Fascism

REPERTORIO AMERICANO 381 calor de hogar, sin madre, sin padre cerca, crecicado como flores del camino, lejos de las manos amorosas que las cuiden. Falta aun de tragedia personal. hasta creerse que sólo un alma de recio temple puede seguir soportando tanto martirio, sus puro. quizá no se sicer esto es Seoane es un producto del gran movimiento revolucionario aprista. Hechura de su tiempo, responde a un objetivo, a una finalidad: agitar, agitar las conciencias, despertar a los dormidos y que miren y se duelan y se asqueen de la podredumbre social. Quizá no sea esto precisamente lo que se llamó arte no se sienta ante su lectura el sabor gozoso de la obra de arte. Pero es humanidad, es vida. es agonía en el sentido que le da Unamuno: agonía es lucha. esto lo que hace falta a un mundo sordo y ciego.
Agónica fue toda la literatura rusa pre revoiucionaria y agónicas tienen que ser y son todas las obras de arte que anuncian épocas nuevas de transformación revolucionaria. Porque el arte cumple una misión anunciando adelantándose a su tiempo. Porque el arte no puede estar al margen de la vida. Proselitismo? por qué no? En todo tiempo, la obra de arte ha reflejado y situado los grandes movimientos políticos de la época.
Pero si nos detenemos a mirar ya fuera de la pasión partidarista. Hombres y rejas acusa una personalidad de escritor definida.
Sólo un escritor y cuajado. es capaz de dar los trazos de observación profunda que se descubren en las páginas de este libro, de hondo y patético realismo: sólo un escritor puede describirnos los tipos sicológicos de Hombres y rejas. cada uno diferenciado del otro en sus bondas diferenciaciones e identificados en el dolor común. Son brochazos, sin mayor precisión, pero enérgicos como aguasfuertes. El sicólogo que hay en Seoane nos descubre las heridas ocultas de los pobres reclusos, que para los ojos vulgares, para la ciencia infusa de los penalistas de cartón, apenas si son vicios, degeneración, rencor malsano.
La visión fantástica de los encarcelados, el dantismo de vidas enjauladas, impotentes, engrilletados sin engrilletar los deseos, pasa por la obra sacudiendo con estremecimientos dclorosos rosos página a página El libro de Seoane carece de los defectos del principiante. Si no tiene las bellezas de un lenguaje depurado, tiene en cambio cl aliento vigoroso de su sinceridad. No es un pocta el que escribe, ni un hombre de letras. Es el protagonista de un drama clamoroso que sale a la escena.
Hombres y rejas es un sito en el large camino recorrido Señero en su austeridad de verdad. vale por lo que como documento humano representa, si no tuviera ningún otro vaior. Estoy segura que el fino espíritu de Seoane, su observación y amor por las cosas del arte, darán nuevas obras en las que tal vez sin dejar de ser por ello realistas y sinceras, esté más cerca de la belleza ΕΙ tiempo que no sólo depura, sino que serena, harán de este hombre atormentado un escritor recio dueño de un estilo.
y salió en la edad plena del hombre. Le conoci con su angustioso temblor en las manos ansiosas, y en los ojos tímidos de hombre castigado y lleno de vitalidad. Quizá si fué para librarse de sí mismo que escribió, a los diez años de prisión, un libro de cuentos tétricos, con dolor y podredumbre, con todo el cieno de los presidios de hombres, donde los castigados sufren indecibles tormentos, y donde el hombre es más lobo del hombre aún.
porque sin posible defensa de la víctima, pucde inorder en las entrañas de tranas de sus semejantes amparado por la ley. Montenegro creció en la prisión y su nombre recorrió América Eu ropa en alas de un naciente prestigio. Ahora, no sé de él. Tal vez la vida, con su rueda dentada, sigue en su monótono engranaje sin mayor impulsión. Tal vez sólo la cárcel pudo darle el tema fuerte de su obra, que no puede darle la vida, imposible más cruel que sus años de cadenas Secane se ha hecho escritor en la prisión.
Junto a los fierros morosos de su celda, a las paredes sucias de bichos, al llanto desgarrado de los inconformes y sobre todo, en la inanidad de sus 300 días y pico de aislamiento celular. Alli fue como dándole forma a su expresión, como el niño con los palotes traza lincas y a veces, resulta un genial dibujante.
Seoane escribía per matar el tiempo, sus expresiones, lo que oía, lo que observaba, lo que iba sufriendo en los días tremendos de proceso y encapillamiento. Luego, más tarde lo juntó y le envió a la imprenta y salió un libro.
Un lib:o amargo como una cicatriz en el alma.
rudo y cruel. Un libro que por momentos, escarapela leerlo. Un libro que resuda congoja, que clama por todas sus páginas, que es un grito desesperado de los que pese a todo, aún esperan. Se baja muy bajo, a los subterráneos de la conciencia para entenderlo. pero se le siente, se le ve, se palpita con él. Qué entresuelos de miseria tiene la vida, qué lejos de la belleza y el sol, de la naturaleza fuerte y sana está este libro oscuro. trágico, lleno de charcos estancados. Qué bien refleja el estado normal de un presidio, sin generosidad, sin calor humano, sin nada que de la nota reconfortante de la piedad o de la comprensión humana. Horas tatuadas de odio, de desesperación, de angustioso esperar en nada. todos los días idénticos a sí mismos, todos los días rosario interminable de rencores sin salida. Estallidos y crisis que desembocan por grados en los laberintos de la neurastenia. Juan ha sentido este tormento. Porque no es cierto que los fuertes no sufran en el presidio: no es cierto que uno sea más duro aún que el torbo gesto del carcelero, que los hierros y la soledad y la ausencia del hogar y de los seres amados. No. En la prisión se sufre con un dolor lacerante, amargo, como jamás, porque se sufre con impotencia de baldado, con rabia de galeote sujeto irremediablemente a las cadenas. llega un dia, un momento, quizá no más, en que falla la voluntad de ser más fuerte que el encierro y se aflojan las cuerdas tesantes del cere bro y a veces, se estalla en llanto o en locura.
Sólo el que lo ha vivido puede saber lo que es, con todo su cortejo de represiones, de ansiedades, de deseos, de miedo, de rabia y odio, lo que es la prisión.
Libro dislocado. salta en él hasta la lógica por momentos. No es una novela, ni un cuento. Es el relato de una etapa, ni siquiera de toda la etapa del sufrimiento de Seoane, pues más dolor bay en esa vida tan probada. La muerte de su viejita, agobiada por la pena, la enfermedad implacable de su valiente compañera, el abandono de sus pequeñas hijas, sin Por la senda de las ideas Por SANIN CANO De El Tiempo. Bogoté, de novbre de 1937 Recorrí en dos meses, como observador tre el observador y sus huéspedes ocasionales.
desconocido, seis departamentos de la Repú En esta visita de mi propio país, naturalblica al sur y al centro, y a los dos lados del mente se dirigían parcialmente mis observaMagdalena. Me detuve en varios lugares y ciones a conocer el fondo de la conciencia durante mi permanencia en ellos traté, desde nacional y sus modificaciones frente a los pro mi posición de turista ignoto, de ponerme blemas que sacuden al mundo en estos momenen contacto con todas las condiciones huma tos. Para muchas personas los acontecimientos nas. Tuve ocasión de escuchar a grandes in señalados no tienen significado, porque suceteligencias para meditar en sus palabras. Me den en ámbitos materiales o de conciencia para niezclé como uno de tantos los hombres del ellos desconocidos. El labriego ignora lo que tumulto para saber de sus inquietudes. aspi significan fascismo, gobiernos totalitarios, la raciones, desengaños y esperanzas. Esuché la intervención en España y otros temas no tan voz franca de iones desprevenidas de elementales. Se ha dicho que los intelectuales mujeres inteligentes, refinadas, y algunas de eilas, además hermosas. Pude sondear algunas de cierto origen se olvidan de sus iguales desde profesiones: abogados con el momento que llegan a adquirir nociones gesin pleitos, médicos que ejercían la profesión entre las inquie los intelectuales, sino de quienes han pasado tades de la política: ingenieros y no han establecido entre las conciencia social ha sacado de puentes calvarias capas de la sociedad el medio más efeczadas para estudiar los recovecos de nuestra tivo de comunicación que es el alfabeto. Cuaincipiente organización social y abrir las vías Icsquiera que sean la voluntad y la piedad crisenru mbadas a en u a su mejoramiento, periodistas dis una de las inteligencias favorecidas con la crctos, literatos consagrados o en cierne, chó capacidad de ventilar y hacer aceptables las ideas fcres, labriegos, levitas. hombres de experien generales, sus mejores impulsos tropiezan con cia, jóvenes convencidos de que la tienen, ne barrera del analfabetismo.
gociantes, publicanos, rentistas y hombres De cierto nivel intelectual hacia arriba las oficio gentes con quienes me puse en contacto pareConvendría que gentes en quienes grava la cen interesarse en el dolor de que padecen las onerosa carga de gobernar a los pueblos bicie. naciones del viejo mundo. Algunos nombres ran con frecuencia esta clase de peregrinaciones propios sugieren en ellas asociaciones de ideas andando despacio, excusando manifestaciones y reminiscencias de lecturas premurosas en populares, como solía hacerlo entre sus sub diarios de la capital o de provincias. La paladitos el califa de las Mil y una Noches. Los bra dictadura suscita resistencias ideológicas recibos, las fiestas públicas o privadas entur y la noción de gobiernos totalitarios, aunque bian la atmósfera en más de un sentido y al comprendida apenas a medias, inspira desconzan una pantalla opaca y a veces engañosa en fianza en cuanto presupone invasiones nefastas quienes la por el gobierno y no de