40 REPERTORIO AMERICANO Juan Ramón Jiménez en Puerto Rico raria Juan tenido el santo el santo privilegio de ce nocer al manso poeta de faz una cartita la.
niñitos, cientos, Por PEDRO JUAN LABARTHE Envio del autor. Ponce, Puerto Rico, junio de 1937 Fue cola de miel la que dejó el pareció que con la suavidad de poeta andaluz por tierras antillasus ojos hacía el milagro de dar nas. Los corazones se volvieron apacibilidad a los campos. Yo hapanales. Su visita a la isla de Puerbía visto esos parajes antes pero to Rico inauguró una época liteun instituto los niños y a nunca tuvieron el brillo y el va lor como cuando anduve con Juan la poesía. Fue él el fundador de Ramón: por eso más creí en el enet semana de la poesía y de la niñez milagro que hacen los poetas y que se habrá de celebrar todos los sólo los poetas genuinos como lo años y por siempre y en ese día es éste. Supe lo que era acompañarpor años y años años al recitarse poe.
se por un dotado. Las campiñas sías y regalársela a los niños un parecían estar pletóricas de belleza libro se recordará al poeta de las y los girasoles como que se olvi.
tierras de sol y claveles, noble audaron del astro rey para hacer utor de Platero y Yo.
na reverencia al divo.
Inició una escuela poética porYo contaba los minutos y pen.
que toda la juventud que ahora saba en su partida con tristeza, ase levanta de los catorce a los ve nsí como el que ve irse al sostén te ha saboreado las poesías de De izquierda a derecha: Zenobia Camprubi espiritual. Le acompañé a todas Ramón, las ha leído y se de Jiménez, Florencia Quilinchini, Juan Ra horas y lo lleve a la escuela pales ha interpretado. Además han món Jiménez, Iberia de Mier, Leontina Cam ra que saludara a un niñito de prubí y Pedro Juan Labarthe.
sexto grado que le había escrito manso poeta de de desde Ponce a Rio Cristo andar milagroso como Piedras pidiéndole una fotogca.
por las aguas del mar sin que los había visto matrimonio más per los esposos por los campos de fía y enviandole recuerdos a Pla ruedos de su pantalón se hume fecto y complementario. Zenobia Ponce, por las calles de la vein tero si era que tenía otro Platero dezcan. Su visita, la cual se pro.
es el acme de la complacencia, del dad. El pueblo le recordaba a por España. Anuncié su visita a longó par varias semanas, hizo agrado, de la comprensión. Suave Córdoba zalamería de la la principal de la escuela y salie que la islita de Agüeybana se con como terciopelo, alegre como cas. gente, la alegría, los jardines y con todos los al virtiera en feria poética, en fiesta cañuelas asi dando contraste a la las mujeres a toda Andalucía. patio a recibirle. Fue un cuadro de colores pues todos los poetas quietud y al silencio olímpico de sí es todo Puerto Rico, una parte bíblico. Jesús entre los niños. El ieron a cantar al padre poeta. su esposo, Zenobia estaba más ale de esa tierra gitana. Villaespesa la los acariciaba con sus manos lar.
Se tocaron todas las gamas y lue gre que nunca en Puerto Rico. cantó y no tuvo remordimiento gas y finas y jugaba la alegría go cantó él y entramos todos en Ella lo decía. Su alegría estribaba cuando su primogénito nació en en que Ponce fué la cuna de sus en sus ojos lángu dos y soñadores su coro.
Yo tuve nuestra tierra de sol y flamboya. pero también vi lágrimas. Juan más grande de padres de su adorable hermano nes.
Ramón y Zenobia acordaron de las suertes, de estar algunas horas José y aquí después de años consi. Yo observaba con reverencia a los veinte y cuatro niñitos que al lado del lama y de su esposa guió primos, muchos prinos y Juan Ramón y esperaba que sa ellos habían recogido de las calles aquí en Ponce. Ya desde la Uni hasta pinturas al óleo de su ma lieran sus palabras como el que de Madrid y que albergaban en su versidad me habían escrito lo ca dre y abuela. Juan Ramón tenía escarba y busca pepitas de oro en residencia. El dinero que sacan de llado que era, tanto así que pa que casarse con una portorrique. las minas. Por lo general soy par las conferencias es para esos niñi.
