Anarchism

138 REPERTORIO AMERICANO Luis Cardoza y Aragón Por FERNANDO BENITEZ De El Nacional, México, DF La poesia es la única prueba concreta de la exis Tencia del hombre Curdoza y Aragón sia y también las constantes armoniosas y profundas de su obra.
La evolución mejor dicho la liberación aquí se cumple definitivamente y alcanza su madurez creadora.
Es dificil explicar una determinación se mejante, los intimos y escondidos motivos del por qué se rompe con una sensibilidad y sc adopta un nuevo género de expresión en arte nia.
VI. ADOZ En 1925)
La vida libre de lazos y ataduras del artista, cuya mejor y más trascendente ocupación es hacer poesia. no en función de presente, sino de eternidad, podria ejemplificarla, iluminandola. la vida de Luis Cardoza y Aragón.
El ha cumplido su sino y lo ba llevado sempre con la alegria serena del predestinado.
Podría alegarse que su juventud es un obstáculo para los fines del ejemplo. Pero en esLe caso. informando toda su vida, como la sal. gre que corre debajo de la piel. una vocación la ha permeado por entero, cargándola con la esencia secreta de las vacaciones extraordinarias.
Más que una biografia de actes, de momentos, nos interesa hacer aquí una biografia de ideas. De esas ideas que son en ciertos hombres las constantes invariables de su acción. Cardoza sólo ha tenido una constante: la poesía, en el pasión y norma de su vida.
Sus ideas están colmadas de esa alta inquietud. y sobre los actos cotidianos, al grado que aventuras y andanzas palidecen ante el res.
plendor de su vocación, se encuentra siempre su poesia.
La poesía es, pues, en este caso, la prueba certera de la existencia del hombre, y el que pretenda fijar los rasgos salientes de su personalidad tendrá que recurrir a ella y juzgarlo en función de su temperamento, olvidado de cualquiera otra secundaria preocupación.
Nace en una ciudad ilustre: Guatemala la Antigua, y a los 17 años inicia su peregrinación, yendo a París a estudiar medicina por satisfacer un interés de familia.
Naturalmente en los dos años que permanece en la Facultad no estudia medicina sino que hace poesia. Al fin ocurre lo inevitable y se decide a romper de una vez por con las influencias ajenas a su vocación dedicán.
dose por entero a lo que va a constituir la actividad preferente, casi podríamos decir exclusiva del hombre.
Es su primer rompimiento y ya lo tenemos moviéndose por cuenta propia, sin ataduras, sólo con su inquietud y su pasión en el ancho campo del mundo. Está ruptura señala la sus nuevas actividades Desde entonces, estará siempre solo se ga nará la vida escribiendo, sin importarle gran cosa la comodidad. atento únicamente a las mil influencias, caminos y voces que Paris ofrece a un poeta extranjero de veinte años.
Vive el Barrio Latino, el Luxemburgo, suscrito a dos célebres librerías que le proporcionan las últimas novedades.
Se pasa las noches de claro en claro y los días de turbio en turbio, no a la manera de Don Quijote, sino en otra más parisina, aunque mucho menos edificante, Escribe sus primeros poemas: Luna Park.
Maelstrum. La poesia es la única preocupación en esos libros donde ya se advierte el sello personalísimo del artista, el aire y el to no de su obra restante, el juego y el refina miento característicos en el que son al final el desprecio de todo refimamiento Baudelaire. Laforgue, Raimbaud, Isidore Ducasse son el antecedente cercano de su poe Las mismas palabras de Cardoza serviran para entender el secreto de esta reacción con tra el academismo, contra la estilización que personalizaban cumplidamente en América Dario y Chocano Es que para él. el momento fué siempre original, siempre revolucionario, está en su propia naturaleza y no en el requerimiento de la época. Su manera de ser se encuentra organizada con no sé qué extraña sobera En la esencia misma del gran artista esta el ser revolucionario, aprovechando el momento presente, sí, pero sin condenarse a su Imitación, cargada con la extraña virtud de!
sentimiento que salva la muerte con la sobe rania austera y magnífica de lo trascendente. cuando no se es original, es inútil que se pretenda serlo. Lo Lo mismo podría decirse del que pretenda darle un significado revolucionario a su obra cuando no lo tiene. Lo original casi siempre revolucionario es virtud propia y Luis la posee como don sobre natural y distingue todos sus menores es critos.
Lo característico en el. es ese deseo vivo y sincero de entender el presente, una gran inquietud por todo el arte occidental y un afán de conocer, de revisar. de encontrar sugestiones y caminos, confirmaciones de to das sus ideas torales, en ese momento de su vida todavia imprecisas, pero ya pujantes y henchidas de fuerza Así vive en Europa, viajando por Italia.
por Francia, por España, estudiando arte, visitando museos y galerias, familiarizándose con hombres y rumbos. teniendo oportunidad de rectificar sensaciones y apreciaciones. su vuelta, se da en él: el caso estrafalario del americano que regresa americano a América, después de una larga permanencia en Europa. la la inversa de lo que pudiera creerse.
del generalizado concepto que se tiene de estos descastados. Cardoza, mientras más año pasaba en Europa más americano se sentia.
ano en un nuevo y original aspecto: verdaderamente americano La nueva sensibilidad. la suma de experiencias acumuladas, lo hace ver con raro juicio que lo que llevamos realizado en América, la obra hecha, es en verdad muy poca nuestra. Todavía nuestra voz no está limpia de mixtificaciones, no alcanza su genuino sonido y la rara calidad que debe serle propia Para el hombre que entiende que la debi.
lidad de México sigue siendo el folklore y que el folklore le ha impedido crear un arte nacional, y en cuya obra no se encuentra lo que se tiene por típicosarape, nopal, chaO es indudable que se le mire con desconfianza, que se le tome por una especie de anarquista de lo sagrado tipico y lo pinDe la política como un apostolado El espectáculo actual del mundo obliga al observador a preguntarse si para preparar una nueva edad no se necesitaria primero más mártires del amor al projimo. Los hombres que adopten la actitud politica que he intentado indicar aqui, tendrían de todos modos la seguridad de ser detestados por uno y otro extremo. Lo cual no prueba que estén equivocados. Imaginémonos una hermandad po.
litica de hombres decididos a volver a tomar con modalidades distintas, en cuanto que deben recurrir a medios de guerra, los métodos traspuestos al or den temporal. de los cristianos de otra época y de los apóstoles de todos los tiempos. Usan, ante todo, medios que hemos llamado aqui medios de edifica ción orgánica, esforzándose, por ejemplo, sea lo que fuere de las disputas de los partidos por el gobierno del Estado en crear en el pueblo órganos y modos nuevos de vida política y y económica.
Pero no sólo emplean todos los medios ordinarios que la legalidad pone a su disposición y que, en rigor, no son medios de guerra: cuando es menester.
hacen la guerra por el sufrimiento voluntario; practican la pobreza, aceptan las penas infamantes, salen a en cuentro proclamando la verdad a todo trance, negándose en ciertos casos a cooperar en la vida civil o tomando iniciativas al margen de la ley no para desorganizar el Estado o ponerlo en peligro, sino para obtener la abrogación de una ley injusta, testimonio en favor de un derecho, imponer cambios reconoci(Concluye en la página 1. la norma de