Democracy

REPERTORIO AMERICANO 91 Mensaje radiado Por EMMA PEREZ Envio de la autora. Palabras dichas en el micrófono de la de La Habana, durante la Hora de la Asociación de auxilio al niño del pueblo español ¿QUE HACES TU PARA EVITAR ESTO?
lograron Es en forma de látigos de sangre como filaran hombres muertos y mujeres despedazaviene a azotarnos el dolor que destroza al das. hospitales de sangre, frentes de guerra, pueblo de España. El Atlántico se hace de aldeas arrancadas por la metralla, muchedumamargura cuando lo atraviesan las noticias bres asfixiando caminos en alocadas fugas, de las ciudades bombardeadas, de las teorías niños muertos y niños ocultos en zanjas, desde mujeres y niños que discurren por los arraigados ya. locos, perdidos. Qué haríais grises caminos, del asedio de unos hombres después, padres y madres, hermanas y hercontra otros empleando los medios de guemanos, hombres, mujeres por remedir la suerrra más bárbaros para castigarlos del delito te de esos niños? vosotros, padres y made querer convertirse en hombres libres y adres. vosotros, hermanos y hermanas. rrancar de la dura miseria a sus hijos hamvosotros, hombres y mujeres de Cuba, este brientos, llamado más de la Asociación de auxilio al Nos duelea latigazos en las sienes lo niño del pueblo español que realiza la tarea que en España está ocurriendo: ruínas, obras humana sencillamente humana, no política del arte más excelso destruídas, aldeas en fuede arrebatar criaturas del horror. No hace go, cielos ocultos por las humaredas de esmucho se nos quedó la isla con los dos brazos combros que arden, surcos que se secan sin trémulos estirados sobre el agua del golfo recibir simiente, aguas enfermas transcurrienhacia las criaturas de España que hacían su do junto a cadáveres con ojos sin cerrar. Se viaje al generoso México. La reacción del nos envian retratos que se toman en cumpueblo cubano fue tan piadosa y tan de herbres de tragedia. Padecemos. Parece que tomoso ardor que si aquel barco repentinamencamos con los dedos los alambres de púas de hubiera descargado aqui sus niños, ni uno las trincheras. Parece que nos enfría el aire sólo de los quinientos que iban se hubiera la carne de los muertos! Estamos pendientes quedado sin hogar. Los que ron subir al del cable. Velamos la salida de los periódiMéxique y ponerse en contacto con los cos. Nos prendemos augustiadoramente a los niños de uno de los éxodos más trágicos que botones de los radios. Pero soportaremos tanrecuerda la historia de la tierra, sintieron el ta angustia mientras no precisemos con te cesitaria para poderos dar mis impresiones, avance violento de una dulzura frágil de carivocablos, sino tan sólo rror que, en medio de la sangre y las llamas, no ya montañas no. Así nos lo contó Teté Casuso en su exce hay criaturitas, niños, tiernos niños, como el primer plano inmenso de un desgarrador los que llevamos de los dedos por las calles lente reportaje y así lo comprendimos fácilmenfilm. Esto es el cine que puede expresarlo.
soleadas, tiernos niños, como los que van y te los que no pudimos allegárnosles y sin emNada más. Esto desborda palabras de sanbargo los quisimos mucho. Eran todos niños vienen de escuela con sus libretas bajo el gre y va a inundar la incomprensión. Amisalvados. Salvados ya de brazo donde la paz no ha abandonado al gos, imagináos una pantalla por la que des de que ascendiera el frío de sus huesesitos sembrados como raíces hombre. Pero en España hay guerra. Guerra de estrellas. Eran niños. estaban vivos!
y niños. Desde cualquier esquina que elijaPANDERETA ESPAÑOLA ¡Hasta sonreían. Hasta podian resucitar sonrimos para enjuiciar la guerra de España, nos sas! Imaginaos el grano de alegria de alegria sobrecogeremos por los niños. Sobre la tie El cable dice que la España de Franco pura que dejarían caer en los corazones mexirra no hay nada tan cruel como el dolor de celebra el primer año de guerra. Toros, marcanos que habían pensado en ellos. Si nosotros la infancia. Nos entristecen, no ya las cria chas, poemas de los bardos en turno, y la que no habíamos hecho nada para que el viaje se turas, sino todas las cositas pequeñas que han cruz del Cid sobre el pecho del introductor realizara, nos pusimos llorosos de contento, recibido un daño. Confesad que una yerbede moros, italos y tudescos, forman en ¿qué no sentirían los mexicanos que lo hacita tronchada o un polluelo temblando os este verano agrio, el programa coruscante de bían hecho todo y dado todo por sus pequeestremece. Confesad que una criatura enfer la españolada.
