REPERTORIO AMERICANO 67 Bajo la fuerza bruta, no mente mientras se trata inútilmente de conseguir gravedad y unción. La tonadita amena, la tonadita descanso. vuelve otra vez la música a correr por la Iglesia, a buscarse en los rincories, a brincar de un punto al otro, a ponerse seria y santurrona, a bailar.
bailar. Si. Por qué no he de bailar yo?
Por qué no he de bailar en la imaginación como otros rezan en la boca solamente? Por qué no Hay que bailar esta danza mistica o pagana, hay que dejarse tocar por la música de un lado, de otro, hay que dejar que ella, crea.
ción imaginativa máxima, haga este baile que le dedico a Dios.
Viene la música por aquí, por las piernas, empuja, hay que doblar, suave, flexible, Sube ahora rastreando el cuerpo y haciendo on das resbalosas, el cuerpo se hace elástico y es ella la que mueve los brazos, la que dobla la cabeza, la que hace avanzar. Es ella la que pasando brusca de un lado, hace dar violentamente vuelta, la que subiendo por las piernas hace este salto elástico y gigante, la que tremolando de todos lados hace vibrar vertiginosamente, la que camina ahora con mi cuerpo gimnasta y duro.
Hay que suavizarse, que ablandarse, que flexibilizarse, que dejarse por ella insinuante, por ella brusca, por ella violenta, por ella es.
quiva, por ella arrolladora, para bailar, para moverse, para arrastrarse, hasta el jadeo, hasta el desequilibrio, hasta el paroxismo, hasta el aflojamiento muscular, hasta el descanso y la inercia perpetua. veces sacude duramente los costados y los pies están imaginativamente quietos en el suelo y el cuerpo gira y gira dislocadamente y luego se para de súbito: y salta luego, y se hace alado y sutil, y de nuevo salta, y se tiende y se arrastra. Es la música Por qué si otros rezan, yo no puedo bailar?
La toalla, la toalla negra que está bajo el sombrero de paja de Italia, se curviliza, linea negativa y anónima en estos días de sol y todo se va el sonido. el sombrero paja de Italia, la toalla negra y anónima, dejando el bueco a la luz que vuelve a sentarse en las bancas, que vuelve a arrodillarse en los reclinatorios, que vuelve acostarse sobre el mosaico y a sobarse contra las molduras doradas del altar mayor.
Mejor es ciertamente que se halle regido el mundo de leyes sabias y de opinión pública ilustrada, no de diplomacia clerical: pero más vale todavia estar bajo el gobierno de diplomacia clerical que de la fuerza bruta, y por prelados como Dunstan que por guerreros como Penda: que sociedades sumidas en la ignorancia y dirigidas únicamente de la fuerza fisica deben regocijarsc cuando clases cuya influencia es moral e intelectual se sobreponen, predominan y triunfan de la materia; pues si bien es indubitable que abusaran estas de su poder.
el moral. aun cuando lo ejerzan sus depositarios de la manera más abusiva será siempre infinitamente mejor que aquel ejercicio del poder que consiste sólo en la fuerza fisica. Leanse historias de tiranos en las crónicas sajonas, los cuales, después de haber llegado al apogeo de la grandeza, devorados de remordimientos comenza ron a mirar con horror las pompas, placeres y dignida des adquiridas de una manera criminal y que no satis fechos con abdicar la corona, imploraron por medio de crueles penitencias y rezos continuos el perdón de sus iniquidades. Lord Macaulay. Historia de la Revo lución de Inglaterra, tomo Bib. Clási ca. Madrid. 1923. Dios proveerá, hijo mío que baila me he acostumbrado pensar en aquel me dio verso de Virgilio que comentó Ambrosio de Mora les. corifeo de la historia de España. Dice el medio verso Fata viam invenient, que es como decir, los bados hallarán camino, la Providencia guiará. Dios conducirá su criatura. este respecto dice Morales. Cómo es posible que un gentil bable con toda esa fe y con toda esa esperanza y como es posible que yo, bautizado y matriculado en la grey de Cristo, no escoja aquel pensamiento como norma de mi conducta? Si, por os curos que se presenten los caminos de la vida, la to en la Providencia nos salva. cosa rara! ese pensa miento del vate inmortal, trascrito en el diamante de sus versos era también, sin que ella lo supiese, un pensa miento que repetia mucho una de las criaturas más humildes que conoci y cuya imagen y cuyo recuerdo guardo en mi corazón, aunque este no sea suficiente a resguardarlos contra la insania de los hombres. El pen samiento de ella solia ser: Dios proveerá, hijo mío Ese nombre. ese nombre que tenemos que hacerlo nuestro es el del Dr. Marcelo Alvear, a quien tambien le ha tocado la humillación de los perseguidos, de los calum niados, y ha visto en las cárceles a la vez que vergon zosas traiciones humanas. la iluminación de corazones llenos de belleza, de jóvenes, de niños que saben que el hombre es un ideal. Soldado entre soldados de una causa, ha visto como el pecho de un adolescente desafiaba todas las amenazas, todas las torturas por una lealtad, y como el abuso cede a todas las crueldades, a todas las injurias, para alentarse a sí mismos, los que se creen fuertes y tiemblan de desdicha bajo insolentes máscaras de poder. Ha visto criminales calificados, y muchedumbre de pequeños cobardes. Oh qué gran lec ción para un hombre. Juan Filartigas. Arandú Montevideo 1936. De Marco Fidel Suárez, en los Sueños de Luciano Pulgar)
CARA CRUZ Los circulos y ate neos, peñas, grudas Padres y filosofos nubes, se destacen al comuro diurna cru cita de sal ática yotra de cenina de Escasis.
pensa que improvisan las Cum grano salis Madera de de Artiñano.