FascismImperialism

REPERTORIO AMERICANO 261 No es dolor de España: no: duele el hombre Imagen del Tiempo una liga para evitar el dolor al hombre. entre los hombres, están los españoles. No Por LUIS ALBERTO SANCHEZ parcelemos nuestra piedad, ni nuestro voceado dolor. Que nos duela hasta los tuéta Envio del autor. Santiago de Chile, agosto 1937 nos la injusticia y la opresión, y entonces veremos cómo se nos aclara la perspectiva y Cuando murió Unamuno, la prensa di qué? Los que sentimos en carne propia el no volvemos a proferir gritos de comparsas fundió un artículo firmado por Ortega y drama que es anticipo del nuestro, no pode ópera bufa ante un drama que pide EsGasset, en el que decía: Unamuno ha muer demos contemplarlo sólo para lamentarlo quilo y no Verdi, Shakespeare y no Muñoz to de dolor de España. Desde entonces a o proferir alaridos, por bien entonados que Seca. Acrisolemos este dolor con lo que hay muchos les duele España pero no mue sean. Tenemos una misión más alta los de más perdurable en el hombre, la lealren de tanta angustia. Unamuno se fué, sin hombres. Los profetas siempre fueron pocos, confesar cuál era la esencia de su dolor: y sus cánticos, augurios y elegias no logratad. lealtad para con los demás y para con que España no es dolor en sí, sino pista en ron torcer el rumbo de la historia que hanosotros, para con hombres y principios donde el dolor impersonal por ser cósmi cían los otros, los que lograron las oscuras y entonces no tendremos duda sobre el co. corre parejas con el resurgimiento. masas creadoras. Nosotros pertenecemos a puesto que nos corresponde en la lucha del No, no es dolor de España lo que nos éstas. nuestra preocupación mide la tamundo. Porque si nos duele España, y soagobia. Ese dolor, el de nuestras cuitas, tie rea realizada y la por cumplir, mirándose mos aliados de autocracias, oligarquias e ne raíces que, hundidas hoy en España, en el espejo de España, tremenda objetiva imperialismos, es que, en realidad, somos perforan mares y tierras. Lo que duele es el ción de nuestros vicios y virtudes.
reaccionarios y tardigrados embozados, y lo hombre. El hombre sanudo e injusto, opre Aquí, en América, hay gentes con do vinico que nos duele es la vigencia de la sor y agresivo, que, automata obediente a lor de España que todavía reciben alboro rebellón salvadora en el fondo del hombre intereses ajenos, se unce al carro de los auto zados a los que paqueaban desde las casas limpio y consciente, allá en España ante la cratas y se presta a prolongar su propio madrileñas al pueblo heroico y, luego, se muerte del campo de batalla, aquí en Indocautiverio. Lo que duele es la desigualdad auparon en las legaciones defendiendo la américa, frente a la muerte en la celda os.
y la pasión baja. No el hombre de España, vida de cualquier modo. Para, luego, lucir cura y en la persecusión taimada e incesanni el drama español, que en alguna parte balandronada y poñez por estas tierras, te iba a estallar, y en todas partes atraería a la ayer de conquista, hoy pares. esas genMidamos nuestro dolor de España, con agazapada fiera fascista tes, de tan singular dolor de España, no nuestro dolor de hombres. Será homenaje a Que no les duela más España a los reparan en que así están fomentando otro España y a nosotros mismos. por sobre hombres tiernos y a los emboscados. Que dolor más cercano, en que su sordera crea todas las cosas, una concepción armónica, les duela el hombre y que traten de que la otra tragedia más inmediata, y en que el total y definitiva de un malestar que llega tragedia no se extienda. Pero no por neu mundo americano madura para el drama en ya a su climax, que no puede seguir sin tralidades absurdas, sino por la intervención virtud de la sordera de estos compasivos de estallar, sin poner en descubierto, a sol y en su punto. Que este mal del mundo no se lo que no pueden remediar, pero ciegos pa podre, esta llaga viva que nos quema y socura con cafiaspirinas de neutralidades, si ra lo que está ante sus ojos.
brecoge, invitándonos a la salvación o a la no que requiere operaciones heroicas, muti Formemos, señores del dolor de España. mierte.
laciones espantosas, pero salvadoras. Que no les duela España, y si les duele, no olviden que, de puro dolor de España, regimientos italianos y alemanes ahondan ese dolor trasformandolo en vergiienza de la parte de España que reniega de sus tradicioPor SERAFIN DEL MAR nes y de sus destinos. Envio del autor Lima, Perú. 1937 que por el literario dolor de España en muchos casos sincero espejismo, con El poeta es el hombre más libre del munfusionismo humanitario, pero no lumanogallinas ponen huevos sin haber conocido do, de allique no sea amado por los pueblos las caricias del gallo, las campesinas dicen no se preste aliento en Europa, Japón y esclavos.
