REPERTORIO AMERICANO 55 a Caminos de Don Quijote franciscano y postura dulcemente persuasiva. depredaciones del capital financiero. Un hom. consorcio entre la novela de caballerías y el Hubiera sido desde luego el modo mejor de bre de sus campanillas internacionales no genio español se debe a la especie de realidad alargar la vida de un mundo por el que, a puede querer esas cosas, por lo menos no que éste prefiere, no a su falta de aliento, ni a lo que sabemos, nunca mostraron radical ene puede decir que las quiere. Pero si las quiere, su incapacidad para gustar del ideal. Quiere mistad.
Porque cómo han de recortarse esos tentácu el español no un ideal cualquiera, sino un Los ilustres profesores piden democracia, los poderosos. cuándo se han recortado? ideal posible, suya: el ideal de su realidad.
libertad, igualdad plena. Nosotros también. si no aparece el bisturi socialista, si no se pá. Prefiere soñar una realidad real que vivir u.
Sólo que sabemos que esas cosas excelentes sólo га la voracidad de esa libre actividad que an. na idealidad ficticia. Es un mandato de su pueden llegar cuando se rompe una realidad sia el señor Madariaga?
destino o de su raza. En todo caso en Don económica que, base y sostén de la desigual Por gran suerte el pueblo sabe más que Quijote está presente en la vigilia o en el dad, interpone tercamente entre el querer los sabios que sólo saben su ciencia. los que sueño un hombre ideal preñado de realidad.
generoso y la posibilidad de realizarlo. no empuñan en los frentes españoles el fusil y debían olvidar los insignes maestros que fue la ametralladora se tienen bien metido en las esa economía anti igualitaria, anti humana, la cabezas tezudas y heroicas que dejar in SIEMPRE HA SIDO LO MISMO que tomó las armas y agredio sin escrúpulos a tocadas por horror al socialismo las ba.
los que, demasiado ingenuos y demasiado lim. ses económicas de España es lo mismo que En España lo mejor es el pueblo. Por eso pios, pretendieron su ruina sin violencia. Ne disparar con pólvora sola. ya tienen olvida. la heroica y abnegada defensa de Madrid, que gar que el Fente Popular quiso la democra do que de la otra banda de la banda en que ha asombrado al mundo, a mi me conmueve, cia es mala intención. Hubiera sido muy gra están, aunque lo nieguen, Madariaga y Mara pero no me sorprende. Siempre ha sido lo to sin duda que el arrastre histórico no levan ñón. no olvidan nunca la buena carga de mismo. En los trances duros, los señoritostara frente al poder popular una fuerza decla plomo que aportan y bendicen los obispos nuestros barinas invocan la patria y la venradamente fachista. Nosotros también qui. piadosos den; el pueblo no la nombra siquiera, pero siéramos, como el señor Madariaga, que el fa Los que hace algunos años oíamos en La la compra con su sangre y la salva. Espachismo no existiera sobre la tierra. El autor Habana, respetuoso y admirativo, la pala.
na, no hay modo de ser persona bien nacida de Ingleses, franceses y españoles no quiere bra ilustre de los señores Madariaga y Marasin amar al pueblo, La demofilia es entre nosque exista tampoco el socialismo. El prefe ñón, los teníamos por defensores auténticos de otros un deber elementalisimo de gratitud.
riría que la crítica científica no hubiera des la cultura, es decir, de la vida plenamente reacubierto jamás que las diferencias económi. lizada. No sabíamos entonces que la cultu Como maestra de cristianismo, el alma ru.
cas son las responsables de las diferencias que ra es una palabra cuando no lleva en su me. sa, que ha sabido captar lo específicamente el dice lamentar, él quisiera intactas las orga. jor raíz el ímpetu de servicio humano que es cristianoel sentido fraterno del amor, enizaciones monopolizadoras que impiden la su justificación, el ánima política que pide mancipado de los vínculos de la sangre endemocracia cuyo triunfo milagroso quiere el entendimiento profundo del hombre y el ade contrará un eco profundo en el alma espaseñor Madariaga. Claro que ya sabemos que mán revolucionario que asegura su mejor ñola, no en la calderoniana, barroca y ecleel señor Madariaga dirá que él no quiere el oficio.
siástica, sino en la cervantina, la de nuestro monopolio, ni el mando del latifundio, ni las generoso hidalgo Don Quijote, que es mi juicio, la genuinamente popular, nada católica, en el sentido sectario de la palabra, sino humana y universalmente cristiana. De Antonio Machado, en el No.