recía estar en oración poética to ña. Ya en Platero y Yo habla de lanchin. su lado fuí un mudo tos huérfanos, víctimas de la guedo el tiempo, como un monje su novia portorriqueña que no es todo ojos y oidos. Yo quería oírle rra fratricida que asola a la patria un denobita que entrara pronto Zenobia, sino otra que tuvo en cantar al mar, a las montañas, a hispana.
con camándula en mano junto a su juventud. Por estas tierras 1ro los árboles y a los niños. Pero es. Por lo general los niños son tí.
una ventana de un monasterio en picales sentia ansias de pasear y taba él tan empadado de emoción midos y mucho más después de la montaña azul. Pedreira y Car mucho más después de la unión que gozaba verlo todo y luego se lo haber oído de labios de los maesmen Alicia me lo pintaban reacio a con Zenobia.
llevaba todo impreso en el cere. tros los grandes méritos de una aparecer en público y mucho me Al día después de su conferen. bro para gozarlo de lejos muchas persona puesta en pedestal intonos a que hablara aun en reunión ca un grupo de amigos sacamos a y muchas veces y cantarlo. Me cable. Juan Ramón tiene la atracde no más de cuatro. Yo enseñaba ción natural que tiene Tagore. Al su obra en las aulas y mis discí.
poeta hindú le recuerdo muy bien.
CERVANTES SE PINTA SI MISMO pulos estaban desesperados por Estuve a su lado en Nueva York verle oírle. Pocos, muy pocos entienden senti su magnetismo. Así lo sin la sabiduría del silenEn el cautivo Saavedra. véase la comedia El trato de Argel) Cery vantes se ha pintado a sí mismo; se ha pintado, no obstante, bajo tieron los cio, la elocuencia de sólo la pre.
se arremolinaron a su alrededor, seguros de que reci uno solo aspecto y quizás bajo un aspecto que, más bien que el de su senca. Por fin después de va.
naturaleza, era el de su voluntad. no hace otra cosa en la comedia el birían una sonrisa de miel, una ca.
rias cartas accedió a venir y dicricia de padre. Cuando se despidió tarnos una conferencia a los socios cautivo, que pronunciar algunos discursos, muy sosegados y muy conceptuosos, para incitar a los compañeros de infortunio a la forta le dijeron un adiós franco y amode la culta sociedad ponceña Pro roso: Adiós Juan Ramón, que leza de alma y de religión, y ni siquiera le consiente a uno de ellos Arte. Su tema: El trabajo gustoque se finja renegado para pasarlo mejor y salvarse, pues recuerda, vuelva pronto.
80. Alfarería, filigrana de un an con palabras evangélicas, que Cristo no toleró el fraude ni cuando de De igual modo se despidió todo daluz diestro y fino. Conferencia el proviniese la salud del mundo; ahora bien: esta actitud es propia Puerto Rico. Deberíamos dar que apareció luego en una de nues. de la humilde voluntad Cervantes, que, como digo, queria alla gracias a la guerra por habernoslo tras revistas y fué el número que narse a la opinión consagrada de sus gentes pero no es genuina de enviado al igual que a don Ra.
más se vendió de esa revista desde su modo de ser, lleno de indulgente bondad; estimo más genuino de món Menéndez Pidal? Tendríaque fue fundada.
Cervantes que en trance real parecido hubiese facilitado el alivio de mos que creer en los martianos que Debo advertir que las cartas no los demás aun a costa de la entereza de las doctrinas. Cervantes era dicen que la guerra no es tan ma.
eran contestadas por Juan Ramón más biológico que intelectual; en Lepanto y en el mismo Argel probó la como se le pinta. Hay quien sino por su amable esposa, Zeno. a abastanza que no prevaricaría en sus principios honestos por sel se beneficie de ella. Los hijos de bia Camprubí, la fiel traductora varse personalmente; mas también prueba toda su vida que no con la España grande andan desparrade Tagore y hermana de José duciría a la muerte a los hombres por una idea.
mados por la faz de la tierra con Camprubí, propietario de La (De José Gabriel en Las Semanas del Jardin. Edicio corazón arrugado.
Pensa de Nueva York, Nunca nes Ercilla. Santiago de Chile, 1937. Pasa a la página 46)
la niños