Estados Unidos, al fascismo, y en América, que son de viento. Ellas bien saben que en Indoamérica, a las bárbaras autocracias esto es así, por ser el viento el primer inquc por tener algún contenido, hoy quisietruso que las viola en el campo.
Si la poesía solo hiciera sentir, sería reran vestirse con alguna librea que no fuese ligión, pero como hace pensar, es la sintela de sus apetitos de clan, la de sus pasiones sis del hombre.
La canción del ciego subalternas y su voracidad doméstica. Que nos duela el hombre. el hombre. Nada ví cuando tuve mis dos ojos.
es angustia viva hoy. Porque, literatura No hay poema más bello que el escrito en ¡Ah. cuando Dios me dejó uno, iba de soraparte, vivimos el momento crucial en que las miradas del hijo a la madre y de ésta al presa en sorpresa. Todo lo veía. Mas, entris.
una civilización no puede subsistir por más hijo. Habéis observado? El cielo se ha hetecí mi vida contemplando el mundo a través tiempo. Una injusticia no puede sobrevivir cho de estos amores.
de las cerraduras: desde entonces mi corase a sí misma. Nos enfrentamos a un mun4 zón estremecido llora como un niño. Grito.
do exhausto, a un hombre ávido de plenitud.
y mi grito nadie escucha. Hoy que no tenpero huérfano. Que ambula sin saber por He pensado que Jesús no ha escrito sus go ni este ojo, veo más allá, más allá de dónde, ni anhelando qué. ese hombre, sí, poemas en la arena. El ha escrito sus cantos lo objetivo: veo el fondo de los hombres, ese hombre duele; nos duele en lo más hon en los ojos de los niños pobres, por eso son que no es como ver el fondo de las aguas do de la entraña porque somos todos y unc tristes. Tristes como la palabra libertad.
claras. Escruto el interior de las almas; y los demás y ninguno, con dolor de nadie pruebo la sangre de cada uno de ellos, y la y todos, dolor impersonal y virtual, presangre me ahoga, y muero de no morir sente y unánime, dolor que quiere lenguas ¿Por qué negar que la tierra es la madre El fondo de los hombres quema; es fuego y brazos para expresarse y libertarse, en de todo lo que existe. Ah! el viento es España, aqui, allá, en todas partes, por los quien la fecunda. El viento, el caballero de que no da tregua. Arde, inextinguible comil medios y contra las mil formas como la la espuela de plata, tan padre es, que cuanmo el tiempo: por eso la amistad no se enactividad humana encauza su liberación y do quiere acariciar a los trigales, les pasa cuentra sino en la tierra, bajo muy bajo.
su extermino amorosamente las manos rudas y ellos suaY España. Crucificada, entre las armas vemente ondulan una sonrisa verde de aleDiálogo del encadenado y los cementerios, pasto de ejércitos extran gria. Otras veces amonesta con severidad; jeros y de glosadores teológicos que todavía entonces los pajaritos corren, vuelan y se Nuestro placer es recordarte que eres la afrentan con su escolástica, sin mirar esconden con ojos asustadizos debajo del esclavo dijeron las cadenasque la escolástica deliberación y nomina follaje de los árboles, sólo salen cuando El esclavo se hizo el que no escuchaba: lis ntan ahora en sangre vu ener bondadosa la cara; lego entonces las cadenas insistieron: te que y dan la espantosa lección de lo inerte con los pajarillos saltan, rien, gritan y cantan mos los pies para recordarte queeres hombre.
tra la vida que, antes que erbo, fué siempie frente a las flores de retama que en la no El esclavo miró sus cadenas, y ellas estaban acción che cayeron de las estrellas.
frias y oxidadas por la carne macerada de España está ahí, como un ejemplo. De El viento es tan padre que, cuando las sus pies