipadas, se reitera su ferencia Martí, Economista y Sociólogo, de muy aff. amigo y cuya lectura se derivan, entre otras, la concluRAUL MAESTRI sión que consignamos, a despecho de la tesis SC. Linea 203 allos.
contraria implícita en el título. Por supuesto: Vedado, Habana, Cuba.
nada de eso es incompatible con el hecho, evi Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica