REPERTORIO AMERICANO 105 Sobre don Miguel de Unamuno y barba esa, hasta la antes Por NIETO CABALLERO Envio del autor. Bogotá, Colombia, y enero de 1937 En la parte mejor, que es la parque vigoriza el cuerpo y vigorite primera, de su agridulce libro za el espíritu, no les deja crear La Danza de las Sombras, el cémoho, ni que las armas aparezlebre escritor Alcides Arguedas hacan tomadas de orin, porque da bla de su visita en Salamanca a agilidad y suscita los altos pendon Miguel de Unamuno. nos samientos, desalojando al hombre presenta a un hombre más alto de lo in fecundo, de la molicie, de que bajo, de cabello canola torpeza, de la liviandad del sos, de cutis moreno y tostado codonjuanismo, y enfrentándolo, pamo el de un marino. Hecho de ra hacerlo hondo, a la idea de la bondad, de llaneza, de simpatía, el muerte. Predicaba la guerra, la mismaestro se convierte en guia y en ma guerra de Cristo, contra el viinterlocutor sostenido del boliviacio, contra la fatuidad, contra la no, un guía que por todo averiindiferencia, no la de los fusiles, gua y todo cuenta, y de quien allá pero iba hasta guerra le informan que observa en su vida civil, porque le parecia preferible higiénica una ciplina estricta.
la verdad con guerra a la paz con No come carnes, no bebe vino, mentira. provocaba, pullando, no fuma. Se alimenta de leche.
agrediendo, dando tajos y mando pan, legumbres y fruta. Su sola bles, suscitando reacciones, sin cui bebida es el agua. se mantiene darse de los rencores, ni de las ancon una rob robustez sorprendente.
tipatias, convencido de que la anTiene en ese momento cincuenta tipatia es una forma de la simpay cinco años. Le pregunta a Artía, porque es cuidado, es interés.
guedas cuánto más cree que ha de es atención a la persona que la ins.
vivir. Mientras este medita, el mae pira, satisfecho de ser contradicho, tro mismo contesta: hasta los noadvertido de la utilidad del error, venta y nueve. No dijo ciento, que tiene su puesto en la econoporque a él siempre le ha gustado mia mental como lo tienen los vol Don Miguel de Unamuno lo disparejo, lo diferente. excanes en la economía terrestre. seplica: No me intoxico con alcogún dijo entre nosotros bellamente hol ni con cigarro. Me acuesto no se inclino. El no sabía si había de la mente y del corazón que biel doctor José Ignacio Escobar, e temprano, duermo bien, paseo toDios, ni había oido ni leído nun cieron de Unamuno un sensitivo, logiando a la duda. porque la dos los días, una o dos horas, me ca una demostración que le satis para echarse a morir de cabia y de verdadera fe se mantiene de la dulevanto el sol. Por qué faciera acerca de su existencia. Peamargura. de silencio. Porque da. buscando el ideal, tratando que no he de vivir cuarenta y cuatro ro tenía la necesidad de Dios, me ya no se podía hablar ni oír hade alejar de la materia, de su aspec.
jor, mucho más honda, que la fe años más. blar de España sino para levantar to, de su olor, de su miseria, y en Dios, y esa necesidad lo creaba, las compuertas de los ojos y des explicando que aquellos a quieY ahora ya se murió, cuando lo la vida le quedó debiendo a su hacía presente pero no visible, atar el torrente de las lágrimas, cones el mundo sólo les huele a mateporque ya está dicho en el Libro mo dijo el salmista ria es Iculo como un cuarto de siglo.
que se huelen a sí misSe murió de nada, se murió de que quien ve a Dios se muere.
mos.
