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REPERTORIO AMERICANO 195 Carta alusiva de nuestro decoro azota a España, que si no es la Abisinia Blanca, si es la que está recibiendo de la barbarie fachista internacional un trato abisinio, infamante, cruel, inmerecido, que no podemos ver en calma los que en todo tiempo hemos luchado por los intereses de la cultura hispánica en nuestra América, que son los de la justicia civil, la libertad y la catolicidad de la cultura. Arriba la Democracia!
Créame siempre suyo afectísimo, nos de la policia el que pone en maJ. García Monge escritor que que adversa este Los Castigos, de Victor Hugo las naciones presencausa de los San José, marzo 20 de 1937.
Sr. don Otilio Ulate.
Pte.
Mi estimado amigo: pensaba guar.
dar silencio, pero hay cosas que mueven y conmueven: la carta de Eladio Prado y su comentario de hoy. En ambos se me alude.
Eladio siempre ha sido un buen amigo, calidad rara en Costa Rica. De los buenos amigos que a veces halla uno al pasar por los colegios. Muy raros, repito. Aquí, casi siempre, las amistades son caninas. Yo he visto a varios de esos que se decían mis compañeros en las bancas del Liceo que al coger el mando, no han hecho más que perseguirme. Antes con los Tinoco, y ahora. Yo estoy seguro de que si Eladio llegara al poder no haría eso. Seria hombre de gobierno, educable por lo tanto, pero no hombre de mando. Por que una cosa es gobernar y otra es mandar. Por eso yo dije antes de los que llegan a coger mando. Para saber de sujetos ruines, déseles mando. Eladio es un hombre decente y tiene de la amistad un noble concepto que lo enaltece.
Sus palabras de adhesión de hoy no me sorprenden: en un hombre de su calibre moral son naturales. Discrepa en ideas, pero es respetuoso con las mías, con las ajenas. Yo también lo soy con las suyas. Ha sido por temporadas suscritor al Repertorio. Lo deja Deces. Sa cerdotes costarricenses también he teni.
do, y tengo, como suscritores.
Por sobre ideologías distintas. Eladio ha sido siempre el amigo de la mocedad; afectuoso, atento. Acude, como el buen amigo, en las horas de duelo, de duda, de peligro y de congojas.
Es amigo generoso. No me cansaría de elogiarlo. Lo salva, nos salva, un claro sentido de la tolerancia, una serena comprensión de la convivencia civil, de la amistad, que puede mantenerse linda esto es, limpia junto a la divergencia en las ideas. No tienen por qué desunir o enemistar las ideas. Buenos amigos, y con ideas distintas! Por eso la eterna, la ejemplar antigüedad griega enalteció y cultivó en los jóvenes a un tiempo, la amistad y el dia logo: discutiendo utiendo, que no disputando, dos pueden ser amigos buenos. Eladio y yo lo somos.
Buenos amigos sin pensar del mismo modo! Hoy, asi en público, le doy las gracias por lo que ha dicho en mi favor. usted le aplaudo el empeño en defender como periodista el régimen de opinión. Que haya libertad de prensa y que las gentes puedan discutir. Eso ha sido la honrosa tradición política, civil, de Costa Rica que tanto nombre le ha dado en el exterior. En tiempos mejores, el Sr. Ministro de Italia o uno de sus adláteres. si sabe escribir pa.
ra el público, si tiene ideas y coraje, acude a los periódicos a la prensa libre, a defender a su Señor duce, y a su gobierno. Las gentes leen, compacom ran, reflexionan, estudian y así el fachismo gana o pierde adeptos, según las razones sean convincentes, simpáticas, o no, en Costa Rica, o donde sea. Pero ahora estamos bien con esa ley arbitraria y reaccionaria el régimen de opinión. Vamos a tener, como en los tiempos aciagos de la tiranía, que salir a defender las ideas con el lá.
tigo en la mano. Ahora basta una quejita de un diplomático de los acreditados por acá para que la ley le caiga al periodista, o aquel régimen político. Esto es, los gobiernos arbitrarios que allá en dominios amordazan la prensa. aqui, por medio de la ley Gurdián (siento tener que así, por su nombre) extienden la mordaza a Costa Rica. les resulta cómodo a los interesados, porque no hay que aclarar, no hay que discutir, no hay que defender a los amos; para eso está la citada ley, que calla la pren.
sa y que lleva a la cárcel a editores y autores. Pero los que me conocen saben wah que eso será en vano respecto de mí.
Soy hombre habitualmente modesto, callado, pero cuando me tocan el punto de honor, nadie admito por encima. He hecho una cuestión de honor com como in telectual, como periodista y editor combatir al fascismo y lo batiendo noche y día con mi tenacidad acostumbrada. Pueden lloverme mil acusaciones y nada me hará desistir del inquebrantable propósito. Sólo la muerte podria privarme de combatir esa monssidad política que se llama el fascismo, el azote más terrible que la cultura he hallado en el mundo. En nombre de la cultura, por Costa Rica, por España, por nuestra América, por los varones de la inteligencia que también lo son del dolor hay que combatirlo sin gua Hoy, mañana, siempre, en tanto sea una amenaza para el mundo civilizado. en eso liberales y católicos cuando son vigilantes tenemos que andar juntos. Nada más funesto para los intereses esenciales de la religión que el fascismo. Pero de eso ya hablaremos; ya habrá tinta y papel inagotables para combatir el fascis.
en el Repertorio Americano Haría bien el Sr. Ministro de Italia en a este semanario, a fin de que ponga al tanto de lo que se irá diciendo Por Croce, por Ferrero. Don Sturzo, por tantos italianos ilustres, des y perseguidos por el fachismo. que los ignorantes no pregonen por ahí que se trata de liberos libelos, de pasquines. Jamás lo ha sido el Repertorio. la Italia eterna celestial como antes decía Unamuno de su España en sus educadores y santos, poetas y estadistas, pensadores y artistas, en sus libertadoy mártires, la he honrado admirado siempre en el Repertorio, y seguiré admi.
rándola y honrándola. No así a la Italia que ha engendrado y sustenta al monstruo del fascismo, eso que ahora en lo mas entrañable de nuestro amor y Podrán pasar los años y cambiar los gustos: de la corona del poeta caerán hojas que aún hoy están verdes: el li.
bro de Los Castigos no morirá. Donde quiera que haya hombres abrumados por el peso de las injusticias sociales y pueblos domeñados por la brutal pesadumbre de ia fuerza: donde quiera que el hombre de recto corazón vea erguirse triunfante al crimen, fo tuoso en sus caminos, y las cien los largos eclipses que pueden sufrir la ley y y la moral, los versos del poeta desterrado, del patriota fiel a la de los vencidos, se repetirán de en boca para bañar de fortaleza los corazones. Ellos enseñarán a todos los oprimidos la fuerza oculta, pero incontrastable, del derecho: el triunfo final del bien contra el mal, de la inteligencia contra la pasión de la libertad contra el despotismo; y les harán repetir su invocación sublime: Resonad, resonad siempre, clarines del pensamiento, y las murallas de la iniquidad, los alcázares de la injusticia, se hundirán al cabo y por su propio peso en los abismos (De Enrique José Varona, en Discursos y Conferencias. La Habana. 1936. Cuento español Haciendo examinar a un hombre pobre y chiquito.
pidió que le leyesen la obligación, y leyendosela, como obligaba su persona y bienes, respondió. Asenta, señor, que ni tengo persona ni tengo bie nes (Lo cuenta Garibay)
mo en suscribirse se terrados engreidos El rumbo es éste.
También los marineros y pilotos de Vasco de Gama se insubordinaron, cuando se vieron entre mar y cielo, lejos de les costas, en la travescia por el Océano Indico, entre Mombaza y Calicut. El noble capitán reunió en consejo a los pilotos de In escuedra a bordo de su nave. Todos acudieron. En un lado del combés puso los nonios y los mapas, y en otro, montones de grilletes. Cogió los instrumentos y los papeles y los arrojó al mar, y la India oculta, les dijo: El rumbo es éste y el piloto es Dios. Había colocado allí los grilletes para encarcelar a los incrédulos en las bodegas del buque. La refiere Oliveira Martins en su estupenda Historia de la civilización ibé.
rica. Edit. Mundo Latino. Madrid. señalando res y u