Violence

REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXIV San José, Costa Rica 1937 Sábado 21 de Agosto Num. Año XIX. No. 815 Reiner Maria Rilke La diaconisa Olimpia La violencia en venta Los libros de la semana Cómo Alemania hostiliza a sus intelectuales Hora de España Inminencia de América Hosterias Amanda de Amunátegui Dos poemas La edición de El Hermano Asno.
León Felipe Urbaneja Achel pohl Carlos Alberto Erro Augusto Arias SUMARIO Maria Isabel Labourdette Poesía integral Alejandro Vicuña Pinchalarrata Sanin Cano Cristianismo y libertad Lion Feuchtwanyer Medición litica de viaje Escritores y artistas ecuatorianos envian mensajes dc Juan Larrea solidaridad al Congreso de Escritores de Valencia Frasmo Murió el hombre más feliz del mundo Arriaza Fragmentos La nueva ofensiva silenciosa de la Pan American Air Amanda Amunátegui ways Inc.
José Venegas Fdo. Lles y Berdayes Juan del Camino Poetas de la intimidad Reiner Maria Rilke Por MARIA ISABEL LABOURDETTE De La Nación, Buenos Aires, 13 de junio de 1937 cansanConocemos subconscientemente infinidad de seres y de cosas; los conocemos con la sensi.
bilidad, con los recuerdos, con las afinidades del temperamento o con el presentir del espiritu mucho antes de que penetren en la plena luz de la conciencia, mucho antes de que su contacto inmediato nos deje la cabal y nítida impresión de su forma, de su color, de su me.
canismo de su fisonomía o de su espíritu. Se queda uno, luego, sorprendido, al ballarse con e.
sos seres y con esas cosas cara a cara, frente a frente, lado a lado; porque sin haberlos visto ni oido ni tocado ni vislumbrado con los sentidos, ya les teníamos casi minuciosamente sabidos con el alma. Esto también sucede con los libros, en apariencia sólo cosas, pero hu.
manas, calientes, vivas, rociadas con la noble púrpura de la sangre. esto nos sucedió cuan do abrimos por primera vez un libro de Rainer Maria Rilke, sus Elegías de Duino, un li.
bro tan vivo, tan caliente y tan humano que era como si hubiésemos abierto su mismo corazón.
Cuando comenzamos a leer nos volvimos a encontrar con el poeta. Dónde lo habíamos conocido antes. En qué lugar, en qué retazo de sueño o de realidad nos habíamos encontrado con este ser penetrantemeilte melancólico profundo y amargo como la entraña de Reiner Maria Rilke la vida? Desde antes de entreverlo en el hilo Por Friks Mur impuro de la traducción, ya devanábamos su pensamiento con deleite, porque gozábamos con él de esa particular y extraña familiaridad acentos de la poesía alemana contemporáque sólo se tiene con el arte, con la naturaleza nea y ya amábamos sus versos como se ay con los muertos. Bien sabemos que las tra ma a los niños que todavía no nacieron. sin ducciones mutilan la raiz del pensamiento y la conocerlos. Nuestro reencuentro con Rilke, gracia de su hechura literaria ly así y todo pecho a pecho, alma con alma, en el contacsiempre traducimos. pero Rilke, aun a tra to intimo con su misma lengua nos dejó en vés del castellano, vertido una forma que no el tremolo de la emoción. Era como si un es la suya, dicho en palabras que no le fueron viejo camarada, un amigo fiel y muy quepropias, impresiona como una original y au rido, retornara a hacernos compañia; como téntica chispa de genio. En la curva perfecta cuando uno vuelve a oír una música que se que siguen sus frases profundidad, originali ha escuchado muchas veces con lágrimas por dad, sinceridad están sus rasgos inconfundi dentro y que nos acaricia el espíritu en la bles, sus lineas esenciales. las que ninguna len. penumbra del recuerdo casi constantemente.
gua puede empalidecer. Leyéndolo solamen Nos parecia que hasta entonces estábamos te traducido, ya hubiéramos podido distin solos, aislados de la vida y de sus latidos guirle por lo menudo entre los más nobles tumultuosos, y repentinamente, la música o el verso, como un brazo amigo se nos ha echado al cuello y nos estremece en un abrazo de ternura.
Rilke sorbido en su verdadero idioma, desbordante de espiritu, serpenteado aquí, alla y en todas partes por la frase densa, profunda y feliz; Rilke en la pastosa melodia de sus versos, ni demasiado dulces ni dema.
siado acres: Rilke en su lengua alemana, nitida. fresca, grave, serena. prolija, musical, que va dibujando con palabras la trayectoria del sentimiento y la idea, como quien bordara la vida en el cañamazo del tiempo. Rilke entrando en la anatomía del alma buscando sus más sencillos aspectos hasta en.
contrarles una bella explicación a las más pequeñas vulgaridades de la vida; Rilke visto asi, leido y sentido simultáneamente, impresiona como un poeta de la intimidad del alma, como una alma agobiada de cio que quiere encontrarle aspectos inéditos a la vida, en cuya belleza inexplorada pueda reanimar su corazón que padece una fatiga incurable. Su poesia nos deja en la bo.
ca ese gusto de lágrimas viejas que ciertas fechas reavivan en la memoria, y esa resignada complacencia frente la pena ya demasiado antigua que va cubriéndose de un tufillo de apremiante familiaridad. En sus temas reaparecen el cansancio y la melancolia como una obsesión, como una frase musical, alucinante, que retornara siempre: pero, como el leitmotiv en Wagner, ni es repetición, ni es monotonía, ni cansa, ni agota el interés, ni empobrece los temas. Se diría una sola, una única vida multiplicada en las mil posibilidades del destino. esta poesía, como la música, también nos hace pensar, nos retorna al cauce de la vida y nos vuelve hacia nosotros mismos, enfrentándo.
nos con lo que quisimos ser. Este cansancio y esta melancolia repetidos, también hablan de la profunda penetración psicológica de Rilke. Su drama es uno solo su fatiga es una sola, pero son mil fracasos del corazón humano que, a través del tiempo y del espacio se suceden simultáneamente como el nacer, el amar y el morir. Por eso la voz