Civil War

36 REPERTORIO AMERICANO causa de el destierro. La podremos calamidad actual que olvidar fundaque están a mil millas de distancia de la Puerta del Sol y como una vez entrada una idea en el cerebro español germina y se metamor.
fosea con su extraordinaria imaginación, no hay duda que los que regresen volverán enriquecidos con esta tremenda experiencia.
Acaso el tener que ir a Flandes, el verse empujados hacia América, fueron la de que en el siglo XVI los españoles llegaran a un grado de originalidad y de cultura que les hizo el primer pueblo de la tierra. Hubo entonces contacto con la realidad unas nupcias del alma española con el mundo real. Quién sabe si ahora, más viede cuatrocientos años, no celebrar las bodas también de España con la vida moderna, provocada por la actual revolución.
La carencia de ideales prácticos y aun de información de lo que ocurría o iba ocurrir en el mundo, en los intelectuales españoles, pobablemente la causa primera del actual desastre. El regifugium fué un milagro del cielo; la dinastia escapó sin luchar: no hubo guerra civil para imponer la República ni el dictador Primo de Rivera fue cruel con los disidentes obligándoles a emigrar. Los enemigos de aquel predictador quedaron en sus cátedras; se les fastidió con mul.
prisiones benévolas; sólo en casos muy especiales se les deportó.
La emigración revolucionaria preparatoria de todo régimen nuevo puede decirse que no no existió en España; los que la constitución republicana no habían pasado por la gran escuela del destierro. asi salió ella! Impracticable. no por avanzada, sino por anacrónica, anticuada; un vegestorio de ideologia del siglo xix, disfracon algunas frases tomadas al azar de lo que había llegado en libros al través del Pirineo.
He aquí sus resultados: En cinco años: 13 gobiernos; 200 ministros, tres elecciones generales para parlamento y éste dividido en 27 parti dos, un presidente de la república depuesto sin prueba ni juicio. viva la constitución! Se dirá que más vale ésta que estar sin constituconstitución como amenaza ahora. Si: pero de hacer una constitución vale más hacerla buena que hacerla mala y si se hace en el siglo XX que no sea de tipo del siglo XIX.
tinos la conspañía de los escapados debilita en lugar de enardecer. Debajo de los sauces de Babilonia se sueña en lugar de pensar o de tra.
bajar. La literatura apocaliptica se empezó por aquellos desterrados en grupo que imaginaban que todo cualquier cosa. hasta el fin del mundo, devorado por llamas del cielo, era preferible a continuar alejados de la Jerusalén embellecida por los espejismos de la lejanía.
Este no es el caso de los españoles en la crisis actual. Ya por ca.
rácter son individualistas y en el presente conflicto son de matices de opinión demasiado divedgentes para asociarse en el derramará, pues, por el mundo, una gran parte de la intelectualidad idad española y América se se beneficiará de la la presente diáspora. Es inevitable. Pero no hay que el axioma mental de la mecánica de acelerar la cultura de un país en vías de progreso: No por importación de maestros sino por exportación de estudiantes se consiguen los máximos resultados. Es la emigración escolar, son las becas de pensionados al extranjero las que a pesar de su gran pérdida producen el mayor beneficio. Si; pérdida la hay, muchos no aprovechan, pero siempre sale más a cuenta que importar científicos. este propósito recuerdo que una vez hablan do con don que era entonces ministro de educación, éste se distinguido de Norte América: Habló tres veces, me dijo, delante de enorgullecía de haber podido importar a México el pedagogo más mil maestros. Yo le interrumpí. No cree usted, querido amigo que hubiera sido mejor hablara durante todo un año a tres mexicanos?
Hubiera igual y estos tres, al regesar, hubieran difundido lo que explicó el norteamericano, guisado y servido en bandeja mexique hay ventajas en tocar al santo, oir al oir su voz con el acompañamiento del gesto; pero al sabio, como al santo, hay que verlo en su medio, rodeado de su ambiente, con sus satélites o discipulos, en su casa, en su cátedra, no en el estado de confusión que procura un viaje. Porque el sabio, como el santo, al fin y al cabo es también hombre y recibe de los que va a visitar una influencia acaso mayor que ellos esperan recibir de su visita.
tas hicieron costado cana. Ya sé Stan hombre, Dos poemas breves de ROSA ELVIRA ALVAREZ Envio de Maldonado. Berkeley, Calif. 23 de junio de 1937 En los Angeles de California, Su juventud canta en la noche de esa ciudad, vive Rosa Elvira Al su angustia con los acentos de Delvarez, poetisa panameña, mujer mira Agustini hacia la cual se acerde 23 años, poesía toda ella. Vive ca en su hambre de misterio y de vida.
y muere en la ciudad extraña, leNos ha enviado la joven poetijos del paisaje nativo, del guayasa panameña dos breves poemas bo, del tamborito, del canto de la y por ellos le auguramos un franjagua y de la palomita Titibu. Su co éxito. Panamá debe sentir el voz, de delgada nostalgia, se va orgullo de esta voz nueva, y más hacia su Trópico, toda lágrimas. aún su ciudad natal, David.
Llevo una angustia en los ojos y otra más honda en el alma.
Hoy, en lomos de un deseo he llegado hasta tu playa: cabalga la realidad, la realidad tan amarga.
De tanto cruzar los mares ya no mido las distancias: me echo a volar otra vez goteando vivas mis ansias.
MAR TU ROGELIO MALDONADO NOSTALGIA Llevo una angustia en los ojos esmeralda de mi patria, y otra más honda en el alma Panamá que yo recuerdo por haber visto estos cielos pequeña y enamorada y estos mares verde plata.
de los crepúsculos rojos, Las manos las traigo pálidas sensual, joven, extasiada, y largas por la nostalgia, con el traje a la rodilla gaviotas de picos rojos y una cesta de guayabas, sin un hogar ni una patria.
mostrando los dientes blancos Tras esta sonrisa dulce y una cintura delgada.
hay otra sonrisa amarga, Ciudad, cabellera al sol, por las sales de otros mares ciudad, música lejana, y espejismos de otras aguas.
pe nándote descuidada De arañar tanto el recuerdo entre abanicos de palma: las uñas llevo gastadas, cuando yo te vuelva a ver la soledad ha vestido estaré ya tan cambiada.
de blanco todas mis lágrimas.
Ha en mudecido la alondra Quisiera volver a veros porque se rompió las alas.
Esa línea verde allá en la distancia que separa el cielo del mar verde plata.
Esa estrella eterna que parece un alga bañándose quieta en esta copa ancha.
Tú y yo perdidos sobre espacio y playa, las velas lejanas, las gaviotas blancas. no conmueven tu alma?
No, porque mis ojos ven y no ven nada, y la estrella es vieja y la mar es agria, y esa línea verde no es verde ni es larga; yo no siento nada, tan sólo me acuerdo de aquella voz blanda que en la tarde quieta me llamó su amada.