muerte, sencillamente, sin come Acaso de tanto pensarlo, de tanto Pérdida inmensa, para España y No se detenía a limar, a pulir, dia alguna, sin reunir gente en tordesearlo, lo vio al fin, y esa fue para América, para el mundo dino de su lecho ni hacer espectá sueño, de ensueño, pura muerte de a suavizar. Era como el profeta su muerte de de suspiro, de ríamos, si lo que él llamó el pe de la piel de camello, que se aliculo de destal y la muerte, como mueren nosotros consideramos mentaba de miel silvestre y gritaba, los verdaderos santos y los verdamuerte. Ese producto jugoso, que es mejor llamar el escenario.
aun cuando fuera en el desierto deros héroes, casi como los anima pesar de lo sarmentoso, de la hubiera sido más alto, más visible, inglés o francés, pérdida ino para el desierto, palabras áspetra mistica, que había visto en les se mueren: acostándose ras. El usaba su estilo pedregoso, rir. Así dijo el que había muerto mumeo España, en su España, la mística que representa este viasarmentoso, de cantos de roca, de Iñigo de Loyola, el fundador de místicos de Francia, pues no veía por los je de don Miguel de Unamuno!
raíces, con incorrecciones, disonanla Compañía de Jesús, y como ha Momento de la conciencia. Ilacias, estridencias, llevado por la a ninguno y el bía de morir cincuenta años más mó France a Zola, para recordar sola música mismo Pascal, con su ansiedad y con su apuesta, le su Yo acuso valeroso y grandel pensamiento, rebel.
tarde don Quijote, el fundador de resultaba la locura cuerda o de la cordura un lo que sacrifica el fon dioso. Vida de un geómetra antes que de la conciencia dido a la forma, o no tiene fonloca, enfermedad de un metafísico, ese don Miguel de ríamos nosotros de Unamuno, do, y ha sido hecho con acordeón que Unamuno, tan áspero y tan tier nos holgaríamos en vernos contaporque fué la la acusación constante al lado. En Tucídides y en Ben.
no, tan colérico y tan manso, tan giados. La mayor locura que contra la hipocresía, la envidia, el venu el venuto Cellini encontró ejemplos puede hacer un hombre en esta visediento de ideal y tan saturado odio, la sensualidad, la vulgari que le corroboraron en su manera de ideal, todo el llama da es dejarse morir sin más ni todo el dad, el medro, la pornografía, la de escribir así como quien habla más. le dijo Sancho a su amo. ceniza, debió morirse de ver a Dios. indolencia mental, la desganao ed o dicta, sin volver atrás la vista, Unamuno comenta con las palaAunque las cuerdas del vivir pu desgano. la ausencia de preocupani el oído hacia adelante, converdieron reventarse por una razón bras que Jorge Manrique pone en ciones angustiosas. las únicas va sacionalmente, en vivo, como hom sus inmortales coplas, en boca de taber visto a los alemanes en su menos bella y más cercana: la de losas, porque la vida es o debe bre y no como escritor. que lo o.
ser combate. Vida de la conciensu padre: tro, pura forma, cuando hay forma.
Tierra. de sentir que unos revo cia, porque él fue conciencia, fué es sonido de flauta, pasatiempo, al. consiento en mi morir lucionarios descastades iban en sinceridad, fué amor, un amor bru go diferente de lo que se necesita con voluntad placentera, tegando pedazos de su su patria tal con espinas, con guijarros, que es el sacudimiento, es la acción clara y pura destruyendo. por mano a jena pero amor en el que se sentía bu sostenida, es la pelea con el ángel, con elementos bórridos, los tem Ilir, como en su Shakespeare, COque querer hombre vivir es la inquietud de Dios. Cada cual cuando Dios quiere que muera plos del arte, los del corazón, las mo en el creador de apasionados, trae, según dijo a este mundo su es locura.
fábricas, la civilización, a true la leche de la ternura humana. batalla, y es preciso librarla sin que de alcanzar el mando. asi Gustaba de la lucha por la lu cuidarse de la victoria, y aun a ¡La voluntad de Dios! Unamu no se requieren ni las condiciones cha misma, como ejercicio, por sabiendas de que, una vez alcanse tiemensa la de contra tantos