IV de Hora de España. Valencia. Abril Por ERMILO ABREU GOMEZ 1937. De El Nacional. México, 20 junio, 1937 La novela caballeresca que floreció en Fran. ta el tipo del acto bélica: en el guerrero es cia durante los siglos XII y XIII influyó no hazaña, en tanto que en el caballero es avenLO QUE SARMIENTO NO QUERIA sólo en la creación del género en otros países tura. La hazaña supone una validez constan.
de Europa, sino también en el espíritu de la te de la pasión heroica; mientras la aventura Lo que Sarmiento no quería es que, a pro poesia de entonces. Las novelas producidas está como al acecho del momento propicio pa pósito de educación, se planteara un conflicen el siglo XII escritas mayormente en ver Ta ejercitar su virtud. Al lado del elemento to religioso y se hiciera prácticamente imso y las del siglo XIII casi todas redacta. erótico que modela la vida del caballero, que posible la urrencia la scuela de niños das en prosa mejor que oponerse se comple le hace interrumpir el impetu de su corcel, cuyos padres profesan otros cultos o ningu.
tan y explican. Casi podría decirse que en se presenta una alteración de los elementos no. El principio democrático, que alienta en samblan en un todo orgánico. Corresponden que concurren en la lucha. En la novela guenuestra instituciones, sufrirá un mentis ro.
a la actitud de dos clases sociales en acción: rrera chocan y se hieren las huestes enemigas. tundo con el privilegio acordado a determinala guerrera y la aristocrática del feudalismo, En la aristocrática las luchas son personales; da religión a costa de las demás. En país a.
Las primeras, de tipo heroico, reflejan im las cuestiones de la honra se dirimen en un bierto a todas las razas y credos sería una populsos crueles y reciura de costumbres. Las torneo o en el palenque de un encuentro litica suicida.
segundas, de índole erótica, son recatadas en También se altera, como observa Menéndez En ningún momento preconizó la escuela el decir y en el imaginar. Los personajes que Pidal, la esencia de la venganza. El guerrero atea sino la escuela laica o neutral, lo cual no inuentan se conducen, dentro de su ambiente, practica la horrida venganza venida por el es lo mismo, aunque se alegue que tanto mon.
con más cortesía que fiereza, con más habi. camino de los antepasados o exigida por la ta una como otra. La escuela atea combate a lidad que energía. Los relatos del siglo XII, sombra de un fantasma. El caballero sólo tra todas las religiones. La escuela laica las res los crea, con atropello febril, el guerrero. El ta de la hermosa venganza que se traduce, a peta y las coloca sobre un pie de rigurosa imilitar, ariscado en los campos de batalla, tie veces, en perdón o en castigo digno del estragualdad. Los padres deseosos de suministrar ne miedo de limar su historia. Si la dice en do de una dama. El personaje capaz de hazaeducación religiosa a sus hijos pueden hacerlo verso es porque así es más fácil referitla al nas, vive en el mundo de una realidad obje.
en las escuelas particulares o en su casa. En el último caso encontrarán que el sentimiento auditorio que se congrega cerca de su tienda.
tiva el de aventuras en la idealidad de esa Su condición le exige la rudeza de los térmi. realidad. Se desplaza y se duplica. La novela religioso del niño no ha sufrido lesión. Luenos con que refiere la historia de su batallar de aventuras tuvo en España un florecimiengo se agrega la influencia moldeadora del meBajo los árboles el paladin escucha el relato to tardio que se inicia en el siglo XV y dio familiar y social y las conquistas de la de sus correrías. El senado que le acompaña, prolonga en el XVII. Adquieren entonces las propia experiencia, de tal suerte dable aplaude o gruñe. Los del siglo XIII los dispo aventuras caballerescas una resonancia que observar en la vida cotidiana el ejemplo de acomoda con la realidad de la aventura que niños educados en escuelas laicas que son re.
ne, con criterio artístico, el caballero; es de cir el mismo férreo hombre, establecido ya en practica el español. Hay identidad entre las ligiosos hasta el fanatismo y reciprocamente, el un castillo. Gusta este de leer o de oír, alteniños que cursaron estudios en escuelas venturas que lee y la que contempla espirados por la poesia, los capítulos en los que ritu. Es la hora de Cervantes. Es la hora en profesionales y proclaman, como energúmeél o sus abuelos, han tomado parte. Se han ins que la invención de Don tijote, reali.
nos, los postulados más avanzados del liberatituido ya las órdenes de la caballería y se de.
lismo.
zada por los impulsos de la vida y de la liteterminan las ceremonias, para la consagración ratura. Estos son los antepasados de Don Qui (De Alberto Palcos, en su libro Sarde los paladines. Es así como se cambia has jote. Si a veces se recuerda que no exista miento.