REPERTORIO AMERICANO 103 Enrique Labrador Ruiz Por MAX JIMENEZ Colaboración. Costa Rica y febrero del 37 ARTE те.
Cuba, Cuba maravillosa. Yo he peleado en la Habana. Dero allí hasta los pleitos son simpáticos. El cubano tiene su vida resuelta en dos frases: no quiero problema. y cuan.
do las cosas se ponen feas: esto se está enyerbando. El cubano tiene el sentido de pulsar las situaciones, las dos frases anteriores son de pulso social. Ramón Guirao mi buen amigo.
me decía, Max Jiménez, cuando nos quera.
mos menos. Yo no sé qué sentía la sersibilidad sutil de Guirao, porque nosotros somos de roca.
Por otros lados me decían, aquí se te quie re. es muy agradable oir que a uno se le quie.
La fijación y los movimientos del cariño Hay cariños que nos sustentan, aún de gentes que no vemos por largo tiempo. En un mo.
mento dado, recordamos a una persona que tiene con nosotros un asunto moral definitivo.
En la Habana la amistad no es quebradiza, es plegable, es un asunto atmosférico.
Yo no sé de dónde saca el cubano tanta vitalidad, mi amigo Labrador es un caso formidable de esa fuerza. Una de las cosas que más me espantan en la vida es imaginarme a Labrador sentado contra una máquina, escri.
biendo libros o artículos. Su movilidad es te rrible. La fija en las páginas, pero siempre tiene el problema de la movilidad física. Su len.
guaje no puede ser más pintoresco, dentro de su modo de decir encierra gran filosofía, la fi losofía de la calle que cuesta tantísimo adquirir. Por lo menos hay que ir y saber ir a esas calles En una ocasión participó al grupo, que bía perdido un hijo: nos apenamos, como se hace en esos casos, pero él para sacarnos del pozo de la tristeza, nos dijo, no se preocuper: si un hijo mío es una chancleta vieja. No to.
dos los padres piensan así de sus hijos. La filosofía es buena, porque si los padres pensa ran en ellos, y el parecido de los hijos y los padres, llegarían a la conclusión de que sien.
do nosotros chancletas viejas, los hijos son chancletas viejas.
De andar yo mucho con Labrador, aprendí a usar con frecuencia la palabra con la cual se de.
АЛАХ Enrique Labrador Ruiz Madera de Max Jiménez ruboriza, hay que decir fruta bomba. Es fre.
cuente que nosotros digamos pendejo por cobarde, en otros países asusta mucho y hasta indica mal de la persona que lo emplea.
Las fuerzas en el hombre se distribuyen.
En Labrador Ruiz están en los ojos, tiene una cantidad de ojos enorme. los ojos le revoletean en las órbitas.
Labrador es muy americano, lo digo por que en Cuba aún está por resolverse ese a sunto. Europa está allí aún metida. tal vez nos curaremos de eso cuando Europa se des truya a sí misma.
En sus libros y escritos y en Cresival. existe te siempre un periodista, el fué periodista, pe ro eso no es lo que es él. lo que queda de En.
rique es el estilo de periodista, rápido y agresi vo, hombre claro, vallente. Lo dice todo, a Labrador no le gusta que le averigüen nada, el no quiere que sus amigos se sorprendan pol terceras personas. lo cuenta todo. la me.
dia hora de estar con Labrador nada hay que preguntarle sobre su persona. Llega a más, le adivina el pensamiento a los amigos, aunque ese no sea su pensamiento. pero como él es rápido le quita a sus amigos el fastidio de pensar. El sabe por el periodismo, de señores de cabeza de billar, que es el periodista el que siempre piensa y habla. El señor pone el vientre ¿Cuándo será célebre mi amigo? Nunca, porque en la América no se puede ser célebre.
porque se escribe pero no hay quien lea. La literatura es una cosa familiar. ver mira. qué te parece esto. No me molestes con tus latas y al no ser uno oído en el se.
no del hogar, anda uno, días y días, con el artículo en el bolsillo, buscando auditorio sin que se presente, o con el peligro inmenso de que el amigo paciente, ande en un esta do semejante.
Labrador es generoso, busca salir de las fronteras y saldrá airosamente, en este ar tículo ya lo tenemos en Costa Rica, en el Re.
pertorio. Con su vitalidad, con su amplia comprensión, con su mala palabrería se puede in muy lejos Labrador políticamente, no creo que se inte.
rese en eso; además Cuba es tan democrática, el pueblo cubano es tan profundamente democrata. que tolera los gobiernos con pensamien to democrático. La rumba en muchas oca siones puede más que rifles oxidados. No es verdad, mi vitilísimo amigo Labrador Ruiz?
signa el sexo de la mujer, es agradable mezclar estas cosas con la conversación amistosa. So lamente que se necesita tacto para emplear la palabrita, porque se la apliqué a un policía y paré en la cárcel. Mis amigos cubanos comprensivos me decían que tal cosa bien valia un encierro Las palabras tienen patria, las palabras fuertes; aquí, carajo, no es grave, se aumenta en otros países: aquí se dice papaya, en Cuba CANSANCIO MENTAL NEURASTENIA SURMENAGE FATIGA GENERAL son las dolencias La niña de Argel que se curan rápidamente con Kinocola Sé que no existe región en el mundo libre de mi seria y no ignoro (he sido visitadora de gran parte de sus conventillos) que, desgraciadamente nuestra ciudad no constituye una excepción. Creo, sin embargo, que en Buenos Aires la pobreza no alcanza, por lo general.
el grado angustioso de completo desamparo que más de una vez he podido comprobar en algunas capitales del extranjero. Felizmente abundan todavía aquí la generosidad y la blandura de corazón.
No ovidare jamás la escena presenciada en una a venida suburbana de Paris, de an octogenario que juntaba en el lugar donde un carro había descarga do pacos momentos antes varias bolsas de carbon infimas partículas del precioso material caidas entre las junturas de los adoquines de la calzada. Tampoco podre borrar del recuerdo la visión de aquella niña de Argel que una mañana, al pasar, me tendió la mano.
Su pequeño rostro desamparado sonrió tristemente al recibir la dádiva. Good bai me dijo a guisa de agradecimiento con las dos palabras mal pronunciadas que sabia del inglés.
La miré alejarse. sólo entonces adverti algo te rriblemente conmovedor que me cerró la garganta. En cada uno de sus pies desnudos la niña tenia, dibujado con pintura roja. un zapatito figurado.
el medicamento del cual dice el distinguido Doctor Peña Murrieta, que Del gobierno como resolución Afortunadamente para los que se interesaban en la conservación de las Misiones del Uruguay como per tenencia de la Corona española, el ministro Carbajal había muerto el de abril del mismo año y con el desaparecia también el único hombre de Estado vigo roso y resuelto con que contaba su partido. Su suce sor don Ricardo Wall, aunque muy hábil y laborioso en las cosas del despacho carecía por completo de ge nio politico: era tímido y demasiado cauto para asumir las grandes responsabilidades del gobierno (Vicente López. Historia de la Rep. Argentina, tomo Buenos Aires. 1911. Cuento español Un hombre que se preciaba de leído, tenis anota do de su mano en el margen de un libro impreso que trataba de las flores y frutas de las Indias: Esta flor es del color del bacalao, un poco más alegre. Lo narra Juan de Arguijo. presta grandes servicios a tratamientos dirigidos severa y científicamente.
Margarita Abella Caprile. Geografiar. Notas de viaje. Buenos Aires. 1936.