Democracy

REPERTORIO AMERICANO 15 El elefant es bestia de muy grand valentia, sobre el arman engennos de grand carpenteria, castillos en que puede ir gran caballería, al menos xxx caballeros, demás non mentiria.
El elefante Selección de Maria Rosa Lida. Envío de Buenos Aires, República Argentina huyendo. no viendo camino abierto para esto sino una gran ventana, que tenía una reja de hierro, dió en ella, con tan gran impetu, que la derribó, y por ella escapó. Esta es la verdad desta historia, y engañanse los que la escribieron de otra manera.
Fray Luis de Granada. Introducción del simbolo de la Fe, Parte Cap. XVI. párrafo Siempre an sin grado derechos a estar, las piernas an dobradas, no las pueden iuntar, por nenguna manera no se pueden echar.
si cae por ventura, no se puede alzar.
Quando quier folgar que es muy cansado, busca un gran árbol muy fortalado pon hy su cerviz e duerme segurado, todos de su natura traen esto vezado.
Si ventarlo puede el omne cazador, corta con una sierra el árbol alredor.
dexa un poquiello el omne sabedor.
Luego la bestia loca viene a su vezado, firmase en el árbol, es luego trastornado, levantar no se puede, luego es degollado, fazen de los sus huesos el marfil preciado.
El Libro de Alexandre. 1814 1818.
Una vez ví un cuadro extraordinario: un hombre había metido la cabeza en las fauces de un elefante y éste las mantenía abiertas y echaba el aliento sobre él. Decía el hombre que había pagado al animal para eso, porque el aliento del elefante sólo cede a los aromas de la India y es santo remedio para el dolor de cabeza. Por cierto que el elefante conoce su virtud curativa y no abre 1a boca gratis: como un médico bribón, exige primero sus honorarios. Si se los dan, obedece y hace la merced que se le pide; abre las quijadas y se está así todo el tiempo que cl hombre quiere, porque sabe que le ha alquilado el aliento.
Aquiles Tacio, Trabajos de Clitofonte y Leucipe. IV. Madera de Laporte muy notoria en el reino de Portugal la pelea que hubo entre estos dos animales, en tiempo del Serenisimo Rey Don Manuel. En la cual tuvo tan gran miedo el elefante a esta bestia, que determinó de valerse de sus pies Sé también que, después del elefante, el pero tiene el primer lugar, de parecer que tiene entendimiento, luego el caballo y el último la jimia. perdón ilustres comendadores del trópico que los propios generales Franco y Mola: la cultura española (El Tiempo. Bogotá)
Cervantes. El coloquio de los perros Dimmi, qual fera si di mente umana, che inginocchia al raggio de la luna, e per purgarsi scende a la fontana?
Sannazaro. Arcadia, IX.
Hay quienes dicen que en los montes de Mauritania, junto a cierto rio de nombre Amilo, bajan manadas de elefantes cuando comienza a brillar la luna nueva, y en soiemne purificación se rocían con agua. Luego de haber saludado así al astro, vuelven a los bosques, llevando delante a los cachotros fatigados.
Plinio. Historia natural, VIII.
La cultura española Dice el cable que el gobierno de Madrid ordenó la alida de un grupo de sabios y escritores del recinto de la ciudad. agrega: tres camiones blindados llevaban los aparatos, manuscritos, y cuadernos de notas de gran Calor cientifico. Así, en medio de la locura guerrera, In que el heroismo adquiere caracteres mitológicos, y en que las muchedumbres frenéticas olvidaron ya su fondo de oscura humanidad, el gobierno español se preocupa por salvar a los representantes de la inteligencia nacional. y por rescatar para el futuro la labor de muchos años.
En el circulo de hierro y fuego estos sabios, que consagraron su vida a la búsqueda azarosa de la verdad y se desligaron del tumulto diario, no acertarán a com prender ese huracán de multitudes enloquecidas en la lucha feroz. Para ellos también el reino no es de este mundo. Es la tragedia del intelectual del hombre de ideas, que desdeña inclinarse para escuchar el pulso im petuoso de su pueblo.