España? Esa es la dicha que ellos ma, con sus manitas abrasadas en fiebre, aun En la España de pandereta que regresa con pueden dar los niños de la guerra de Esque esté rodeada de sus padres y de los cui la reacción beligerante. Una España, indo. paña y para que sepais cuánto dolor puede dados de la ciencia, os causa una molestia por lente y trágica, de generales y cupletistas, de naceros de esos mismos niños, os remito a el pecho. Confesad que las salas infantiles poetastros y toreros, chula y maja, fanática los Carteles con retratos de cadáveres de nide los hospitales os atán duro el cuello. Si y cruel, que vuelve ahora como cauda flafios españoles que cubren hoy paredes del es así, si todos los países de la tierra lanzan menca de los flamenquisimos Franco y Quei mundo incitando a la indignación y la piecada dia más alto el grito de que debe lo. po.
dad más amplias. Del vientre ascienden a grarse que los niños sean sanos y felices, si Contra ella habia surgido nue. azotar el pecho, olas de una amargura in.
es un crimen que la naturaleza enferme a un va España que trajo la república. La comportable. Yo no puedo mirarlos. Yo no niño, si no cabe en el alma humana aun España que mira a Europa, la España con un puedo. Están con los dientes mostrados. Con que ya se haya acostumbrado a todo que sentido europeo, y universal, de la realidad los ojos como lagos de asombro. Con núlos niños se mueran. de qué suerte vamos a circundante. La España intelectual y prole meros. Sin nombres. Yo no puedo. Sin emcomprender lo que sucede a los mártires ni taria, la de los hombres de ciencia y los hom bargo, a veces les hablo: Número 32. qué nos españoles? Conocen los ronquidos del bres de letras: la fuerte, la jugosa democracia edad corría, como canción de agua peruera, crimen aunque tengan tres o cuatro años, ha española.
al borde de la tarde en que sentiste que moblan ya de aparatos y enemigos а La reacción internacional puso sitio a esa rian tus gorriones? Me pregunto qué rostro veces no encuentran a sus padres aunque re fortaleza de las libertades peninsulares. Los ofrecería la muerte al mirarte de pronto entre corran todos los caminos. Imaginaos niños generales sin contrata sirvieron de guías a la como ofrenda monstruosa. Me vagando, con los ojos desgarrados de asom invasión extranjera. ahora Franco. el pregunto cuánto sería el espanto de ella con bro hasta haber perdido los párpados, sin prisionero de Burgos distrae su tragedia con tu mejilla rota ensangrentándola. Quién inpreguntar y sin llorar siquiera, enterados de el disfraz de Pio Cid. La Cruz legendaria pe tentó abrigarte la garganta con ese pañuelique hay guerra ila guerra! y de sará como un yugo sobre el cuello traidor. to tan humilde. Qué voz tiraba de tus juegan por el aire las espantosas máquinas de La armadura de gigante servirá de refugio gos y de tus escapadas a la calle en la barriamuerte, de incendio y destrucción. Así, de al hombrecillo encogido. Franco hará el da pobre en que vivías. Estás apresurando el golpe, como se arranca un pedazo de roca fantasmón de zarzuela chica ante la sonrisa tiempo de la victoria, golfo 32. así: con un barreno, se ha arrancado de ellos tomordaz de los observadores militares de 21, niña golondrina. cuál esfuerzo desda la alegria de la infancia. Yo apenas logro Roma y de Berlin mesurado te rodondeó la forma de los labios hablar de esto que siento. Me parece que ne. De El Tiempo, Bogotá, julio 19 de 1937. Para a la pág 105. nuelos una ya sus manos que lle