REPERTORIO AMERICANO 103 Hosterias otro caldo; después un poco de carne recocida o de conserva de pescado recalentada. De los Diálogos familiares de Erasmo. Traducción de Maria Rosa Lido. Buenos Aires.
Otra vez un poco de puches y después algún In omni domo nudi ac sordidi. excrescunt plato más sólido, hasta que, bien amansado el Guillermo. En Roma, París y Venecia Tácito, Germania. 20. nadie mira fijamente.
estómago, sirven carne asada o pescado herviDas ist nicht das Schwarze unter dem Fingernagel werd Bardolfo. Entretanto es delito pedir algo.
do, que no puedes despreciar del todo, pero Locución a emona Cuando ya está bien entrada la tarde y no de esto poco, y lo retiran en seguida. De esta hay esperanza de que lleguen más huéspedes, tercalan coros entre escena y escena, ellos ademanera, como los autores dramáticos que in. Guillermo. Nunca tuve ocasión de visitar sale un criado viejo, de barba blanca, cabeza Alemania: por eso te pido que me digas co rapada, rostro cenudo y traje sucio.
rezan el convite alternando comidas y puches.
mo acogen a los forasteros, Guillermo. Estos merecian escanciar a los En cambio, procuran que el último acte sea Bardolfo. Nadie saluda al que llega, no el mejor.
cardenales de Roma.
Bardolfo. El tal recorre a todos con la Guillermo.
se crea que andan a pesca de huéspedes, cosa Asi bacen los buenos poetas.
que tienen por sórdida, abyecta e indigna de vista y cuenta por lo bajo cuántos hay en la Bardolfo. No te quepa duda de que es grala austeridad germánica. Después de llamar sala: cuanto mayor es el número con tanto vísimo pecado decir entre tanto: Quita ese buen rato, saca uno la cabeza por una venta más brio aviva el fuego, aunque por lo demás plato, nadie come. Hay que estarse sentado nilla de la sala donde tienen prendida la lum molesta el ardor del sol. Entre los alemanes, hasta el momento prescrito que, se me figura, bre (pues alli lo pasan hasta entrado el ve lo principalisimo del buen hospedaje es que calculan al reloj. Al fin aparece el barbudo, o rano. exactamente como la tortuga que atis todos estén bañados en sudor. Si alguien no el mesonero mismo, que nada difiere de los cria ba desde su carapacho. éste se le ha de pre acostumbrado al vapor, abre una rendija de la dos en cuanto al vestido, y pregunta cómo nos guntar si se puede pasar allí. Si no menea la ventana para no sofocarse, le gritan enseguiencontramos. Luego sirven vino algo genero.
cabeza en señal de negativa, has de entender da: Cierra. Si contesta: No puedo sopor so. Porque aman a los buenos bebedores, así que te admite. Cuando se le pregunta dónde tar el calor. replican: Pues buscate otra po no pague un céntimo más el que tragó más está la cabelleriza, la indica con un gesto de sada. De pués vuelve aquel barbudo Gani vino que el que bebió menos.
la mano. Ahí puedes cuidar de tu caballo a tu medes y tiende manteles en las mesas que cree Guillermo. Raro talante de gente.
modo, que ningún criado te ayuda. Si es una suficientes para aquel número. Pero, Dios eBardolfo. veces hay quien gasta en el posada algo concurrida, un criado te mues terno, dirías que son lonas de cáñamo descolvino más del doble de lo que paga por la co tra la caballeriza y un lugar, muy poco co gadas de sus entenas, porque para cada mesa mida. Pero antes de que acabe de describirte modo, para el caballo. Porque los más cómo están destinados lo menos ocho comensales.
el banquete, te diré que es asombroso el estrédos los reservan para los que han de venir y Los que conocen las costumbres del país se pito y vocerío cuando todos empiezan calensobre todo para los nobles. Si te quejas, te di sientan donde les place, pues no hay diferentarse con la bebida. Es imposible oir a nacen inmediatamente: Si no te gusta, búscate cia alguna entre pobres y ricos, amos y criadie. Muchas veces se agregan bufones profeotra posada. Acabado de acomodar el caba dos.
sionales, pues aunque no existe especie humallo, pasas a la lumbre, tal como te has veni Guillermo. No fue oua la antigua igualna más detectable que ésta, apenas podría creer.
do, con botas, con maletas, con barro: hay dad de que hoy nos priva la tiranía. Así, se cuánto agrada a los alemanes: con su canun solo lugar para todos.
pienso, vivia Cristo con sus discipulos.
to, su charia. su griteria, su baile, su alboroto.
