Communism

REPERTORIO AMERICANO 53 formarse políticamente a través de un am. guéis con ese ejemplo, acometiendo al ene tas. Los demás engrosaron el círculo y aguarbiente, un carácter y una revolución política y migo con el valor y el aliento que le animó a damos. Se hizo un completo silencio. Sólo se social. Luego le vi aparecer aquí, en plena él hasta el fin.
oían las respiraciones contenidas. nuestra guerra, hecho otro hombre. Un hombre más Recordó Campesino frases hechos del espalda, como gigantes de fantasía triste, nos completo que no había dejado de ser el que que había sido su comisario político. Su voz velaban los árboles de la muerte. La voz del yo había conocido. Ahora tenía que verle inflamada se quebró y adelgazó. Fué un mo. Comisario politico resonó clara y potente somuerto, todo mi espiritu estaba lleno de su mento de ternura y de tristeza infinitas. Por bre nuestras cabezas: vida. Toda su muerte me impedia sentirle fin el tono del guerrero se abrió paso nueva Camaradas.
muerto mente. Campesino se retiró. El entierro siguió Al discurso de despedida, siguió la InterBajamos una escalera quebrada y difícil, camino nacional cantada en coro. Los puños se proinventada por alguna imaginación cruel. El La noche había cerrado por completo. La yectaban a la luna contra la tierra ocre por campo invernal cobraba un tono de cobre. Pa luna llenaba el cielo con una luz difusa que encima de las tumbas. Una descarga rasgó el recía que el tiempo había despejado para se nos filtraba a través de una neblina blanca y himno, pero éste siguió sin interrupción, codejar que el sol, que le habia velado por tres liviana. Pronto salimos de la carretera y nos mo un símbolo. Las descargas han rasgado días en campo enemigo acompañara hasta la adentramos por solares, desmontes y campo más de una vez nuestras filas, pero nuestros tumba a este hijo del sol. La capilla estaba abierto. Aparicio y yo marchábamos parea hombres han llenado la brecha con sus cuerahora impregnada de perfumes de flores. So dos, en completo silencio. Ninguno parecía pos y siguieron luchando: las balas han aba.
bre el ataúd había varias coronas. Aparicio tener nada que decir. Todo parecía estar dicho tido, no lejos de aquí, un talento y un gran levantó una y por el cristal vimos el rostro. ya en el mundo. Marchábamos en fila, al son corazón, pero todo su ser vivo sigue incor Se le reconocía fácilmente. Algo reducido, de los pasos acompasados de los soldados, por porado a las filas de la libertad y continúa conservaba la serenidad que le acompañó a la noche adentro, hacia la gran noche donde el combate por un mundo mejor.
la muerte. Me contaron como había sido. deberíamos dejar al compañero querido. Los Los soldados dieron vuelta y emprendie na bala de fusil o de ametralladora le atrahombres no se aprecian ya en la niebla lunar: ron sencillamente el camino de regreso. Unos vesaba el corazón. Sólo le había quedado sólo se sienten sus pasos sordos y se ven sus cuantos compañeros rodearon el ataúd, y es.
tiempo para decir: Me muero y echar ma sombras vagas y agrandadas. De vez en cuan peraron a que lo bajaran a la sepultura. En no a su cartera con ánimo de deshacerse de do asoma un chico o un viejo del desmonte pocos segundos desapareció en la sombra. La documentos que pudieran interesar al ene y pregunta al ver los uniformes azules. luna parecía haberse fijado, más espesa, en migo. Pero éste no llegó a pisar aquel cam Compañero, es un marinero?
los bordes arrancándoles una luz fosforescen.
po. Sus manos manchadas con la sangre de El camino es largo pero no cansa. Tengo la te. Pablo había bajado a lo hondo de la tielos trabajadores no llegaron donde sus balas impresión de marchar llevado por una fuer tra. Nosotros, sus camaradas, guardamos un extranjeras habían llegado.
za mágica y sombría y de que este caminat silencio angustioso sobre su pobre y angosta Durante más de una hora permanecimos será el destino de toda mi vida, de que no morada final. Otra estrofa de la Elegia, de callados junto al cadáver. Una representa haré más nada que marchar así, a paso rítmi Miguel Hernández, se me apretó al corazón.
ción de la Marina le había traído una corona, co y eterno, detrás del cadáver de Pablo. Por y los marineros velaban también a este cafin rompe la monotonía de la marcha. Una marada nacido en medio del mar. Un dele¡Qué sencilla la muerte, qué sencilla, profunda trinchera vacía se abre ante nosotros gado de la Junta de Defensa y el Comisario pero qué injustamente arrebatada!
y tenemos que bordearla. Luego asoma a lo No sabe andar despacio y acuchilla, que le sustituye al frente de la Brigada Cam lejos la cortina de cipreses del cementerio.
cuando menos se espera, su turbia cuchillada!