Pero también sobre ellos, vela la democracia vigilante. Hay que salvar a esos hombres por lo que en ellos haya de reservas para el progreso de una humanidad futura. Hay que proteger los de las bombas piratas, de los obuses detonantes, de la cinta trágica de las ametralladoras. Más allá del incendio. España quiere la continuidad de su cultura. Una cultura desconocida en muchos sectores, pero de tan alto valor en el panorama universal. Ahí está el pueblo para la lucha la turba ins tintiva y heroica, para proteger a pecho desnudo la retirada de la inteligencia Muralla en carne viva mientras huye el camión blindado con su carga de ensayos y me morias. Porque entre esas cuatro planchas de acero está algo que vale más que la locura del siglo. hasta más Llega a ser el que eres Ahora bien, yo he visto que hoy el problema más sustantivo de la existencia argentina es su reforma mo ral. Me irrita este vocablo moral. Me irrita porque en su uso y abuso tradicionales se entiende por moral no sé bien que añadido de ornamento puesto a la vida y ser de un hombre o de un pueblo. Por eso yo prefiero que el lector lo entienda por lo que significa no en la contraposición moral inmoral, sino en el sentido que adquiere cuando de alguien se dice que está desmorali zado. Entonces se advierte que la moral no es una performance suplementaria y lujosa que el hombre añade su ser para obtener un premio, sino que es el ser mis mo del hombre cuando está en su propio juicio y vital eficiencia. Un hombre desmoralizado es simplemente un hombre que no está en la posesión de sí mismo, que está fuera de su radical autenticidad y por ello no vive su vida y por ello no crea, ni fecunda, ni bincha su destino. Para mi la moral no es lo que el hombre debe ser pero por lo visto puede prescindir de ser, sino que es simplemente el ser inexorable de cada hombre, de cada pueblo. Por eso, desde siempre y una vez más en mis conferencias últimas de Buenos Aires, cuando anun ciaba yo un posible curso de Etica que ya no sé bien si haré proclamaba como imperativo fundamental de la mía el grito del viejo Pindaro: guenoio sos eisi Ilega a ser el que cres. De José Ortega y Gasset. En La Nación de Buenos Aires. Arrancados los elefantes de su lugar natal, aunque se amansan con ataduras y hambre primero, y luego con variedad de alimentos, con todo, no se les borra jamás el halago de la tierra que los ha criado. así los más mueren de pena, y algunos llorando continua e inmoderadamente pierden la vista.
Eliano. Naturaleza de los animales, 17.
John Keith Co.
Cosa es de gran admiración lo que escribe Solino del elefante (capítulo 38. el cual viéndose muy apretado de los cazadores, quiebra los colmillos y déjalos en tierra para que, dándoles el marfil que ellos buscan. le dejen con la vida redimiendo su vejación con una parte de su cuerpo para conservar el todo.
Tampoco será increíble lo que diré de la pelea que tienen entre sí el elefante y el unicornio sobre los pastos. Porque el unicorrio, que tiene sobre la nariz un cuerno tan duro como hierro, habiendo de entrar en el desafio con elefante, que es mucho mayor que él, confiado sus armas se apercibe para la pelea, aguzando aquel cuerno en una piedra para herir mejor con él. entrando en campo, como es más pequeño que su contrario, métesele debajo de la barriga y con una estocada que le da con este cuerno lo mata. Mas si por ventura yerra el golpe el elefante, que es de mayores fuerzas, lo hace pedazos. con todo eso, el elefante, por la ventaja que reconoce en las armas de!
enemigo, le teme grandemente. Sabida es y San José, Costa Rica AGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de escribir ROYAL (Royal Tipewriter Co. Inc. Muebles de acero y equipo para oficinas (Globe Wernicke Co. Implementos de goma (United States Rubber Co. Máquinas de contabilidad MONROE Refrigeradoras Eléctricas GRUNOW Plantas eléctricas portátiles ONAN Fresquería en general (Owens Illinois Glass Company. Conservas DEL MONTE (California Packing Corporation. Equipos KARDEX (Remington Rand International)
Maquinaria en General (James Montley, New York. Etc. Etc.
JOHN KEITH RAMON RAMIREZ Socio Gerente Socio Gerente