Guillermo. Los franceses indican a sus Bardolfo. Después de sentarse todos. reaparece que la sala se viene abajo, y nadie puehuéspedes alcobas donde pueden descalzarse, parece aquel ceñudo Ganimedes y cuenta de de oir a su vecino. a todo esto creen ballarasearse, calentarse y descansar también, si les nuevo la compañía: al poco rato vuelve y trae se entregados a refinados placeres: hay que place.
a cada cual una escudilla de madera y una cu estarse sentado alli, quieras que no, hasta bien Bardolfo. Aquí no hay nada de eso. Jun chara del mismo material, luego una copa de entrada la noche.
to al fuego te quitas las botas, te calzas los vidrio, y algo más tarde, pan: cada cual lo Guillermo Termina de una vez, que tamzapatos, si quieres te cambias la camisa, cuel limpia sosegadamente mientras se cuecen los bién a mi me aburre banquete tan prolijo.
gas cerca del fuego la ropa mojada de la llu puches. De esta manera se están sentados por Bardolfo. Asi haré. la postre, después via y te arrimas para secarte. Hay también espacio de casi una hora.
de retirar el queso, que no les gusta si nos es agua, preparad; por si quieres lavarte las ma Guillermo. Ninguno de los huéspedes re podrido y manando gusanos, aparece el barnos, pero por lo general tan clara que des clama entretanto la comida?
budo llevando consigo un plato de madera en pués necesitas pedir otra agua para limpiarte Bardolfo. Ninguno que conozca el temple el que ha trazado con tiza varios círculos y de la primera.
del país. Al cabo sirven el vino. Buen Dios. semicirculos, lo deposita en la mesa hosco y Guillermo. Estos son hombres a mi gusto. por ácido y penetrante, de él habían de be taciturno, hecho un verdadero Caronte. Los Ningún género de molicie los ha afeminado. ber los sofistas. si algún huésped, aun dan que entienden la pintura entregan dinero, Bardolfo Aunque lleguen a las diez de do dinero aparte, pide se le traiga vino de al luego los otros, hasta llenar el plato. Después la mañana, no comerás antes de las tres y a guna otra parte, primero disimulan, pero con como ha ido reparando en los que pagaban, veces ni antes de las cuatro.
una cara como si lo fueran a asesinar. Si in bace la cuenta por lo bajo; si no falta nada, Guillermo. Por qué?
siste, responden: Aquí se han hospedado tan cabeza en señal de aprobación.
Bardolfo. No preparan nada si no ven tos condes y marqueses y ninguno se quejó de Guillermo. Nadie protesta por la cuenta?
reunidos a los huéspedes, para servir a todos mi vino: si no te gusta, búscate otra posada. Bardolfo. Nadie que tenga prudencia, juntos de una sola vez.
Porque has de saber que sólo tienen por hom porque le dirian al momento. Qué especie Guillermo. Se proponen ahorrar? bres a los nobles de su nación, y en todas par de hombre eres tú? No pagas un céntimo más Bardolfo. Precisamente. Así muchas veces tes ostentan sus escudos de armas. Ya tienen. que los otros.
llegan a reunirse en la misma sala ochenta o pues, pitanza que écbar al estómago enfureci Guillermo. lo que dices, esa gente no noventa entre infantes, caballeros, mercaderes, do: después, con gran pompa, vienen los pla tiene pelos en la lengua.
marineros, cocheros, labradores, niños, mujeres, tos. El primero trae casi siempre pedazos de Bardolfo. Si alguien, cansado del viaje.
sanos, enfermos.
pan mojados en jugo de carne, o, si es día de quiere irse a la cama enseguida de cenar, la Guillermo. Realmente esto es lo que se lla pescado, en caldo de legumbres. Luego viene andan aguardar hasta que todos los demás ma vida en común.
vayan a acostarse.
Bardolfo Abí uno se peina, otro se enjaga Guillermo. Me parece estar viendo la Resudor, este limpia las abarcas y las botas, apública de Platón.
quel regüelda ajo. qué seguir? No es menor OCTAVIO JIMENEZ Bardolfo. Entonces muestra a cada cual la confusion de lenguas y personas que hay alli si yacija.
que la que hubo antaño en la torre de Babel. ABOGADO NOTARIO Guillermo. Habrá limpieza. si ven a un extranjero que en su porte da Bardolfo. La misma que en la comida: muestras de ser persona de calidad, todos están Oficina: las sábanas lavadas probablemente seis meses vueltos a él, los ojos clavados, contemplándolo 50 varas al Oeste de la Tesoreria como si se les hubiese traido de Africa una fiera Guillermo. El trato es el mismo en todas de la Junta de Caridad nunca vista: tanto, que después de sentarse a la mesa vuelven la cara para mirarlo fijamen Teléfono 4184 Apartado 338 Bardolio. En algunas más cortés, en otras te y no le quitan los ojos de encima, olvidados más duro de lo que te he contado: en general de comer.
así es.
mueve la antes.
partes?