pesino, vinieron a expresar su sentimiento a llega la hora más triste y honda. Una los cubanos que estaban allí. En pocos meses, larga fila de fosas abiertas iba desde los ci. vuelvo salir de este letargo, para aviPablo se había hecho querer y admirar de preses al muro. Hoyos abiertos en la tierra var en mí el fuego del recuerdo del camarada todos. Todos se dieron cuenta de que habían dura y seca, en la tierra pelada de Castilla, vivo, del amigo entrañable que he perdido un perdido un héroe. Yo hubiera querido decir que esperan a no importa qué cuerpo de tra día al pie de un cerro de Majadahonda ¡Nun.
les alli mismo que todos habíamos perdido bajador o de combatiente. Los soldados de la ca, ya más nunca, se apartará de mí ese retambién un gran escritor. la puerta es. brigada encerraron una en su cerco de bayone cuerdo!
peraba la carroza. La tarde se iba tornando plomiza, El silencio era más y más profundo. Nos dijeron por qué se demoraba la lida. Campesino había resuelto sustituir el ataúd por otro más fuerte, fin de que el Por NORBERTO PINILLA día de mañana pudiéramos llevar más conservados los restos de Pablo de la Torriente a Envio del autor. Del libro próximo a publicarse: Imagen del Camino. Santiago de Chile. Setiembre del 36 su tierra natal. Cuando se le trasladó al nuesus dádivas. Es avaro de su pureza. Ante vo ataúd, le vimos incorporarse flexible como cada persona se presenta como no mancillasi despertara. Tres días hacia que se le había El mar atrae por su fuerza y por su mis do por nadie jamás. Está constantemente vir ido la vida, sin embargo su cuerpo parecía terio. La fuerza la emplea en su cantar eter ginal; es enigmático. Tiene siempre el ena punto de perderla o de recobrarla. Sus ras. no. No sabe del silencio. Enfila sus olas y canto y la dureza de las iniciaciones.
gos estaban intactos. Se le reconocía especial lanza su líquido tropel en marcha y contraEl mar en sus sempiternas repeticiones remente por la expresión dura de la boca, her marcha que no concluyen jamás. Van y vie. sulta en todo tiempo novísimo. Se desdobla méticamente cerrada, y por la espaciosa fren nen las huestes incansables. En el choque con cambiando la variedad de sus matices innute bronceada. La palidez de la muerte no ha los acantilados costinos la ola se muele en merables. Sus verdes, azules, perlas, blancos.
bía logrado invadir aún su piel.
sutil harina blanca y vaporosa. Es una fies grises, platas, cristalinos, negros, violetas, Pablo salió en hombros de dos poetas y de ta en perla para los ojos ávidos de sensacio dorados, en sus mudanzas de grado, de tono dos comisarios políticos, entre filas de solda nes nuevas.
llegan a ser la escala cromática más fantástica dos del pueblo, seguido de marinos y ami. Pero si el mar da la grandiosa impresión más irreal, más inverosimil.
gos personales. De un principio se había pen de fuerza no domeñada, de fuerza en cons.
Nada es más atractivo que el renovarse sin sado llevarle al cementerio del Este. Cam. tante renovación, de energía sin reposo ni cambio fundamental del mar. Misterio visual pesino decidió que el de Chamartín era más quietud, de manantial de vigor natural iny oculto. Fuerza y enigma. Mutación y conshumilde, más proletario, y por lo tanto más contenible, hay en el mar un sortilegio matancia conforme al combatiente comunista. Pablo yor, un atractivo máximo para el corazón mismo hubiera elegido este cementerio para Geografia infantil echar en él su cuerpo. Habíamos andado unos Es el misterio. Bajo la bruñida lámina ecincuenta metros cuando el entierro se detuvo xiste un mundo rico y fecundo. En la en Está situada mi aldea natal, Galvarino, en y la figura guerrillera de Valentín González, crespada manta el misterio siempre queda in una hondonada. Suaves colinas rodean el reCampesino, apareció sobre un muro con el tacto. No hay seña que se perpetúe. El hom. cinto pueblerino y las vegas adyacentes. El puño en alto: Camaradas dijo tan só. bre para surcarlo debe guiarse por el mapa ondulante filo de los cerros se une al cielo, lo cuatro palabras. Los deberes de la guerra me de las celestes constelaciones.
simulando indicar que más allá el abismo o la llaman urgentemente al Ministerio. no ten El mar es siempre un cuaderno en blanco nada.
go que deciros sino que sigáis el ejemplo que para que el marino, el poeta, el sabio escriban Un día de mi niñez tomé mi yegua y me vuestro jefe politico ha dejado entre noso. sus ciento y cien experiencias, ensoñaciones propuse alcanzar la línea, que se me antojatros: y que cuando volváis al frente le ven. y observaciones. Mas no deja señal alguna de ba, límite último del mundo. Llegué a la cisa Bocetos El mar bumano.